jueves, 25 de agosto de 2016

Catalunya sin color

Por comentar algo. Las últimas semanas he leído algunos artículos que me han dejado un cuerpecillo raro respecto al tema. El tema es el de qué hacemos aquí, qué somos, qué nos espera. En Catalunya, digo. La metafísica la dejo para otro momento.
El primer texto que me hizo pupa fue un artículo aparecido en Vilaweb en el que Eugeni Casanova hablaba de que en un hipotético referendum unilateral por la independencia, sería la Generalitat la que haría el censo y no el Estado Español. Decía, de manera clara, que hasta ahora en Catalunya votan los españoles que viven en Catalunya, pero no votaban 'solo' los catalanes. Y después de esto se lanzaba a proponer algunos criterios para decidir quién podría votar, quién era catalán con derecho a voto, no sin antes decir que su postura no era xenófoba ni racista ni nada de eso. No basta con vivir en Catalunya (català és tot aquell que viu i treballa a Catalunya), porque los funcionarios españoles viven aquí y no sienten esto como... Què volen, a mi això em fa una por que... És un text del mes de gener, però que no sé perquè el vaig veure ja al poble. Eugeni Casanova no ha tornat a escriure al Vilaweb. Com dic, l'he llegit al poble. Bueno. Jo sóc català. No sóc andalús, no sóc menys català perquè els meus pares hagin nascut a Jaén. No vull. Tampoc ploro quan veig una estanquera i habitualment vull que els equips espanyols perdin sistemàticament en totes les competicions. El Barça també. Es la misma autojustificación de siempre. Cuando la gente habla de 'los catalanes', debe ser consciente de que habla de todos nosotros. Los de padres de fuera y los de la ceba. Yo mismo intento convencer a mis padres de que ellos ya no son andaluces, que son catalanes, porque viven, se relacionan, están aquí. Aunque no hayan perdido el acento y no se hayan aproximado al catalán ni de lejos. Luego vendremos al tema del idioma. Recordo parlar amb la Rocio al poble. Ella em deia que jo era d'allà. Que jo era de Vilches, perquè hi vaig molt, perquè els meus pares son d'aquí, perquè les meves arrels... no, no vull. Jo sóc català, casi ná. I no vull que ningú em digui que ni jo, ni els meus pares, no som prou kosher per decidir el nostre futur aquí. Estic molt cagat. Abans de marxar vaig veure el programa de Tv3 on Lluis Cabrera, del Taller de Músics, parlava dels seus origens també a Jaén i de com s'ha fet independentista. En principi veia el programa amb racança, Un altre que 'és de fora però repeteix tots els tòpics sobre Espanya caca i Catalunya ole'. Pero a medida que iba hablando me daba cuenta de que, salvo por ser independentista (una opción que puedo entender) en muchas cosas estaba de acuerdo. Le sigo en Twitter y veo que se enzarza en unas polémicas sobre el idioma de aúpa. Él quiere ser portavoz de quienes sin importar el origen sienten TODO lo que hay aquí como suyo. Pero siempre le dan caña. O todo o nada. Por mucho que se esfuerce, parece que nunca acaba de ser de aquí del todo, por no seguir los principios básicos: un país, una lengua. Una forma de ser, de sentir, de creer, de leer. Si no me gusta eso con la caspa patria, no me puede gustar tampoco con la caspa local.
Y le dan caña, digo. La caña. Desde que ERC identificó a En Comú Podem como el enemigo, hemos tenido un veranete importante. Los manteros, el metro, los hoteles, lo del Born... ay lo del Born, las víctimas de la guerra civil... ha sido muy fuerte. Finalmente Ada Colau irá a la mani de la ANC por la Diada. Ya han conseguido 'dividir' al enemigo. Ya tenemos a ICV por un lado, a Colau por otro, a los nuestros pensándoselo (dicen que iremos, no lo sé), justo cuando vamos a construir la alternativa capaz de darle un giro a esto más allá de la banderita. Le han dado caña a Colau, a la Marta Ribas, a Rabell, al Coscu, al Pisarello, y a nuestro Joan Mena. Lo de Joan Mena ha sido tan burdo que daría risa si no fuera un síntoma. Van con todo. Da miedo vivir en un lugar así. O eres o no eres. O sí o no. Si no fuera una estrategia electoral, sería preocupante. A Twitter se viene llorado de casa, dicen. Pero el texto que me ha dejado patas para arriba es de Bernat Dedeu en su blog. Insultar als Comuns. Aquest comentarista polític diu el següent. Els Comuns han insultat primer, dient que els partits com CiU i els seus votants eren màfia, casta, Així que si ara els independentistes els insulten, que es fotin. Bla bla bla, i al final de manera molt literària acaba dient que si es molesten que se pongan de rodillas y se la chupen. Este es el nivel. De veritat? És aixó?
Diuen que el Procés s'acaba. No sé ón ho hauré llegit, però suposo que al Ctxt. Sóc molt de llegir. I que aquests atacs són fruït de la ràbia per no veure que la cosa arriba a bon port. A un port que es va postposant en ares d'un camí on la culpa de que no sigui més ample és nostra. Els Comuns. Que no som prou valents, que en el fons som unionistes, que som artificials i que dintre hi ha gent que si i gent que no i volen això, dividir. Que hem de deixar de banda 'lo fraternal' i veure que a Espanya no hi ha ningú que ens entengui ni que valgui la pena. En fi. Escolto Rac1 i sembla, pel contrari que s'està fent un esforç gigantesc i està a tocar.
El tercer text és una noticia en El País sobre bilingüisme que diu que a un curs de la UCE es van dir unes coses que fins i tot van esgarrifar a Rufian, que va sortir de la sala. Avui, Quico Sallés ha dit que ell no està segur que això passés de veritat. Bueno. Se dice que los ponentes abogaban por eso, un Estado, un idioma. I que fins i tot posaven com a exemple el franquisme de model d'estat per imposar un idioma. El professor Murgades va parlar de Pasqualo i Pepe que van venir a parlar la llengua dels borbons... Fa por, veritat? No diré ahora eso de que yo hablo catalán mal, pero lo hablo, y que mi idioma materno es el castellano y esas cosas. Si todo eso da igual. Lo que importa es la idea general. Unos son, nosotros no somos.
Pero les jode que seamos. Que hayamos hecho más por las libertades en este país que muchos de ellos todos juntitos. Lo del aniversario del PSUC no lo pudieron soportar. Que ganemos las generales desmontándoles el chiringuito, no lo pueden soportar. Y vienen con todo.
No sé si iré a la Diada o no. El año pasado no fui. Hace dos sí. La foto es de entonces.
Los símbolos, la patria. La nación, la lengua. Es tan así la cosa, que en facebook tengo puesta una foto de un olivo de la familia en Vilches. Y me da cosa, la tendría que quitar, porque claro... no parezco de aquí. Demasiada vinculación con la tierra de mis padres.
Este es el nivel. A esto llega la cosa. Es lo que tiene haber dejado esto de la mano de gente de derechas y haber asumido su discurso desde hace tantos años. Que luego no tienes uno propio, y cuando se te presenta, vas a derribarlo. Ay. Y Ciutadans parlant de trilingüisme... uf. Lo que digo, no podemos dejar esto en manos de la gente de derechas.
Moción de confianza a Puigdemont en breve. Seguimos para bingo. Patria o clase.
Clase.


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