jueves, 17 de abril de 2014

Los Ángeles de Jesús Santísimo María de Dios

Extraño y confuso relato el que hemos extraído de la revista 'Altiplano oxigenado', escrito por José Ernesto Quispe Villarreal. No hemos sido capaces de interpretarlo y mucho nos tememos que así se va a quedar.
'De las alturas del cielo bajaron unos ángeles que sorprendieron a los que estábamos en la Iglesia escuchando al señor párroco Don Honorio, que no estaba hablando de ángeles en ese momento. El señor párroco estaba comentando las aventuras que le habían sucedido a unos paisanos de una región de su Castilla natal y nos lo ponía de ejemplo con toda su buena intención y de repente aquellos ángeles tan hermosos y bien vestidos descendieron de allá arriba y se posaron en el tejado de nuestra Iglesia, que aunque modesta, era fuerte porque la acabábamos de construir nosotros mismos. El párroco Don Honorio no pareció darse por enterado y mientras los ángeles, que nos sacaban a todos varias cabezas de altura, se pavoneaban y mostraban su magnificencia celestial bien alrededor de nuestra Iglesia, él seguía mostrando ejemplos de desvergüenza allá en Castilla y pretendía con ello aleccionarnos sobre malas prácticas en la vida cotidiana. A algunos de nosotros se nos distraía la vista y la atención con aquellos ángeles, pero persuadidos de que teníamos que seguir las palabras de Don Honorio, también les ignoramos y hay que decir que costaba porque eran magníficos y bien coloridos. Y en esto que Jesús mismo vino también desde el cielo a posarse primero sobre nuestro tejado de la iglesia para quedarse entre los ángeles. Nada decían ni los ángeles ni Jesús pero allí estaban haciendo gestos y ademanes de gran importancia. Eran Jesús hijo de Dios mismo y los ángeles los que teníamos fuera de la iglesia y nosotros no podíamos hacer nada, porque en ese momento Don Honorio, fuera de sí, relataba cómo Doña Encarnación Henriquez de Pedregales se ufanaba en su Segovia natal de tener los mejores potros y eso a su padre Don Honorio De Diéguez y Bracamonte le sacaba de quicio. Y nosotros sin saber si teníamos que ir a reverenciar a Jesús y los mismos ángeles majestuosos todos ellos o bien continuar escuchando a Don Honorio y su ejemplo benéfico. Y ahí estábamos, un tanto inquietos como entenderán, cuando un brillo fortísimo inundó todo le recinto sagrado de la Iglesia y vimos a la misma Virgen María Madre de Dios, especialmente de Jesús que allí estaba también ya a su lado dándole cuidados de Madre. Y la Madre de Dios, con los Ángeles al lado tan lindos, Jesús un tanto azorado pero mostrando ese rostro tan benévolo y plácido. Y esa luz tan hermosa. Y ya decidimos que a Don Honorio no había que hacerle más caso y nos salimos todos de la Iglesia y nos fuimos a pasear con los Ángeles y con Jesús y con María y en un campito de fuera de nuestro pueblo pasamos una fiesta del Jueves Santo muy agradable y sin saber cómo ni porqué a Don Honorio ya no lo vimos más y a los Ángeles y a Jesús Santísimo y a María de Dios los tenemos viviendo con nosotros en la Iglesia y allí la pasamos muy bien cuando acudimos a verlos, que no es siempre, claro, por no molestar'.

1 comentario:

  1. Un jueves santo y Jesús, María y los ángeles de cachondeo? qué cosa más rara.

    RE: estaba repasando los caracteres, mi nombre no va a aparecer en ninguna lápida, qué yuyu!

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