El disco House Of
Tomorrow, de los Magnetic Fields, se encuadra dentro de la serie de discos ‘que
se hacen con un tres y un cuatro’, pero que se escuchan como si hubieran sido
elaborados cuidando todos los aspectos para llegar a tocarte una fibra que otros
discos con muchas cosa, muchos nombres, mucha gente, no lo hacen. Un disco en
el que hay una batería con un nada, que más parece una caja de ritmos que otra
cosa, unos teclados que están sonando como si los hubieran comprado del cash
converters y unas guitarras que no hacen más que relleno. El tipo que canta,
que es el líder de la banda y se llama Stephen Merritt contagia el mismo
entusiasmo que quien te dije, y las letras son… en inglés, con todo lo que ya
hemos comentado en otras ocasiones que eso conlleva. Usted canta esto y yo
entiendo (si lo entiendo) aquello. Comunicación.
El disco es un
mini disco. Tiene nada más que cinco canciones, con lo que podría ser más un EP
que un disco en condiciones. ¿Conocen a los Magnetic Fields? Yo los conozco un
poco. No mucho. Conozco gente que es muy fan, y a mí me gustaría ser muy fan,
pero no he tenido el empuje necesario para ir más allá. El disco 69 songs of
love, lo tengo, lo he escuchado, tiene canciones muy chulas. El disco
Distortion lo estuve poniendo ni me acuerdo los días, tiene un par o tres de
canciones que me entusiasman. La de Drive on Driver, la de veces que la puse
aquellos días de julio. Entendiendo justo lo contrario de lo que quiere decir
la canción. O no.
Este disco de los
Magnetic Fields comienza con una canción que se llama Young and Insane. En esta
ciudad no hay nada. Primera frase. Mientras vas camino de algún sitio
escuchando la canción, te olvidas de seguir el resto de la letra. Porque somos
jóvenes y estamos locos. En esta ciudad no hay nada y nosotros somos jóvenes y
estamos locos. Una canción trotona, que, la verdad, no es que sea una puerta de
entrada ilusionante para el resto del álbum. No sé. Puede que, como ya conozco
las otras, y muchas veces escucho el disco de manera desordenada, o aparecen
las canciones en la lista de dos mil canciones del mp3, no me espero que esta
sea una manera ilusionante de empezar. Sea como sea, marca el inicio del disco.
La segunda
canción ya es otra cosa. Primero descubrí Technical (you are so) en la versión
de Hidrogenesse. ‘Es una versión de Magnetic Fields’. Por ahí entré en el
grupo. Eres tan técnico/a. Al final siempre acabo hablando de lo mismo, de las
mismas referencias. Si quieren saber de qué va la letra aquí, bueno, es
describir a esa persona que puedes ser tú, tan referenciado, tan leído, tan
culto, tan perdido, tan bohemio, tan sabedor de tantas cosa, que puedo ser yo. La
muerte de la izquierda eres tú. Eres un chico o eres una chica. La letra. La
música. Esta canción podría sonar en bucle indefinidamente y no cansa. Con esa
voz aburrida, comentándole a alguien lo guay que es, lo que sabe, lo que hace,
lo que dice, lo que propone, lo que consigue. Qué bien. Qué ilusión me hace
conocerte. Eres tan técnico. Lo haces todo tan bien, lo tienes todo tan claro. ¿Eres
un chico o eres una chica? Esta es la canción del disco, claro. Pero no
desdeñemos lo que viene detrás.
Alien Being es
muy parecida y la música mola muchísimo, casi más que la de Technical. Es tan
chunga como la anterior. Hablas mucho sobre nada, piensas mucho sobre nada… no
tienes sentimientos, creo que eres un alien. Eres tan nada, que pareces de otro
planeta. Haces tantas cosas sobre nada, te mueves en tantas cosas que son nada,
piensas en tantas cosas que no son nada… que pareces de otro planeta. Aquí la
música es casi bailable. Ojo. Con un bombo mucho más bombo, podría ser un
hitazo. No tienes sentimientos, creo que eres un alien. Esta canción, cuando
aparece después de Technical, parece un rayo de luz después de la cantidad de
mala ostia que tiene ésta, pero cuando te fijas en la letra ves que la mala
ostia continúa.
Porque es un disco
de mala ostia. Qué guay es todo. Cómo moláis todos. Cuánto os queréis todos.
Qué bien os va a todos. Qué bonito es todo. Pues yo no lo veo.
Love goes home to
Paris in Spring, es otra canción de mala leche. Estoy contigo y no hago nada. Estoy
contigo y no me dejas hacer nada. Estoy contigo y hago… no hago nada. Es suficiente,
nunca me das nada. Lo que no entiendo es la frase de love goes home to Paris in
Spring. Es una canción que con otra letra podría parecer hasta bonita, pero no
lo es. Y todas las canciones tienen unos coritos y unas cosas tan simplonas que
hacen que las escuches una y otra vez sin que te cansen. Todas las canciones, y
ahora viene otra de las causas por las que los que me conocen sabrán que es
fundamental para que me cale, es la repetición.
Se basan las
cinco canciones, que son muy cortitas, en repetir. Repetir el mismo ritmo, sin
cambios. Todo el rato lo mismo. Un par o tres de notas y listo. Es mi rollo.
Así sí.
Either you don’ t
love me or i don’t love you. Cada vez que tú te sientes de puta madre, yo me
siento mal. Cuando me recuerdas todos los buenos momentos, me siento triste. Se
puede ser más cabrón. Todo así como si lo hiciéramos nosotros en el local, con
una batería, con una pandereta, y simplemente rascando las guitarras. Y a
repetir el coro. Cada vez que tú te sientes bien, yo me siento mal. No entiendo
el título de la canción. Da igual si no me quieres o si no te quiero yo. Con la
batería, que es una chica, haciendo un redoble con el charles. Es un disco
encantador y que hace que vayas por la calle mirando a la gente como si fueran
los protagonistas de la canción. Vosotros sois esos de los que canta. No yo. Yo
soy el que canta también.
Cómo mola ser el
que canta. Cinco canciones. He hablado mucho de este disco, de las canciones,
pero no recuerdo haberle dedicado un momento a recomendarlo. O sí. Pero da
pereza buscar… De verdad, las escuchan y me dicen si les apetece el qué.
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