Domingo a las ocho menos cuarto de la tarde. Domingo de estar todo el domingo en el sofá esperando a ver si hay otra cosa mejor que hacer el domingo por la tarde. El domingo parece desembocar en el partido del domingo a las ocho menos cuarto de la tarde. Bueno. Al menos me encontraré allí con la juventud y pasaremos el rato en comunión armonía, pero a llegar a la peña ya me doy cuenta de que estamos en cuadro. Es domingo de puente y la juventud habrá preferido otras cosas antes que un abracadabrante Granada-Athletic. No estamos bien y el partido no promete pasar a los anales del deporte balompédico, así que es disculpable. Yo tampoco debería estar allí, pero nobleza y cargo obliga. Me pido una mediana y que empiece el partido.
A los dos minutos me llega un 'apalabrado' y estoy con el apalabrado cuando en un centro que ni esto ni lo otro, un tal Diakaté le mete el codo en la garganta a Aduriz y el árbitro mágicamente pita penalty. Ole. Lo tira y lo marca. Ole con ole. Hasta ese momento no habíamos hecho nada de nada. Estamos muy flojitos. No nos la pasamos, en defensa las pasamos de a kilo y el centro del campo se nos ha ido de parranda. De Marcos, Susaeta, Ibai. Trío de ases. Están por que hay que poner a gente hasta llenar los once, pero vaya tres. Aurtenetxe ve los balones volar, pasar, venir. Tampoco está. Iraola en su línea de que sabes que sí, pero si no te dicen nada, pues no. Aduriz en cambio parece entonado. Mientras el Granada sigue una táctica basada en 'la cojo yo y me meto hasta donde pueda porque estos no me entran ni nada y pumba, ay, alta, fuera', nosotros hilvanamos media jugada que me pilla otra vez con el apalabrado y que sí, que sí, chuto y gol. Cero a dos.
Milagro milagroso. Hace como dos millones de siglos que no le ganamos a nadie fuera de casa. Casi ni en casa. Cero a dos. Qué bueno. El final de la primera parte es un ni fú ni fa. 'Podríamos aprovechar alguna contrita y marcar el tercero', sueño, pero sé que no es real. Eso no ocurrirá nunca. El ambiente en la peña es frío. Caliente con el entrenador, caliente con nuestro portero, susceptible con el árbitro, y maleducado con el rival, como es de esperar. Claro, Diakaté es negro. Basándonos en que Diakaté es negro se monta un debate sobre los negros. Los negros son feos, son más feos, es negro muy negro, es un negro demasiado negro. Y moros. Los negros son más negros que los moros, pero el Granada también tiene moros. Como estoy un poco bajo de moral y sé que si empiezo no paro, prefiero que el debate se quede en la beldad o fealdad de los moros y los negros. Uno, el más lanzado estos asuntos, vuelve a calificar como moro a uno del equipo contrario, y le tengo que advertir que Mikel Rico es vasco. Como los nuestros. Alguna vez he dicho lo de 'pues mi novio es negro', para cortar el tufillo kukuxclánico, pero ayer es que no.
Fin de la primera parte. Esto está ganado. El Granada es una banda. ¿Contra quién jugamos el domingo? Yo nos veo muy flojitos.
Segunda parte. Y tan flojitos. En cinco minutos un tal El Arabi nos puede meter dos goles como dos soles. El Benítez ese que lleva tres meses sin jugar se va como quiere y cuando quiere. Los muertos parecen los nuestros. Estamos muy muertos. Muy muertos. No puedo más. Me enciendo. Susaeta y sus pérdidas, sus sinsentidos, su falta de mala fé jugando. De Marcos y su 'dalomismotodo'. No puedo más. Gol del Granada desde la Calle Elvira. El Arabi o Ibrahima tiran desde allí y Gorka que está bastante competente, se la traga. Volvemos con la matraca del portero. Todo va mal. Todos son unos mierdas. Todos a la calle. Esto lo perdemos como el día del Valencia. Me cabreo con los míos, con los de la peña, con el copón. Qué segunda parte. Si en vez del Granada nos engancha el... el que sea, nos cruje. Pero el Granada es más flojo que nosotros aún. Qué poca calidad. Los nuestros, de vez en cuando, enganchan alguna contra. Quitan a Iturraspe que con lo que me gusta a mí Iturraspe y lo flojísimo que está y entra 'temblores' San José. Pues mira, mejor. Mucho mejor. El Athletic se rehace y del baño pasamos a un pimpampum en el que pueden marcar ellos y nosotros. De Marcos falla una que ni en regional. Aduriz la manda al larguero. Bueno. Sale Llorente y hace tres faltas como tres soles. Tarjeta. Parece otro.
Acaba el partido. Final. Más nervios que en la guerra. Oye, qué mal rato. Para haber ganado, qué mal hemos jugado. Qué mal. Muniaín, Aduriz y poco más. Los demás, de cárcel. El domingo nos engancha el Sevilla con este plan y nos zumba bien zumbados. Y el jueves el Lyon.
Al menos que venga la gente y ese ratico que lo pasemos comiendo pipas y hablando de cosas, que viendo el partido uno solo... pues no.
Qué añito nos espera.
Només veure la foto m'ha vingut la peli de Karate Kid (què vols fer-hi...) i la pose. o como se llame, de 'la grulla'... tothom té un passat, què li hagi d'explicar :)
ResponderEliminar(ara vaig a llegir...)
si perden perquè perden i si guanyen perquè han jugat malament... suposo que la qüestió és parlar-ne.
ResponderEliminarptns