domingo, 15 de abril de 2012

Pozos de ambición (There will be blood)

Y finalmente vi la película. No en las mejores condiciones, pero si con todas las ganas. There Will Be Blood. Vi casi hasta la mitad hacía unos meses, pero el deber me pudo y no la pude completar hasta ayer, que la ví enterita. Peliculón. Una peli que va de lo que va. ¿Y de qué va? De que lo primero es antes. De que los que tienen que ponerse no se paran a mirar si esto o si lo otro. Lo primero es lo primero. Y lo primero es ganar. El Daniel Day Lewis, cuyo personaje tiene un nombre que no sabría transcribir aquí sin estar mirando el teclado mil veces, es un minero que a fuerza de porrazos consigue hacerse un pequeño magnate petrolero a principios del siglo XX. Recibe el chivatazo por parte de un muchacho santurrón de que en su rancho hay petróleo y allí que se dirije con su hijo pequeño. El hijo no tiene madre, al parecer. Ojo, en la película se habla de lo que se habla. Nada de historias paralelas románticas, nada de amoríos, del amor como elemento redentor del ansia de poder. No, aquí se viene a ganar dinero y punto. El hijo y el padre llegan al rancho y descubren que el hijo santurrón en realidad es un pequeño predicador que quiere su parte del negocio para darse lustre. Encuentran el petróleo y el chavalín cae en un accidente, se queda sordo. Como estar por el chaval es demasiado duro, lo manda a San Francisco y listos. A la faena. A comprar tierras, a remover tierras, a sacar faena. Venga. Le llega un hombre que dice ser su hermano. Le aguanta la broma hasta que se cansa, lo descubre y se lo cepilla. Listos. Al lío. A Daniel Day Lewis se le va agriando el carácter, a veces tiene arrebatos de super mala ostia, pero se contiene. Un día, le viene el santurrón (que lo hace muy bien, con su cara de asquerosete) y le dice que le debe pasta todavía de... y le caen una mano de ostias pero bien dadas. Plas, plas, plas y plas. Así con la mano de perfil. Toma. ¿Te crees que el curilla se va a olvidar del tema? No.
Al Daniel (es verdad, el prota se llama Daniel también) le faltan unas tierras de un pájaro que es devoto del santurrón. O se hace de la iglesia o no hay trato. Escena memorable. Va a la iglesia y se deja dar una buena mano de ostias por parte del santito delante de toda la iglesia. Uf. Qué bien lo hace el Daniel aquí. Se ve cómo se está aguantando, por el dinero lo que sea. Cuando le acaba de caer la mano de palos, le dan un cubo de agua para que se refresque y dice 'tenemos oleoducto'. Toma castaña. Por la pasta lo que sea. Ostias, ostias. Soy un padre malo, pues soy un padre malo. Lo que sea. Y venga a mover el bigote, mascandillo. A mi me lo dicen a veces. Cuando me mosqueo, cuando estoy aguantándome, masco. Inconscientemente. Y eso le pasaba al Daniel. Masca y masca. Los devotos le abrazan y él se va calmando.
Consiguen el oleoducto patatín patatán. La peli aquí da un salto de un cerro de años, pero es que tiene que acabar de alguna manera. El hijo, que está sordo, se hace amiguito de la hermana del santito. En un salto temporal, el hijo y la chiquilla se casan al cabo de veinte años. El hijo llega un día y le dice al padre que se pira, que va por su cuenta. Ah, no. La amistad es la amistad, pero el dinero devuélvemelo, que decían Faemino y Cansado. Si te vas, ya no eres mi hijo. Pues me voy igual. Pues a tomar viento.
Le llega el santurrón. Se supone que están en los albores o ha llegado el crack del 29 y el santito le pide ayuda. El otro le está esperando porque tampoco se ha olvidado de la mano de ostias. Tracatrán. Fin de la peli.
Que el salto temporal ese, pues mira. Que el tramo final es un poco 'vamos zanjando los dos temas que tenemos que nos vamos'. Que no sé. Que explican pocas cosas, en realidad, pero explican muchas. Eso. Estaba viéndola y decía. A ver, decir decir, explicar, contar, la historia no tiene mucho, pero dice mucho. Ostias, darlas, dejártelas dar, no olvidarte de que se las tienes que dar a ese, no dejarte tomar el pelo, cuidado, que no se te note, venga. Ostias y más ostias.

4 comentarios:

  1. Pues yo es que debo de llevar una temporada un tanto espesa, porque últimamente no me entero de nada de lo que leo. No podría contar el argumento de esa película, pero por lo poco que he sacado en conclusión, creo que no perderé mi tiempo viéndola. Qué tostón. Y pensar que usted vio la primera parte dos veces! O la segunda empezó donde la había dejado?

    Feliz domingo, monsieur.

    Bisous

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  2. A juzgar por tu entretenido comentario va a ser que no. No pienso verla. No es de las que me gusta. Me quedo con Blancanieves y los siete enanitos, que al menos son buenos :-)
    Un abrazo y buena semana

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  3. No zé qué película es esta.
    Feliz lunes.

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  4. Echaba pestes del fotolog y ya ve ud Google... De Guatemala a Guatepeor... Bueno, peor-peor no. No me aperece el rectangulito 'Examinar' para subir fotos.

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