jueves, 13 de marzo de 2014
Lenin juega
Le he hecho todos los trucos posibles... que si hace tiempo que no juego, que vaya salida más mala... y el pipas este de Gorki mirando todo el rato y haciéndome la pelota. Que qué bien juego, que vaya concentración, que si soy muy bueno... Ya, ya, lo que quieras, pero a ver qué hago yo con la partida. Si la gano, me van a decir que la he ganado porque el otro se ha dejado ganar, porque tiene miedo de que me enfade o algo. Seguro. Y si la pierdo, me van a decir que vaya un líder de la Revolución más penoso que pierde con el primer fulano que le pide partida. No sé cómo se ha complicado la cosa que hemos terminado jugando al ajedrez aquí al sol y me está entrando una ñoña que para qué. Se me abre la boca cada dos segundos. Pero no puedo perder la concentración, que este está por la labor de ganarme. Y a mí no me da la gana. No me gusta perder. A veces me enciendo un poco cuando veo que la cosa se tuerce y empiezo a cagarme en la puta que los parió a todos en medio de la partida, pero son las menos. Normalmente pongo cara así de demoniete y los rivales se me quedan intimidados. un poco como todo. Si no tuviera esta fisonomía ¿habría llegado a dónde estoy? Fíjate, Gorki, nada menos que Gorki, mirándome como si estuviera delante de nosequién, que sí, que ahora estoy yo aquí liderando la Revolución, pero mañana puede estar otro y seguro que le mirarán igual. Y eso no está bien. O sí, no lo sé. Tengo dudas. Que te miren con tanto arrobo cuando lo que estamos pregonando es la igualdad y que no haya distingos ni diferencias... y resulta que muchos me miran como si fuera un santo. Este se está irguiendo y eso es que ha visto algo raro. ¿Se atreverá a hacerlo? Seguro que se atreve. Este Bogdanov es un tío que no se va a asustar ahora por jugar conmigo. Seguro que se atreve. Si es capaz de pincharse la sangre esa que se pincha para los experimentos que hace. Pero una cosa es una cosa y otra cosa es ganarle una partida de ajedrez aquí al querido líder. No se atreverá. Oye, y digo yo una cosa, no estaríamos mejor en la sombra, que de verdad que pega el sol aquí pero fuerte. Gorki, ¿qué te parece?
El que juega, y juega duro, es Putin.
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