martes, 4 de febrero de 2014

Villastanza de Llorera XV

No perdamos tiempo. Sigamos con las 'Espantosas escenas en la vida de Quirino Barrantes', de Benito Perojo Ostiz.
'Quirino Barrantes se personó en la casa de la Guardia Civil para interesarse por la detenida, su prima Poli, y para preguntar si habían llamado o se habían puesto en contacto con la hija de ésta, su sobrina Vera, para comunicarle su detención. Fue la misma agente Galarreta la que salió de su oficina para hablar con Quirino. 'Dice usted que la detenida tiene una hija... pues la verdad, en nuestros informes no nos consta que aparezca ninguna Vera...'. Quirino, pensando que se estaban quedando con él, tomándole el pelo para que incurriera en algún error, ponerse nervioso, montar algún pollo y así poder ser detenido igualmente, rápidamente preguntó...'¿Y Boreal? ¿Han preguntado por su hija Boreal?'. La agente Galarreta miró sonriendo a Quirino Barrantes y le dijo 'Oiga, usted no es de por aquí... o es que no habla mucho con su prima Poli. No tiene ninguna hija, ni Vera, ni Boreal... Boreal es un nombre muy bonito. ¿Cómo se le ha ocurrido que alguien pudiera ponerle a su hija el nombre de Boreal? De todas maneras, ya le digo que no hay registrado ningún descendiente de Poli. Pero bueno, ¿cómo es que usted siendo un familiar no tiene idea de si su prima tiene o no tiene una hija?'. Quirino no se creía lo que estaba escuchando. ¿Su prima Poli no tenía ninguna hija? ¿Entonces... el niño Jonás? Tampoco era su nieto, lógicamente. Ni siquiera su hijo...
La agente Galarreta, se extrañó ciertamente de la pregunta de Quirino. Y Quirino entendió que esa intervención suya no iba a ayudar mucho a su prima Poli. Si la Guardia Civil colegía que había un punto oscuro en la vida de Poli, podía haber otros. Vaya pifia, pensó Quirino, pero es que... cómo iba a imaginar él que su prima le había engañado con lo de... ¿Vera? ¿Boreal? Si desde luego había acudido a Villastanza de Llorera para alejarse de sus problemas en la ciudad, había ido a caer a un lugar lleno de misterios, con un asesinato escabroso además con implicación de un familiar, para acabar de arreglarlo. La agente Galarreta le pidió un número de teléfono para tenerle localizado durante los próximos días. Al parecer alguien también le había visto cerca de la casa, le dijo la agente, y le gustaría hacerle unas preguntas.
Era lo que le faltaba a Quirino Barrantes. Evitó, al salir de la Casa Cuartel, pasar por delante de ninguno de los bares del pueblo para ir directamente a su casa. Cuando llegó, abrió la puerta, y sin quitarse la chaqueta se sentó en el sofá y apoyó la cabeza entre las manos... no quería pensar, no quería que sucediera...
'Muchacho, alguien quiere volverte loco. Será mejor que cojas las riendas de este caso y descubras realmente qué pasa aquí'. Era de nuevo la voz... era otra vez su otro yo.

3 comentarios:

  1. Me tiene en ascuas, monsieur. Por otra parte, creo que Quirino hizo bien en evitar pasar por ninguno de los bares del pueblo. No le faltaba más que complicar la situación con un buen pedal.

    Buenas noches, monsieur

    Bisous

    ResponderEliminar
  2. Ays, me he perdido muchos capítulos creo. Podía haber avisao: "Eh, ahí va un libro por entregas!"

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. vaya, lo siento... pero si esto se lee en dos patadas, yprh!

      Eliminar