Qué clase de carambola tuvo lugar en 1917 para que triunfara la Revolución Rusa y se instaurara, por primera vez, un estado socialista en el planeta Tierra. Qué clase de coordenadas astrales se dieron. Qué pasó. Hay una cuenta en twitter que está retransmitiendo la revolución desde 1917, minuto a minuto. Ayer decían algo sobre una huelga de mujeres que estaba triunfando. En 1917. Y que Lenin decía algo sobre la bicameralidad. Que no molaba.
¿Necesitamos esperar a octubre para hablar de la Revolución? Para hablar de la Revolución rusa, para entender qué pasó, para que a alguien le interese el proceso, el cómo, todo eso… no sé. Igual no le interesa a nadie. Igual seguimos pensando que estamos celebrando algo y que todo el mundo lo está esperando y no es así. No lo sé. Veo imágenes de un tío al que han quemado vivo en Venezuela. Le han quemado vivo en la calle. Durante todo el fin de semana hemos lanzado vivas y proclamas de apoyo a Venezuela, a la gente de Venezuela, a las instituciones de Venezuela. También han matado a un juez. Queremos pensar que los nuestros van a aguantar y que la cosa va a tirar hacia delante y vamos a seguir avanzando, pero están quemando a la gente por la calle.
He estado dos días asistiendo como invitado al primer congreso de Comunistes de Catalunya. No sé porqué no me afilio. No sé porqué no me afilié al PSUC Viu cuando me lo dijeron. No sé porqué me preocupa que hablemos o no de la Revolución Rusa si siempre digo que no soy comunista. Es difícil afiliarte a un partido comunista si dices que no lo eres. Es como mentir. Aplaudo los discursos, los comparto en su mayoría, hay algunas cosas que, con una cerveza de por medio, me atrevería a discutir, pero en líneas generales, estoy muy ahí. O no. Enmiendas con las que estoy más de acuerdo que con el redactado final, pero ya pasa, es normal. Atender a los debates, aplaudir las resoluciones, entender porqué estás ahí.
Hablar de la revolución, de la ruptura democrática en 2017. Mañana tenemos un acto como En Comú Podem, viene una diputada, Aina Vidal, hablaremos de las luchas que se dan hoy en nuestro país, desde el conflicto del taxi, a la estiba, pasando por temas locales como la municipalización del servicio de limpieza, Limasa. Vamos haciendo. Durante este fin de semana, mucha gente se despedía del estrado con el viva la Revolución. Cómo se hace la revolución.
Al volver a casa encuentro aceras levantadas, obras, reasfaltado, conversaciones sobre proyectos de remodelación del Paseo Alameda… se acercan las elecciones municipales. Faltan dos años, la campaña en esta ciudad va a ser dura. La alcaldesa socialista parece que asciende en el partido socialista. Santa Coloma, como ya vimos alguna vez, será una plaza en la que se invertirá mucho dinero.
Ser comunista. Llevarlo con dignidad. No atender a toda la mierda que desde siempre se ha lanzado, atemorizado y asesinado. Poder decir que tienes camaradas, que cuentas con ellos, que estás trabajando, hablando, compartiendo, bebiendo, riendo, discutiendo, lo que sea, con ellos. Ser comunista es algo de lo que estar orgulloso. Querer adaptar todo eso al mundo de hoy, a la gente de hoy, es tan complicado como lo fue en su tiempo convencer y hablarle a la gente de que otro mundo era posible. Ilusionar a la gente con algo.
Yo no lo soy. No creo que nos tengamos que quedar ahí. Creo que tenemos que tener más gente en común que simplemente limitarnos a un espacio, una zona de confort en la que creer y hablar. Creo que lo podemos hacer más amplio. Crear una cosa nueva de verdad. A partir de lo que había, no quedándonos con lo que había, yendo más allá. Respeto a quién quiera seguir teniendo un espacio desde el que hacer cosas, un espacio, pero creo que ese espacio y ese tiempo lo podemos dedicar a algo más amplio. Estaré equivocado, seguro.
Para el cartel han escogido un cuadro del gran Malevich, La carga de la caballería Roja. Salir a la ofensiva, sin miedo. A la carga. Aunque solo sea por ese espíritu, mola estar.
Y me parece que, si no hubiera un espacio más amplio, ese podría ser un buen lugar para hacer cosas. Pero ya militaba en un lugar que era algo así, un lugar amplio. Y espero hacerlo en otro más amplio aún.
Al acabar, cantamos la internacional (en catalán no me la sé), els segadors y El Pueblo Unido jamás será vencido. Curiosamente, es la que dejan sonar hasta el final.
Ser comunista. Hacer la revolución. Conformarnos con levantar aceras y que nada se mueva. Pensar en cómo podría ser todo diferente y mejor. Y hacerlo.
Estoy viendo una película y no me estoy enterando de nada.
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