lunes, 12 de mayo de 2025

El Caso Waldheim - Ruth Beckermann


Tenía este documental guardado para ver y finalmente, eso. ¿Os acordáis de Kurt Waldheim? Hace años, algunos años, todos teníamos en la cabeza a Kurt Waldheim. Iba a presentarse a la presidencia de Austria y resulta ser que le sacaron fotos con el uniforme nazi y se montó una buena. ¿Cómo fue de buena la que se montó? Seguramente no te acordarás de cómo acabó, pero en el documental nos cuentan cómo este buen señor, que había llegado a ser nada más y nada menos que secretario general de las Naciones Unidas y una suerte de ejemplo de paz y concordia de los pueblos, superó la polémica por su pasado nazi y fue presidente de Austria durante un mandato y chimpum. Es decir, se montó una buena, pero no suficientemente buena como para que el pueblo austriaco considerara que haber sido un nazi fuera motivo suficiente como para que no pudiera ser su presidente. Porque a ver, quién no... El documental está contado desde la perspectiva, sobre todo, de quienes en aquel tiempo protagonizaron la campaña que pretendía, desde Austria, pero también desde los Estados Unidos y principalmente desde el Congreso Mundial Judío, llamar la atención sobre el pasado nazi, sobre su participación en las deportaciones de judíos, sobre cómo revisamos nuestra memoria y sobre qué queda en nosotros de ese pasado. Viendo el documental nos preguntamos o mejor dicho, encontramos respuesta a algunas preguntas que nos hacemos ahora sobre el ascenso de  la extrema derecha. Viendo el documental nos preguntamos, ahora sí, si lo que estamos viviendo es un ascenso o es una visibilización e algo que había estado oculto. Porque lo que vemos es cómo ese pasado oculto, ese pasado ignominioso, cruel, bestial, brutal, fue ocultado pero no olvidado, fue justificado y utilizado pero no se pagaron ni se pasaron todas las cuentas, no se desnazificó, no se desfasticizó, sino que se reconvirtió todo aquello en otra cosa que, llegado el caso, rascando un poco, sale de nuevo a la superficie. Las justificaciones de Waldheim, pero sobre todo los argumentos de sus partidarios dentro del Partido Popular austriaco, la gente de la calle, son espeluznantes. Porque todo eso que ahí nos parece bárbaro, en realidad hoy en día estamos viendo que es 'mainstream', que hay partidos que incluso en Alemania discuten que ese pasado 'democrático' con el que se enterraron otros pasados menos nobles, sea ya el pasado que hay que reivindicar o del que pedir perdón. Uno sigue el documental desde la desmemoria del que no recuerda qué pasó finalmente, y cree recordar que Waldheim finalmente no llegó a presidente, pero no es así. Fue presidente. Eso pasó a mediados de los ochenta, cuando eso de la extrema derecha era solo una cosa grupuscular. Y entonces ya pasó esto. Estaban ahí ya. Dentro. Ahora ya no tienen necesidad de camuflar o de ocultar. Llama la atención que uno de los argumentos que se utilizan para encontrar explicación por la campaña contra Waldheim fuera que, como secretario general de las Naciones Unidas, dio voz a los palestinos y que durante su mandato se aprobaran resoluciones condenando el sionismo. El famoso discurso de Arafat del fusil y la rama de olivo. Y que esa campaña fue una venganza conta Waldheim por parte del Congreso Mundial Judío. Escuchen las opiniones luego en las calles de Viena contra los judíos y luego armen ese discurso otra vez. No se habían ido nunca. 

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