Supongo que la pretensión de un establecimiento en el que dispensan bebidas y comidas, no es la de convertirse en 'el bar de mou', o en 'el bar de cheer's', en el que la gente saludaba a Norm cuando entraba con el 'hola Noooorm', porque todo el mundo se conocía. Supongo que la pretensión es la de que no haya alguien en la barra eternizándose con una copa de vino, con una cerveza, intentando dar la brasa a los camareros, metiéndose en las conversaciones de los demás, estableciendo lazos con parroquianos y dependientes. Como si fueras de la casa. Supongo que la pretensión no es la de hacer sentir a la gente como en casa. Pero la Cris es la Cris.
Supongo. Pero seguro que voy errado. Supongo que para alguien que, de vez en cuando, tiene la necesidad de ir a algún sitio a tomarse algo, aunque sea solo, encontrar un lugar en el que no hagan demasiadas preguntas, en el que no haya que intervenir, en el que puedas quedarte mirando fijamente hacia ninguna parte, encontrar ese lugar, te hace sentir mejor que en casa. En casa no ves cómo se abre y se cierra la puerta y 'quizás' aparece alguien que puede saludarte, preguntarte por alguien, ser ese alguien a quien ya no esperabas. En tu casa no está la Cris es la Cris.
Me gusta ir a Les Tannines. Todo lo anterior, todo lo que he escrito hasta aquí, tiene un sentido relativo. Qué quiero decir. Como siempre no sé si por pasarme de frenada, se entiende lo que quiero decir. Al pie. Les Tannines molan. Molan cuando estás con ganas de hablar y vas con gente y te sientes en comunión con el universo y la Rosita te pregunta cómo vas, y la Montse te saluda por tu nombre y te sorprende que conozca tu nombre, y la chica que parece una bailaora te corta de alguna manera, y la Lourdes hace alguna broma o dice lo de boooooote, y la Lídia te deja así como te deja la Lídia, y la Cris es la Cris.
Molan les Tannines desde hace mucho tiempo. Molaban cuando abrieron y era un bar en el que te ponían vino y una tapita y decías, mira, no es tan barato ni tan caro pero ponen vinos así que cuando te acabas acostumbrando a uno (siempre pido el más barato porque soy una rata almizclera) te lo cambian y ponen otro y acabas encontrando buenos todos los vinos. Molaban cuando descubres que la música que suena no tiene porqué ser una música 'que le guste a todo el mundo', sino que puede ser música que te guste a ti, copón, de una vez. Y descubres a la Rosita tarareando canciones en la cocina. Y dices, copón, este bar mola.
Molan les Tannines porque el día en el que no estás, que estás con ganas de sentarte un ratito en la barra y hacer como ese personaje de los Simpsons que lleva gorra y está en la barra del bar y no dice nada, pues también es el lugar. Y la Cris en esos mediodías de nada, está allí, y te ve que no y no te dice nada, te deja hacer. Y está el Wallace y normalmente el Wallace no te deja hacer y buena parte de culpa de que la música que suene sea tan buena es del Wallace.
No sé. El reportaje publicitario. Tienen que ir a Les Tannines porque es un bar que me mola. Es un bar que está en Santa Coloma. Hubo una fiebre hace un tiempo de bares como el de Les Tannines, y ellas aguantan y otros están a su lado y ellas están ahí. Y te encuentras con gente y hablas con gente. O puede que te encuentres con gente y no hables con nadie. Y si no quieres comer boquerones, olivas y atún y esa mierda, ya lo saben y no te las tienes que comer. Y te ponen otra cosa. Y te sientes mal. Porque no es el bar de mou. Es un bar. Y no mola. No mola ser 'el fijo del bar'.
No sé. Esta es otra reflexión. Ir mucho a un sitio. Crear el hábito de ir a un sitio. Tenerlo como fijo.
Se me está olvidando poner 'y está la Cris que es la Cris'.
Porque la Cris te deja hacer. Y se ríe cuando se tiene que reír. Ni antes ni después. Y se hace una foto contigo. O no. Y te deja hacer.
Y no sé qué más tengo que decir. Que haber encontrado un sitio así en Santa Coloma es un lujo. Y hay sitios muy guapos en Santa Coloma.
Pero en Les Tannines está la Cris. Y la Cris es la Cris.
No hay comentarios:
Publicar un comentario