Maravillosa historia que hemos recogido de la revista 'Handing Changes'. Ciertamente maravillosa y esperanzadora.
'Hola. Me llamo Magnus Carlstenfraussen y quisiera relatar mi historia porque creo que puede ser un ejemplo para todos aquellos que quieran contribuir a un cambio global. Soy noruego de nacimiento, pero me trasladé a los Estados Unidos para estudiar la carrera de Ciencias Económicas en la Universidad de Flexus. Me gradué con matrícula Cum Laude y completé mis estudios con un Master en Tecnologías de la Consecución de Objetivos y Asimilación de Propuestas. No había terminado la carrera cuando empecé a trabajar en el despacho de consultores Fordson & Credementi, primero como becario y finalmente como Pregnant Substitution Being. En este despacho desarrollé una carrera profesional muy gratificante durante un año, pero pasado ese tiempo empecé a sentir que me faltaba algo. Decidí probar fortuna creando mi propia consultora junto con un par de socios, el mexicano Luis Pazguato Ever y la australiana Federyn Ashford con la que por aquel entonces tenía una relación sentimental.
Nos instalamos en Boston, pero teníamos también una oficina en Nueva York y Washington. El proyecto requirió trabajar muy duro y mucha implicación por todas las partes y, pese a los choques culturales, conseguimos llevar a cabo el proyecto. Sin embargo, pese a que contábamos ya con contratos importantes y habíamos realizado informes para grandes combos multinacionales como 'De Sancho & De Sancho Corporation' o 'Die Vernichtung', encontraba ya en aquellos días, que esa tarea ya no me llenaba. Era un objetivo que había cumplido. Tenía sólo 28 años y ya había conseguido levantar mi propia empresa con unos beneficios que casi igualaban los que tenía la empresa de mi padre con sesenta años de trayectoria.
Pero como digo, este trabajo ya no colmaba mis expectativas y me interesé por proyectos de cooperación internacional y ayuda al desarrollo.
Ahora, sigo al frente de la consultora ya que he conseguido desembarazarme tanto de Pazguato Ever como de Federyn Ashford, quedando como único propietario de la empresa y por las noches consulto un par de blogs que recogen experiencias de granjas autosuficientes en Tanzania mientras escucho música de una emisora de internet de World Music. Me gusta mucho Cesária Évora.
Creo que, entre todos, estamos ayudando a que haya corrientes de energía positiva que pueden ser el eje de un cambio de conciencia global.
Un saludo.'
Ay, ese tipo de imágenes me mata. Es lo que dibujan los chiquillos cada vez que hay un concurso de arte sobre el calentamiento global, todas las razas unidas y toda la mierda esa... Qué nerviosita me ponen. La mano amarilla, la mano rosa, la mano marrón... a la hoguera con el mundo mejor!! patrañas!!
ResponderEliminarYa. Lo que pasa es que lo que algunos consideran positivo, otros no lo queremos ni ver de lejos. Espero que al caballero le dé por irse a Tanzania y se quede por allá.
ResponderEliminarFeliz martes, monsieur.
Bisous