Hablaban de una
canción que cantaba una cantante con la cabeza rapada que se ponía a llorar
durante el vídeo. En aquel tiempo yo quería ser un punk. De vez en cuando me
acercaba mucho al personaje y daba el pego, pero ya les digo que no me salía. En
aquel tiempo quería ser malo, molestoso, una idea extraña de lo que era un
punk. Como casi siempre, estaba enamorado de alguien que muy posiblemente no
tenía ni idea de ello y que, si lo hubiera sabido habría huido como cerca a
Kamtchatka. Y entonces hablan de esta canción y escuchas la canción. Y no solo
llora Sinead O’Connor mientras canta Nothing Compares to you, sino que a uno se
le forma un nudo en no sabe dónde y no puede dejar de venirse abajo con el
tema. Y te enteras de que es una versión de una canción de Prince que tú no
conoces, y si le tenías alguna simpatía a Prince, en ese preciso instante entra
en la categoría de artistas que consideras ‘tuyos’, aunque no le sigas, aunque
no tengas nada de él, aunque te gusten canciones sueltas. Ni siquiera creo
haber escuchado la original de Prince. Cada vez que escucho esta canción se me
encoge el alma. Nothing Compares to you.
Lo que no tengo
tan claro es si cuando Sinead hace esta versión antes o después de hacer Kiss.
Ponían esta canción en la radio, cuando aún escuchaba los 40 principales.
Esperabas a que llegase alguna canción que medio molara. No siempre he
escuchado Radio 3, aquí donde me ven. Kiss es un cancionón. Incluso con la
versión de Tom Jones, es un cancionón. El video era super molón y hacía que le
cogieras cariño a Prince. A ver cómo lo cuento aunque creo que ya lo he contado
antes. En mi casa se vivía en el sovietismo. Michael Jackson, Bruce
Springsteen, la coca cola, los Estados Unidos, Madonna, símbolos culturales de ‘los
americanos’. Contra Michael Jackson. Prince. Más o menos iba por ahí. Quizás no
fuera mejor una cosa que otra, pero parecía ‘el enemigo’ de Michael Jackson.
Eso quería pensar yo. Si Michael Jackson no mola, debe molar Prince. Y eso que
ya lo medio conocías de antes, de cuando cantaba Purple Rain y pensabas… qué
cosa tan ñoña, qué tío más raro. Pero insisto, no acababa de caer mal. Y suena
Kiss y dices… esa canción mola. Con cuatro cosas, porque no parece una canción
muy complicada. Pero, es de esas canciones que, cuando acaba, se te hace corta.
No hay nada que se compare a Kiss. Ninguna canción mola más que Kiss. Sólo quiero
tu extra time y tus…
Otra canción. La de
Raspberry Beret. Supongo que como ya me gustó Kiss y otra que se llamaba
Lovesexy, cuando sacó esta de Raspberry Beret ya estaba más o menos pendiente
de Prince. El vídeo molaba mucho y uno esperaba a que lo pusieran en los
contados programas que ponían vídeos. El vídeo, tocando con esas guitarras
rarísimas que llevaba, con el pelo rizado aquel que llevaba, con esas especie
de uniformes o de vestidos sacados de la corte de Luis XV, por lo menos. Y
estaba acompañado de una banda que iba vestida igual. Y tenía al lado a Wendy
& Lisa. Mira, en la radio están poniendo ahora Raspberry Beret. Es, creo,
la canción que te acaba de convencer. Si no te gusta Raspberry beret… Cuando
empezó todo esto de bajarte música, de poder ver vídeos, iba uno haciendo recopilación
de datos. ¿Qué me gustaría ver? ¿Qué me gustaría escuchar? Me gustaría escuchar
esa de Prince. No sé con quién hablaba yo de esto entonces. ¿Con la Sabina? Me
bajaba música de Napster y esta fue de las primeras. Ese vídeo. I think i love
her. Siguiendo el ritmo. Dicen que el disco en el que salía era muy beatle,
pero no lo he escuchado. No hay vídeo. No lo encuentro.
El amor, el sexo.
Una portada de Prince con Prince en pelotas. Acaba de salir un periodista en la
radio diciendo que entrevistó a Prince y le dijo que ‘la música es algo más que
la música’. Más allá de lo que oyes hay algo. Lo que ves, lo que insinúas, lo
que ocultas. Prince eliminó los vídeos, la música, lo que apareciera suyo en
Internet. La canción lovesexy era más o menos parecida a la de Kiss, la ponían
en la radio y te gustaba igual. La misma guitarrita funky. No sé. Hoy va a ser
un día muy largo. Hoy toca mi hermano con su otro grupo, Sven. Se estrenan. Son
muy buenos. Hay que verlos. Tocan en Poble Sec, en el XXIII Guitarras. Ahí, la
última vez que tocaron como Deltanoise no podían tocar demasiado fuerte. Qué
día aquel. Me acuerdo mucho de ese día, me acuerdo muchísimo de todos los días
que han ido viniendo. Hoy el corazón me va a ir a doscientos por hora. Hoy
tiene pinta de que va a ser un día muy largo. Ya me empieza a doler la cabeza.
No sé. Nothing Compares to you. Debería poner esta canción otra vez, porque es
la canción de hoy. No debería haber escrito nada hoy. Simplemente poner la
canción de la Sinead y se acabó. Nada se compara contigo. Con la lágrima
cayendo.
Me quedan dos
canciones y hay que acabar con la que hay que acabar. Recuerdo un vídeo de una
actuación en directo en el que cantaba Cream. Esta canción es ya de una época creo
que bastante posterior, aquí ya empezaba con su rollo del símbolo y esas cosas.
Pero esta canción era muy buena. Sobre todo ver la interpretación en directo,
ver al grupo creando el ambiente hasta que al fenómeno se le ocurría
intervenir. Bueno. Estamos hablando de Prince. Un tío raro que tenía mil
rarezas y mil cosas extrañas y al que muchos, digo muchos, perdimos la pista
hace tiempo. De algo hay que escribir. Populismo. Escribir de lo que escribe
todo el mundo, de lo que habla todo el mundo. Ganar popularidad diciendo cosas
que la gente quiere oír. No voy a seguir por ahí. Analicemos la semana. Crítica
de un libro colomense, crónica de una boda de colegas, cumpleaños de mi
hermano, un texto sobre lo que todo el mundo sabe, Prince. Populismo. Ayer tuvimos
un interesante debate con un fotógrafo local sobre las imágenes, sobre el uso
de las imágenes. Hay una exposición en el Casal del Mestre sobre el Sáhara.
Sobre viajar, sobre ir a sitios, sitios que no me gustan, sitios a los que me
molaría ir. Qué día más largo.
La última
canción. La de Purple Rain. Canción que uno descubre tarde, cuando ya es bastante
mayor y tiene algo más de criterio para entender que lo que escucha es algo
más. Y mira que es una canción menos ‘sentida’ que la de Nothing compares to
you. Purple Rain supongo que debe hacer llorar tanto o más que la otra. No lo
sé. Sólo sé que es una de esas canciones mantra que me gustan. Canciones en las
que uno va recitando y va diciendo cosas y puede alargarla hasta que se haga de
día, para decir que sólo quiero verte haciendo lo que sea bajo una lluvia
púrpura. Eso es. Solo quiero verte haciendo lo que sea. No sé lo que dice
durante toda la canción, las cosas que le pasan, las cosas que va medio
lloriqueando. Solo sabe que al final, solo quiere verte haciendo lo que sea
bajo la lluvia púrpura. El punteo de la guitarra, todo eso, está muy bien. Solo
quiero verte haciendo lo que sea, viendo lo que sea, estando donde sea, bajo la
lluvia púrpura o bajo un sol radiante. Va a ser un día muy largo este. No llueve.
Ayer llovía. Hoy toca mi hermano. Mi padre y mi madre hoy exponen con Els
Coloristes. Mi padre cuadros y mi madre unas botellas muy chulas que decora. Y
yo solo quiero verte haciendo lo que sea.
Ya está. Mañana es
Sant Jordi, será otro día también muy largo. Pasado es domingo. Hoy es viernes.
Me dijeron ayer que llevo siempre unos sueters muy viejos. Alguien que yo creo
que me ve poco, pero se dio cuenta. Acaban de poner en la radio Kiss y he
llegado tarde a escucharla. Yo solo quiero verte haciendo lo que sea bajo la
lluvia púrpura.
Malo y molestoso es, ¿qué se pensaba? ¿qué era bueno?
ResponderEliminarQué pocos vídeos hay de Prince, con su obsesión de retirarlo todo o no compartirlo de gratis.
¿Sabe que al final se hizo testigo de Jehová e iba llamando a las puertas con un maletín?