Todo fachada. Me tendrán algunos, no todos, por una persona cultísima, muy leída, capaz de conocer la capital de Bielorrusia o de hacer un breve análisis de... pero es todo fachada. 14 libros en un año. Como siempre, toca hacer balance de lo leído. El reto consiste en leer 50 libros al año, tal y como se planteaba en La Página Definitiva hace tiempo. Este año he aumentado el número de lecturas, pero sigue siendo una cifra muy pobre. Bueno, comencemos.
1- Georges Simenon - Maigret va a la escuela. Empezar el año con un libro de Simenon indica que tienes ganas de leer, de leer mucho, aunque sea novela breve, empezar leyendo algo que sabes que te gusta. Un nuevo caso del inspector Maigret en el que tiene que resolver un asesinato con profesores implicados. Leer a Simenon parece una tontería, pero se aprende mucho. Tanto si te gusta escribir, como si te gusta conocer lo peor de las personas. Si te gusta escribir porque va cortita y al pie. Si no, simplemente por imaginarte caminando por una calle de una ciudad de provincias francesa o belga, entrar en una taberna, pedirte un vino, o un calvados, mirar a la gente, pegar la hebra. Aunque solo sea por eso, merece la pena leer a Simenon.
2- Joseph Roth - La rebelión. Lo mismo. Otro autor de los que me gustan mucho Centroeuropa, Austria, periodo de entreguerras. Un libro que habla de la pérdida de la fe en el sistema de una persona aferrada a los viejos valores. Si todo va mal, puede ir bastante peor. Y no solo eso, puede que en el camino no solo pierdas lo poco material que tengas, también puedes perder tu dignidad. Y si intentas rebelarte, entonces es cuando te están esperando. Este libro no me gustó demasiado, tengo que decir la verdad. No es por que sea malo, que no lo es. Es más bien por la sensación demasiado agria que me dejó. Me gustan los libros que tienen cierto poso de chunguez centroeuropea, me gusta Zweig, me gusta Roth... pero este, no sé, me pareció excesivamente oscuro. Es que Roth tampoco terminó muy allá.
3- Salvador Redón - La muerte de Naim. Una novela de intriga con sabor local. Una novela que transcurre por Santa Coloma y que se ambienta en unos años en los que Santa Coloma había cambiado de manos, de IC a PSC, con diversos asuntos turbios derivados del... Me gustó este libro. Como es un autor local, y además es colega, tengo que decir que me gusta. Pero es verdad. Si me lo leo es porque sé que me va a gustar, hay libros que también tienen a Santa Coloma como escenario y no me llaman la atención. Este me pareció entretenido y la historia que cuenta tiene esos dos planos que debe tener toda novela policiaca o de género, que te cuenten una intriga, pero que te estén contando algo más.
4- Paul Lafargue - El derecho a la pereza. Pido perdón por no recordar quién me regaló este libro. O igual me lo compré yo. Espera, que me lo compré yo. En Sant Jordi. Desde enero hasta Sant Jordi, cuatro libros. Este es un libro pequeñito, un clásico denostado de la formación en el pensamiento que compone el corpus básico filosófico del movimiento obrero. Escrito por el yerno de Marx, aquí Lafargue, con algunas salidas de pata de banco que no sé si se pueden disculpar por la época en la que se escribe, nos dice que esa fe en el trabajo, en la ética del trabajo, en la santificación del trabajo, del esfuerzo, no es más que un camelo de los burgueses y los capitalistas para tenernos enganchados a la rueda por lo que quieran darnos. El título del libro puede decir una cosa, pero nos dice otra, que no se trata de producir por producir. Pasa que para alguna gente, parece que el libro quiere tirar por tierra el 'obrerismo' por parte de un burgués mismamente. Sea como sea, me pareció muy interesante, salvo por que tiene demasiados piés de página relacionados con personajes de la política francesa del XIX que entorpecen demasiado su lectura.
5- T.C. Boyle - Música acuática. Sin duda, uno de los libros del año. Creo que ha sido para mí uno de los descubrimientos más importantes del año. Me encantó este libro. La aventura de Mungo Park por África, el retrato de un Londres dickensiano pero con triple dosis de escabrosidad, me dejó atontado. Lo que daría yo por hacer algo así. No lo haré jamás, pero me alegra que haya gente capaz de hacerlo y que pueda yo disfrutarlo. Es un libro extenso, denso, divertido, burro, fascinante, que me encantó. Durante un tiempo, y esta es la prueba de que algo me gusta, le fui contando a todo el mundo lo mucho que me estaba gustando el libro que me estaba leyendo, animando a leerlo, intentando investigar más obras de este autor. Todo en vano. Nadie picó y yo tampoco he seguido leyendo más obras de este buen hombre. Lo que daría yo por poder hacer algo así. En fin. Sin duda, el libro de ficción del año.
6- Montserrat Suáñez - La leyenda del enmascarado. Otro libro escrito por una colega, en este caso una amiga virtual a la que conozco de aquí, del blog, del fotolog. Una amiga, al fin y al cabo, que presenta su ya segunda novela, que lo está petando con ella, que va presentándola por todo el espacio sideral. Una novela histórica, ambientada en la Francia medieval, en tiempos de los cátaros, en el que dos señores muy señores se disputan el amor de una señora que, sí, que está prometida y casada con un señor muy bueno y muy majo, pero que está pillada por un señor muy señor pero que es más malo que un dolor y que no va a dudar en putear a todo pichichi con tal de conseguir a la dama. Un libro muy entretenido, que se lee en un tirón, que no te bruma con datos históricos y que se centra en la historia y la relación entre esos tres personajes. Esperando ya a que escriba otro. Que no pare.
7- Philip Short - Mao. La biografía. El libro del año, en la categoría de no ficción. Este me lo regaló mi hermano y copón qué acierto. Un libro denso, espeso, complicado, que abruma en datos, nombres, líneas, todo. Abruma. Como Mao. La vida de Mao desde pequeñajo hasta su muerte. Una vida dedicada a la revolución, a pensar en la revolución y sobre todo en hacer la revolución. Hacer. Preparar. Pelear. Perder, huir, enfrentarse, esconderse, retroceder para avanzar, avanzar para dejarlo todo atrás. Intentarlo. Una vida de un personaje complejo, que sabes que actúa en muchas ocasiones con una hijoputez absoluta y que sin embargo, uno se pregunta si no está haciendo lo que Marius Sampere dice en el famoso verso: 'viure és provar´-ho infinites vegades', que está escrita en el parque fluvial del Besós. Mao hace la revolución, gana una guerra aunque tiene un ataque de pánico cuando está a punto de ganarla, no tiene ni idea de cómo gobernar China, va probando, va puliéndose a los suyos, va llegando al límite, parece que quiere probar el límite del límite con la Revolución Cultural, pero se guarda en la recámara a Deng para... Bienvenidos al futuro.
8- James Rhodes - Instrumental. Bien. Hace poco en un Salvados se habló de este libro, aparecía el autor, la gente quedó consternada con lo que contaba. Este libro me lo regalaron para Sant Jordi. Me lo leí a momentos. No me gustó. La historia es durísima, lo que pasó el autor es una puta mierda, pero el libro, la forma de contarlo todo (sobre todo las partes de su recuperación y caída y recuperación y caída y la gente que es super trascendental y super importante y lo de narices que le va todo y...) no me gustó. No es una historia que anime demasiado. Una historia de abusos, de chungueces, de estar hecho polvo por culpa de un cabrón que te viola cuando eres niño. Muy mal. Pero algo, algo en la manera de contar la historia, algo en la manera de... no me gustó. Me gustó el tema de la música clásica, en cómo habla de la música clásica, en las referencias a las obras, en los ejemplos musicales. Eso sí. Pero algo, algo en el libro me hacía fruncir el ceño de vez en cuando. En fin.
9- Georges Simenon - Maigret i el lladre mandrós. Maigret vuelve a la gran ciudad y se mete en los bajos fondos y tiene que resolver un caso en el que un ladrón que no es un ansioso del crimen precisamente se ve envuelto en una trama paralela que le cuesta cara. Como siempre, tabernas, restaurantes de barrio, comidas, bebidas, mujeres fatal y mujeres que le hacen a uno soñar o cometer tropelías sin fin. Mi hermano ha pillado últimamente libros de esos de baratillo de Simenon, como empiece no va a poder parar. O no. No sé. Igual me gusta porque soy así como rancio, en catalán se dice 'rònec'. Igual me gustan estos libros por que soy rònec.
10- Michael Kruger - La última novela. No sé porqué pillé este libro de la biblioteca. Empecé a leerlo y no me gustaba, no sé porqué seguí leyendo. Y a medida que iba pasando páginas me daba cuenta de que me gustaba, que me interesaba. Una novela sobre un escritor que escribe una novela que va haciendo y rehaciendo y eliminando y creando y viviendo a medida que pasa el tiempo. Una novela que va escribiendo, qué cosas, en base a lo que está pasándole en su propia vida y que debe ir modificando porque la vida le va llevando por sitios y personas diferentes. Y no todo se puede poner en un papel, o se puede poner todo, o la vida la puedes ir modificando y te la modifican y no te la publican. No consigo recordar porqué cogí este libro pero debe haber algún motivo.
11- Javier Pérez Andújar - Diccionario Enciclopédico de la Vieja Escuela. Con la excusa del pregón que Pérez Andújar hizo en las fiestas de la Mercé de este año, su obra ha alcanzado una nueva dimensión. Los progres de bien nos lanzamos a leerlo todo de él y a santificarlo. Y con razón. Este libro recoge artículos publicados en revistas, blogs, diarios... así como creaciones adhoc. Mola mucho lo que cuenta y cómo lo cuenta. Tanto que acaba uno imitando consciente o inconscientemente lo que hace cuando te colocas delante del portátil. Más allá de la mística del barrio, las referencias al mundo del cómic, del tebeo, de la literatura de serie z, más allá de todo eso, el libro traspúa (he colocado la palabra al fin), amor por la gente y desprecio por los cabrones que no quieren a nadie.
12- Stefan Zweig - Secret candent. Una novelita que yo creía que ya había leído pero no. A mí Zweig me encanta, me chiflan sus biografías de personajes históricos, e incluso su propia biografía, pero no me había metido en su obra de ficcion más allá de la Carta de una desconocida. Esta es una novela pequeñita en la que un niño se enfrenta al hecho de que a su madre se la quiera llevar por delante un chulo de playas. O de balnearios. El niño se imagina que ahí pasa algo, pero no sabe qué, porque no lo puede entender, hasta que más o menos lo entiende y se le cruza todo. Como siempre, todo está contado con las palabras justas, sin excesivos análisis de lo que es, puede ser, etc.,, yendo a lo que se tiene que ir y dejándolo claro sin tener que contarlo todo.
13- Joshua Rubinstein - Trotsky. Vida de revolucionario. Una biografía que encontré en la biblioteca sobre Trotsky que bueno, que está ahí, que no es que profundice gran cosa, pero que a mí al menos me ayudó a tener algo que contar cuando me hablasen de esta figura histórica del... Una biografía con una portada horrorosa y un contenido en el que se nos habla de un personaje brillante pero con serios problemas para hacer que su brillantez fuera de alguna manera... productiva. Sí, es fundamental para ganar la Revolución, pero, luego, se duerme en los laureles y no consigue frenar lo que parece inevitable. O es que no se podía evitar. Y todo lo brillane que es no le sirve para ver que alguien que parece menos brillante, como Stalin, se lo va a llevar por delante. Eso, todo fachada.
14- Reiner Tosstorff - El POUM en la Revolució espanyola. Un libro que quiere contar qué fue el Partido Obrero de Unificación Marxista. El tópico de quien no tiene ni puñetera idea sobre nada, como servidor, nos dice que, en su momento el POUM era el partido trotskista en España. Pues no. No lo era. El libro nos dice que era un partido complejo, que dentro había corrientes, que no era lo mismo Nin que Maurín, que eran muy de tirar para delante, pero que ni siquiera los de la CNT los tenían demasiado en cuenta, La lucha contra los fascistas y contra el comunismo soviético. Los procesos contra Nin. Cómo muchos de ellos (esto lo he visto luego), acaban en el PSOE. No sé, la eterna guerra. El libro aclara algunas cosas, pero tampoco demasiado.
Pues esto es todo. 14 libros. El año pasado intentaba salvar la cara diciendo que no había leído pero que había vivido. Este ha sido un año intenso. Pero intenso de verdad. Y ahí estamos. Quiero leer más, pero quiero vivir muchísimo más.
Tolya...No me pone los dientes largos con su lista de lectura. Le van los rollacos cantidad.
ResponderEliminarMe alegro por la Dama Enmascarada. Es ameno siempre leerla.
Feliz Año, claro.
ResponderEliminarPues no está mal, oiga. ¡Este año más y mejor!
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