El Rock. El Rock en todas sus manifestaciones y géneros no son más que una de las múltiples estrategias que utiliza el sistema capitalista para distraer la atención de las masas trabajadoras e inocularles bajo un barniz de transgresión la idea de libertad y al mismo tiempo de frustración que mantiene a la clase trabajadora atada de pies y manos, narcotizada por completo, en manos de esos mismos que le prometen el oro y el moro. El Rock es una patraña que ofrecen los dueños de los medios de producción y aquellos que gestionan los bienes culturales, diseñado por los capitalistas norteamericanos y perfeccionado por sus sibilinos secuaces británicos, con el torcido propósito de crear en la juventud una falsa esperanza que nunca se verá cumplida. El Rock es una apropiación de la cultura afroamericana, pasada por el tamiz de los criterios del gusto del público acomodado blanco, para crear un producto capaz de hacer sentir simpatía por los débiles, pero sin ir más allá del análisis superficial y méramente sentimental, obviando que existen unas condiciones previas que hacen que el Rock no sirva como herramienta para alcanzar la liberación real de la clase trabajadora, si no que, antes al contrario, es un instrumento en manos del capital para someter y alienar a quien promete liberar.
https://www.youtube.com/watch?v=ArR-O3d5wWo
El Rock es un vehículo perfecto para trasladar el mensaje de rebeldía y libertad contra el orden. Desde su nacimiento, como música derivada de los ritmos afroamericanos como el blues y hermanado con las músicas de los blancos pobres como el hillbillie, el rock no es más que una forma más que tienen las clases populares para poner voz a sus ansias de libertad y de justicia. El Rock es un arma más en manos de las clases trabajadoras, pese a que el capital pretende siempre copiar y asumir como propio su mensaje. El Rock es motor de cambio, porque es producto de una pulsión de la clase popular para enviar un zumbido de alegría, de desesperación, de amor por el ritmo, frente a una sociedad que solo busca un beneficio económico y formar parte del engranaje que haga que todo siga como si no pasara nada. Y el Rock es parte de la cultura de quienes quieren que todo sea de otra manera. El Rock es alegría, el rock es informalidad, el rock es una continua transgresión de la norma y si no no es Rock. El Rock es la primera manifestación cultural a nivel mundial que unificó a toda la clase popular en torno a una idea. Bailar, aullar, moverse.
https://www.youtube.com/watch?v=erW6f52tfD0
El Rock está muerto desde hace tiempo. El Rock es hoy en día algo tan peculiar como la polka, el chachachá o el charleston. Pretender que el Rock ha evolucionado y que sigue vivo es como querer convencernos de que podemos volver al tipo de democracia censitaria. Es un anhelo inútil y que nunca regresará. Lo que tenemos hoy no es Rock, o al menos no es lo que fue en su día el Rock. El Rock hoy no es más que una sucesión de tópicos repetidos, una manera de agruparse en sociedad. El Rock hoy es una excusa más para poder estar con otros semejantes, de la misma manera que otros se agolpan ante espectáculos deportivos o para corear lemas patrióticos. El Rock no sirve para nada más que para soñar con un pasado de chaquetas de cuero, un infierno de camisetas negras, una orgía de melenas, una bacanal de mallas apretaditas marcando cosas. El Rock no sirve nada más que para producir merchandising, para promover la nostalgia por una manera de vivir que a duras penas está en la memoria de unos pocos supervivientes. El Rock es otra forma de hacer el tonto que requiere un vestuario adecuado.
https://www.youtube.com/watch?v=5EmnPp2yYC4
Los festivales de música son un invento del sistema para mercantilizar un sentimiento. Los festivales de música, rock o pop, da igual, simplemente sirven para congregar a una serie de personas que tienen gustos afines y en lugar de irlos a buscar casa por casa, se les agrupa en un recinto, se les proporcionan sonidos que reconozcan y se les hace pagar una barbaridad por ello. Además se les obliga a beber en el mismo recinto. Se les obliga a llevar unas ropas más o menos similares. Se les obliga a preparar durante semanas una suerte de ritual de consumo y consumo y consumo para que la estancia en el festival sea rentable. Se trata a los participantes en los festivales como si fueran borregos. Se montan festivales temáticos que fomentan la separación de la gente, que fomentan el sentimiento de pertenencia a un único grupo, a una única manera de sentir. Se montan festivales para la promoción de productos, de bebidas, de una forma de vida basada en el exclusivismo, en el 'yo' que puedo estar dentro del recinto y el que no puede estar dentro. Los festivales de música son el nuevo negocio. Los festivales son la herramienta para matar el rock desde dentro. Los festivales son nada.
https://www.youtube.com/watch?v=KP_ro52hdbk
En pocas ocasiones siente uno tal sentimiento de comunión y hermandad como en los festivales de rock o de pop o de música electrónica o de música jamaicana o bien de contenido ecléctico, da igual. Son días y son noches en los que una comunidad se reúne en torno a una música que, naturalmente, tiene un contenido que va más allá que la propia música. Es una manera de agruparse en torno a una idea que, pese a los intentos de instrumentalizarlos por parte de las grandes compañías, mantienen en su esencia esa idea de 'nosotros juntos', que les hace especialmente emocionantes. Reconocer en otro las mismas características que le definen a uno, saber que quien está a tu lado es una suerte de hermano en la música y en la vida. Reconocer en un grupo, en un colectivo, unas características comunes que nos reconfortan. Y la música. La música por encima de todo. El disfrute en un mismo lugar de todo aquello que nos ha hecho felices. La música. La música flotando por el aire. La música por encima de cualquier otro condicionante de clase, raza o religión. La música que, gracias a los festivales, puedes disfrutar en un solo recinto, sin tener que desplazarte. Con los tuyos, con tu gente, los ricos, los pobres... bueno. Eso.
https://www.youtube.com/watch?v=HIt4moiqnao
No me lo preguntes más. No voy a ir. No voy a ir ni aunque me dieran la entrada gratis. Me gusta el rock, me encanta el rock. No me gusta mucho todo el heavy metal, pero reconozco que me lo pasaría bien en el festival. No voy a ir. No me preguntes más si voy a ir o no. No voy a ir. No voy a ir porque no estoy de acuerdo con que el festival se haga en Can Zam. No voy a ir. Me gusta el rock. Estoy muy a favor de los festivales, me lo paso como un indio en los festivales. Se gasta uno mucho dinero en los festivales. Son carísimos. Cada vez son más elitistas. Sobre todo los que son de la música que me gusta. Son carísimos. Hoy he visto un anuncio de la Torres, de vinos, para el Vida FEstival. Parecía un anuncio de pijos. Para pijos. Grandes vidas. Grandes hazañas. No me preguntes más si voy a ir o no. No voy a ir. La gente que va al festival no me parece ni bien ni mal. Supongo que todo el mundo tiene derecho a disfrutar de la música que le mola. Me gusta el rock. Me gusta Can Zam. Me gustan las vallas metálicas de Can Zam. Me encantan las vallas metálicas de Peajerik Ez, que habrán traído de otros festivales. Me encanta el público del festival. Me encanta todo. No voy a ir. Ni aunque me dieran la entrada gratis.
https://www.youtube.com/watch?v=vRkxxLCjE08
Can Zam per el poble. Can Zam parc verd i frondós. Buen fin de semana. Esos cuernos.
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