Vilches es un pueblo de cuestas. Cuesta arriba siempre. Cuando bajas no tiene importancia. Siempre estás subiendo. Vilches es un pueblo cuesta arriba. A los que vivimos en la Estación, todo nos parece que está arriba y lo de bajar no significa nada. Bajar no tiene importancia, porque cuando estás bajando es porque te estás volviendo. Si estás yendo, subes. Si estás volviendo, bajas. El mero hecho de ir a Vilches, en tren, en coche, en piragua, es subir. Volver es bajar. Subir a Vilches. En Vilches, además, como solo sabemos los nativos y oriundos, en Vilches se sube para arriba. Y se baja para abajo. Este año, subir y bajar ha sido lo de menos. Este año, lo importante ha sido el tiempo. El tiempo que hace, no el tiempo que pasa. El tiempo en Vilches sufre lapsos, vacíos, horas que parecen la misma hora, agujeros negros por los que puedes pasar y dejar de ser y ya no saber si estás en Vilches, en Santa Margarida i els Monjos, en Santaco otra vez o en un remoto lugar que esquivas en la vida consciente y que no deja de aparecer en sueños.
Este año, Vilches ha sido un poco menos Vilches. Buena parte de culpa la tiene el Consistorio, la Corporación, los comunistas que seguramente ponen todo lo que pueden y más para que Vilches no tenga ningún rasgo típico de los que le han caracterizado a lo largo de su gloriosa historia y han decidido también, mediante sabrán ellos qué artes, cargarse el clima. Los comunistas del pueblo de al lado siempre son mejores que los del pueblo propio. No me tienen que contar nada. El facebook se ha convertido en el gran 'cruce'. Si antes el cruce del camino real y la carretera de Linares era el gran lavadero, hoy lo es el facebook. Todos somos la virgen del castillo. No ha hecho calor en Agosto. Así, con esta crudeza. Y si no hace calor, si pasan cosas que nunca han pasado, es el momento de hacer cosas que nunca se han hecho. Para bien y para mal. Porque nuestro señor Dios, tendrá las cosas que tenga en cuanto a virtudes y demás, pero cuando se pone juguetón, no mira para nadie y premia o castiga sin saber, creo, ciertamente qué está haciendo. Eso con Baal no pasa.
Este año, la historia comienza con la dichosa conferencia sobre rock radical vasco, enmarcada dentro del Novato Rock, que ya os lo estáis cargando también. Todo tabaco, todo bálago. No vino mucha gente, pero vino gente. La gente propagó la palabra y lo que dije de Barricada no sentó bien. Yo pensaba que iba a ser la atracción de las fiestas, pero no. Lo de simpre. Nada. Estar y no estar. Conciertos del Novato y primeros días rescatado por M., que sin qué ni porqué, contaba conmigo para ir y para venir, para birrear. Incluso, desconocedora de quién es el gafitas de la estación, para ir a la piscina. Glups. Novato Rock, arbi, te has cargado el partido. Como al parecer no hay mucha pasta, no hay grupos que molan y el sector inconformista no va al Festival, se van a Huelma, donde los comunistas son mejores y traen a grupos del Canal Nostalgia, como Gatillazo. Da igual, cerveza a cascoporro y risas y música en vivo, que es lo que cuenta. Y cuando suena 'veo todo en blanco y negro', el Yani (¿?) viene corriendo a decir que esa es para mí. Ea. Con aquel agrado.
Primera semana de hacer cosas que no se hacen. Semana de ir a tomar algo al bar del Frederico, yo solo, por ir, porque nadie quiere ir, porque pasamos por la puerta mil veces y nunca vamos, pero si es el bar del Frederico original, tiene que tener algo. Y lo tiene. Un bar sin luz, un bar con fotos pasadas de vueltas, un bar de otro tiempo, en otro lugar, pero las tapas no son malas y la cerveza está fresquita. Y va mi tito Basilio. Y me encuentro allí con mis primos de Baza, y si van ellos, por algo será, A rescatar y a incluir dentro de las paradas técnicas a realizar. Subir. Paradas técnicas. Desde la Estación, subiendo, bares. Tortilla de patatatas con pimientos. ¿De qué estoy hablando? ¿Porqué estoy hablando de tortillas de patatas con pimientos?
Cosas que no se hacen. Nunca he ido a la piscina. Fui de pequeño y luego me negué a ir ya jamás. No he llevado ni a las visitas. Nada. Prefería morir de calor en la estación a ir a la piscina. Tan blanco, la gente puede morirse de risa si me ven aparecer. Ya da igual. Me acerco a la piscina a las seis de la tarde, cuando falta poco para que cierren. Este año no ha hecho calor, así que se puede estar más o menos decentemente sin morir aplastado por el soletarrón. No me quemo. Dios está vigilando. Me baño, no me pongo crema. Dios está vigilando. Me vuelvo a bañar, no me pongo crema aunque la llevo en la mochila. Me siento y me pongo las gafas para ver. Agradable charla, trajes, ganchitos que no como, es la hora de irse. Dios ha tomado una decisión. Capto el mensaje, no vuelvo a ir a la piscina. Mi madre se rompe la muñeca saliendo de la piscinilla de casa. Visita a Urgencias en Linares. Cosas que nunca se hacen cuando vas de vacaciones. Dios también quiere jugar. En cierto modo, se acaba la cosa ahí. Coming down.
Sin mis padres dando vueltas por el pueblo, sin encontrarte a mi madre por ahí bailando, saludando a este o el otro, dirigiendo a la banda, organizando comidas, encuentros, visitas, más comidas, más visitas, otra salida, vamos, vamos, venga, sin mi madre al frente de la band... coming down. Supongo que harto de escuchar el soniquete de que 'estas vacaciones vienen torcidas', nuestro Señor decidió torcerlas de verdad. Ya nos veremos. Coming down.
Pregón y teatro nuevo. Como los del Ayuntamiento son compañeros, y la M, es compañera, colegueo con los compas. El pregonero al parecer también es nuestro, y hace tantas alabanzas a la virgen del castillo madremía que... paz y amor. Tolerancia y respeto. El compañero cree. No hay ningún problema. Estar con los rojos tiene el premio de que un colega de la infancia te diga que 'eres muy rojo', como sorprendido, en fin. Mesa institucional, ven aquí, siéntate aquí, me siento un poco incómodo. Pero los compas son muy majos y al final, poco más o menos, acabamos sabiendo que somos medio primos todos.
Mis primas. Este año no he visto a mis primas. Mi prima Juli, mi prima Juani. Lo dicho, sin mi madre organizando, todo se viene abajo. Mis otros primos, bien, como siempre. La Elena de viaje, que viaja más que Bob Dylan y el resto en perfecto estado de revista. Lalíder tampoco ha venido, con lo que le gustó el Macondo del norte de Jaén. Con lo que se hubiera reído con los problemas con las llaves, con el fresquito que ha hecho y lo que apetecía pasear... o no.
Viene mi hermano y empiezan las fiestas. Las eternas discusiones, este año hay más gente, este año viene menos gente, este año no hay nada, este año piscina (orquestas esta vez), a tope. Programa de festejos, Charangas, orquestas, colchonetas. Cerveza all the time. He comido de manera decente, creo que un día, no me han visto el pelo en la mesa. Con mi hermano para arriba y para abajo, como siempre. Paradas técnicas, con la calma. Yo hablo con gente, pero mi hermano habla con mucha más gente. No podemos ir a ningún sitio sin una hora de retraso. Juntamos a toda la banda histórica. La Pepa más guapa que nunca, la Raka ídem, la Marijose (con la Roma, qué guapa), la Montse... la Rocío también está por allí, El pequeño Airú danza por el pueblo y habla. Habla mucho. Este año se ha soltado a hablar. Tiene una pistola de burbujas que se llena con agua y fairy. Huelo a fairy casi todas las noches. Y quiere una bola. Orquestas, victoria aplastante de follow the leader y destierro definitivo de paquito el chocolatero. Pero la canción es la del Taxi. Ya hablaremos.
Y ganamos la Supercopa y la alegría dura lo que dura, que es una noticia muy guapa, ver (o no ver, no ví el partido de vuelta, no me atreví, me cagué vivo, no lo soporté, iba viendo las caras de mi hermano... qué cacas) al Athletic ganar. Se acuerdan, verdad, de lo que era ganar. Se acuerdan que dije que cuando ganáramos no haríamos tanta gracia. Pues era esto. Ganar y ganar fuera de casa.
Y más subir y más bajar. Y todo lo contado está muy bien. Y van pasando los días. Y saludas, te ríes, bebes, la fiesta de la espuma, la charanga, el flamenco en la plaza con una chica que canta y que tiene a su maestro delante y el maestro no la conoce y la primera que canta es de Lole y Manuel, los ríos de mi..., y volvemos a casa más temprano y no coincidimos con los que van a los toros. Y mucho subir, y mucha cerveza, y mucho bajar.
Y la cuesta de la piscina ahí delante, con el asfalto que resbala y la tierrecilla (tierrecilla así con la ll casi como una s), la cuesta, subir, Vacaciones. Ir al pueblo. Este año. Ha sido este año. Todo lo que ha pasado ha sido este año. Pero hay algo que no se va. El año pasado. Este año ha pasado esto que he contado, esta visita al pueblo. Pero el año pasado no se ha ido. La cuesta de la piscina no la subí el año pasado, creo que ni una sola vez. Siempre por los trancos, siempre por otro sitio. Este año, cuesta de la piscina. Este año ha estado bien. Vienes más delgado. He engordado un poco aquí. Este año. El año pasado. Y así doce días. Yo estuve aquí el año pasado y no estuve. Yo estuve el año pasado y no era yo. Este año no he estado tampoco. Pero este año soy yo. Coming down.
Mi madre está mejorcillo del ojo, que también se lo puso así.
Muchas gracias por todo, M.
Cada día me disfrazo, pero rara vez lo documento.
ResponderEliminarTodos los pueblos son cuesta arriba. Por eso no hay gimnasios, no hacen falta.
ResponderEliminar¿Es ud charnego? ¿Es bonito Jaén?