jueves, 6 de marzo de 2014

Bombas sobre Barcelona, conferencia en Santa Coloma

Qué bonita imagen, ¿verdad? Barcelona es una ciudad muy bonita. Miren. Vean cómo el Eixample dibuja una ciudad cuadriculada, lineal, armoniosa. Fíjense luego en lo que hay delimitado entre la Ronda San Antoni y la Ronda Sant Pere, es el Casco Antiguo, el Gótico, lo que ahora conocemos como Raval, el Born, Sant Pere. También podemos ver la Barceloneta, que está ahí en el espigón, y podemos incluso distinguir el Parque de la Ciudadela. Es todo precioso. La imagen es de la Guerra Civil. Lo que ven, no son chimeneas, son los efectos de unas bombas lanzadas por la aviación italiana. Las bombas del Casco Antiguo, en esa parte que digo yo que debe corresponder con el antiguo Chino. Y la gran humareda provocada por una bomba que cayó sobre un camión con trilita. Espectacular.
Ayer fui a la conferencia que en la Torre Balldovina de Santaco, impartieron los Davids, historiadores que se han especializado en la aviación, en la guerra aérea, en la colaboración con la ADAR (Associació d'Aviadors de la República). Contaban, de una forma muy sencilla y entendible, cómo se desarrolló la guerra Civil española sobre todo desde el punto de vista de la aviación. Cómo unos contaban con un material y otros contaban con otro muy distinto. La situación de disparidad, de desventaja de unos contra otros, de cómo alemanes e italianos ayudaban sin tapujos a los nacionales y los 'demócratas' occidentales pasaron de la República que tuvo que, casi a regañadientes, aceptar la ayuda soviética. Bueno. Y los bombardeos, claro, que para eso querían los aviones. Causar el terror entre la población, de vez en cuando atacar objetivos militares, pero sobre todo... hacer daño. Imágenes de bombardeos, de los aviadores republicanos que en su mayoría eren chavalitos de veinte años que tenían que echarse sobre las espaldas la defensa de todo un Estado en Guerra. Explicaron errores por parte de la República a la hora de plantear la defensa, pero también las limitaciones que la República como 'entidad civil', tenía a la hora de establecer prioridades, unas prioridades que no se marcaba Franco. Es decir, el respeto por los civiles.
La conferencia la organizaba el Casal de la Gent Gran. Pensaba yo que llenar el salón de actos del Museu Torre Balldovina iba a ser tarea imposible, pero qué va. Mucha gente. Gente de edad. Gente que vivió aquello y que guardaba silencio reverencial ante las explicaciones. Gente que lo vivió tan de cerca que incluso completó informaciones que daban los historiadores. La batería antiaérea en Santa Coloma, entonces Gramenet del Besós, se encontraba por donde está ahora el Hospital del Esperit Sant. Eso lo dijo un señor mayor al final de la conferencia.
También hablaron de Memoria Histórica. Amigo. Aquí nos dicen que en tema de memoria histórica, resulta que Catalunya está muy, pero que muy por detrás de muchas otras comunidades. Y que aquí no se levanta una fosa común ni por una casualidad. Pero como no hubo tiempo para formular preguntas, me quedé con las ganas de que me explicaran cómo, tal y como dijeron los conferenciantes, la comunidad que alardea de vanguardismo y tal, es la que menos mira por las víctimas de la guerra Civil.
Y bueno. La gente se fue contenta.
En el mismo museo, cosa que yo no sabía porque soy un garrulo de mucho cuidado, hay una exposición llamada Artiguerra, que trata sobre la conservación del patrimonio artístico durante la guerra. Muy interesante. Y me quedé con esta imagen.
Genial.
Pues nada. Un altre dia en la Vila del Pingüí.

2 comentarios:

  1. De bombas entiendo yo también que silbaban sobre nuestra cabeza en la 2º guerra mundial en donde era viajera de lujo en el vientre de mi madre. Aún tiemblo cuando oigo sobrevolar un avión por mi casa. No eran bombas italianas, eran rusa, alemanas, estadounidenses. Preferiría olvidarme.
    Un abrazo

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  2. Pero mire que llamarse a sí mismo garrulo! Debe de ser que como sí tiene abuela...
    También, también por aquí las bombas y cañoneos de los barcos y eso. Los muertos entre los vecinos, justo frente a la casa de mis abuelos... el pobre hombre que quedó contrahecho de tantos cascotes como le cayeron encima... Los disparos desde las ventanas... Calle, calle, que se le revuelve a una todo.

    Feliz fin de semana, monsieur

    Bisous

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