La noticia la daban con retintín, pasándonos la mano por la cara. Enteraos, el Rey va de viaje a Brasil y a Chile, pero esta vez no habrá coñas, porque va a trabajar. ¿Qué os pensáis? Si no es por el Rey y sus viajes estaríamos mucho peor, porque gracias a sus buenos oficios se consiguen contratos muy importantes. Y se nos enseña otra vez la imagen del AVE saliendo de Madrid, para decirnos lo del contrato en los Emiratos. Si no es por el Rey... pero no sólo eso. Es que el Rey no va a ir sólo. Va con un grupo de empresarios de élite. Ojo y atención porque esta vez vamos a ir de verdad. Se acabó la coñita de los elefantes, se acabó especular, se acabó. Vamos a dar un golpe encima de la mesa y vamos a ir con toda la artillería para hacer negocios de verdad. A Brasil, el nuevo país emergente. Un país verdaderamente serio, no como Argentina. Ahí si. Seguridad jurídica. Esto vendrá más adelante.
Entonces tenemos que el Rey y empresarios de lo mejor de España, van a ir a poner los puntos sobre las íes y a tapar bocas en un momento en el que todo el mundo está con el culín prieto pensando en una posible intervención o rescate que nos mandaría cerquita de donde está Grecia. Aunque luego sale el de las Pymes catalanas y dice que bueno, que lo del rescate tampoco sería tan malo. Y otros dicen que total, en Portugal y en Irlanda también les han rescatado y se lo han tomado con humor. Y Rajoy ha salido en la tele y ha dicho que 'al loro, que tampoco estamos tan mal'.
Pues bien. Empiezan los informativos. Noticias. Esto, lo otro. El Rey con su muleta, haciendo un servicio por la patria que no sabemos cómo se lo vamos a poder pagar. Y de repente...
¿Han ido ustedes alguna vez a un merendero? ¿Habéis ido alguna vez? Botín hizo un Montornés inverso/inverso. En todos los grupos de amigos que iban al merendero cuando yo era un crío, siempre había uno que daba el cante. Así como todos íbamos ataviados con todo lo peor que teníamos por casa, porque íbamos a estar en las brasas, en la lumbre, en el barro, haciendo el mico, bebiendo del porrón y comiendo por los dedos, siempre aparecía uno, normalmente 'un cuñao', que por motivos varios (normalmente solía ser uno que era encargado de algo, contable en una empresa, trabajaba en una caja, tenía una empresilla de cosejas, o que era así de saque) venía vestido como para ir a Wimbledon, con pantalón de tenis, bambicas blancas, y un jerseycito por encima por si refrescaba. Cadenas y pulseras de oro. Gafas de sol en la cabecita. Qué manía les tengo a las gafas de sol en la cabeza. La mujer solía ser otra pillada con líria y venía igual, con idéntico suetercito por encima, cruzadito, y los niños no jugaban con nosotros porque a) no jugaban al fútbol, o b) jugaban pero eran demasiado buenos y no se podían mezclar porque la bola nuestra no estaba hinchada o era de plástico malucho. Dando el cante, vamos.
Pues Botín hizo el inverso. Se bajan del avión, supongo, llegan al sitio, para dar imagen de que 'hemos venido a comérnoslo todo, a que se vea que somos un país serio, hemos venido los mejores, el de Repsol, el de Gas Natural... y Botín'.
- Ostia, chavales, qué pasa. Dónde hay algún zumejo o algo que vengo asadito.
Y todos se ríen porque es muy gracioso. Aparece Botín ataviado como en un merendero. Con unas bermuditas y un polo rojo. Fantástico. Y la noticia se les cae. Un viaje con un fuerte acento económico, para proteger y relanzar la marca españa. Perdón, España. Y la imagen es la de Botín en plan... Montornés. Nos tienen que tener un miedo por ahí fuera...
Eso sí, con sus bermuditas y todo, con ese aspecto de Montornés inverso/inverso, le llega para decir que con 40.000 millones de euris más todo fetén y que todo va muy bien, y que vamos para delante.
Encima con chulería, monsieur, demostrando que el mundo es de los banqueros y que los demás ya nos podemos retirar todos, aunque no antes de rascarnos los bolsillos a ver si nos queda algo.
ResponderEliminarLa próxima vez, ya puestos, supongo que irá en pijama.
Feliz tarde
Bisous