Fue con el incendio en Valencia, aquel en el que ardió y ardió la cosa bastante, cuando apareció en antena de la radio el alcalde de uno de los pueblos y dio con la clave de todo lo que está pasando, pero así a nivel global: en estas condiciones, no hay nada que hacer. Rápidamente, esa forma de proceder y de reflexionar sobre lo que acontece en nuestro tiempo, ha sido también adoptada por nuestras autoridades más cercanas y queridas. El Conseller de la Generalitat, ante las cámaras de la televisión dijo que 'con este viento y con el ambiente tan seco, poco se puede hacer'. Es decir: lo que es, es. Cuando se dice de arder la cosa, pues arde y sanseacabó. Ya puedes pintarte de colores, emplear todos los medios de previsión que quieras, que hagas lo que hagas, si está de Dios que arda media provincia, arderá. Te pongas como te pongas.
Porque claro, la pregunta previa, la que le hicieron al alcalde de Valencia era bien sencilla '¿tiene algo que ver el recorte en personal para la prevención y mantenimiento de los bosques...?'. No. Naturalmente que no, porque 'cuando está de Dios que arda, tiene que arder'. Y hay que joderse.
Ese es el planteamiento. Esto es así, porque es así, y si se pudiera hacer de otra manera, no te creas que no lo pensaría, pero es que no hay otra manera. Y se hacen así las cosas y mira, mejor que no nos pongamos a hacer pruebas y demás, porque para qué vamos a liarla. Se hace así y es lo que hay. Si te gusta, bien, si no te gusta por el momento no te va a pasar nada, pero que sepas que:
a) estás loco
b) no quieres al niño Jesús
c) estás deseando que nos vaya peor.
Así las cosas, como las cosas son así y no las vamos a cambiar ni tú ni yo, porque esto no lo cambia nadie, y por mucho que nos pongamos a discutir, al final van a hacer lo que les de la gana, lo mejor que podemos hacer es seguir con la guaracha y echarle la culpa finalmente de todo a... otra gente. Otras personas. Incluso nosotros mismos.
Al final, la culpa es nuestra. Porque claro. Pero nuestra, nuestra. Nuestra de los que nos hemos creído que..., nuestra del todo. Nuestra. La culpa de todo lo que está pasando, es nuestra. Y al final hay que hacer lo que se tiene que hacer porque eso es así. Y total, a ver. Mirando y sopesando las cosas, tampoco es que la cosa sea para tanto.
Veamos. Funcionarios. No hay más preguntas. Todo lo que les quiten es bueno, porque a ver, ellos tienen un curro toda la vida. Y mi cuñao, que trabaja en el Ayuntamiento, entró enchufao y vive como quiere, y la mujer que también es funcionaria y de un sindicato... ni te cuento. Que se jodan, claro, que se jodan. Porque y podré defraudar y hacer todas las pirulas que se me ocurran, pero que se joda el que tiene un empleo de calidad. O al menos, no tiene la espada de damocles de que el jefe venga con dos copas de coñac, o la jefa no se haya medicado convenientemente y te mande a cagar. Eso es así. Se tiene que hacer lo que se tiene que hacer. Que se jodan los que viven de la sopa boba.
El resto de cosas. Si yo no voy al cine, no me compro un libro, todas esas cosas, a ver, qué más me da que suba el iva. Nos hemos creído que ir al cine podría ir todo el mundo, y claro. El As, en cambio, no ha subido. Ni el Marca. Ni el Sport. Vamos, los diarios.
En fin. Valencia cierra la persiana. Es culpa de los socialistas, evidentemente. Murcia también. Lo mismo. Porque claro, si les hubieran dejado construir todos los campos de golf que quería... esto no habría pasado. Ahora también dicen que la patria que queda más cerca de Europa, está también con una mano detrás y otra delante. Claro, culpa de Madrid. Y de Mourinho.
Pero el Barça va bien. Tiene un superavit de nosecuantos. El Madrid también. Pues que manden ellos.
Fuego a tope.
Claro, esto fue antes de que usted supiera que Valencia y Murcia no serían las últimas.
ResponderEliminarBueno, torres más altas se vieron caer.
Buenas noches, monsieur
Bisous