¿Dónde está Elvis? ¿Dónde está Elvis? ¿Dónde está Elvis? Esta es la pregunta que más de medio mundo lleva haciéndose desde hace 40 años y que fue resuelta de la manera más común con un complaciente 'muerto de su muerte'. Sin embargo, para millones de personas en todo el planeta esta respuesta no es válida y presumen de conocer que realmente Elvis no está muerto, sino que algo oscuro pasó con Elvis que nos ocultan. Elvis, aseguran, está vivo en alguna isla desierta o viviendo de manera anónima bajo otro nombre en cualquier lugar del mundo. Nosotros no nos conformamos con las hipótesis barajadas hasta ahora y hemos recurrido al informe del investigador japonés Uchi Konomaru, para desmontar las ideas preestablecidas y dar con la verdad.
'Mi primer contacto fue con el estudioso del rock and roll y erudito sobre Elvis y su mundo, John Lennon (nada que ver con el John Lennon de Liverpool), que tras una serie de preguntas comprometedoras sobre la muerte de Elvis, me aseguró que 'Elvis vive en los corazones de todos los rockeros del mundo'. Respuesta final que me resultó del todo insuficiente. Así que después de entrevistarme con Lennon en Manchester, viajé hasta Memphis y hasta la propia localidad de Tupelo, para averiguar algo sobre la muerte de Elvis.
Mis conclusiones son las siguientes. Según los informes, Elvis murió al parecer como consecuencia de una larga serie de dolencias que importa poco enumerar pero que, tratadas en conjunto, bastan para terminar con la vida de un elefante. Sin embargo, el hecho cierto de que nadie viera morir a Elvis, causa dudas entre los que piensan que si tan grave era todo, debería haber sido más visible su paso al otro mundo. Esto hace dudar de que realmente Elvis haya muerto. Yo sostengo que Elvis, de esta manera, está vivo.
Como quiera que no hemos visto desaparecer físicamente a alguien, no podemos tener la certeza de algo. Podemos acumular pruebas, podemos valorar las autopsias, podemos confiar. Pero podemos desconfiar. Y en el caso de Elvis, como en el de otras estrellas del rock y del cinematógrafo, la duda es relevante. Elvis no ha muerto. Está vivo. O al menos no está donde dicen que está. He preguntado a sus asistentes, he preguntado a fans, he preguntado incluso -y es donde he obtenido las respuestas más valiosas- a personas que ni siquiera conocían de la existencia del propio Elvis. Elvis no murió en 1977. Elvis está vivo. O al menos no murió cuando nos dijeron.
Lo extraordinario del caso de Elvis es que no pasó a ninguna isla desierta, ni siquiera vivió en otra ciudad con seudónimo. Los últimos años creativos de Elvis demuestran tal falta de imaginación que indagué sobre esta línea. Elvis ni se molestó en cambiar de nombre porque ni siquiera sabía que había muerto. Así que finalmente esta es mi conclusión.
Elvis, siendo ya una rémora de un tiempo pasado, caduco, sin nada que aportar y más decrépito que sujeto de lástima, era un estorbo para todos. En lugar de finiquitar su vida, se decidió que Elvis, el Rey del Rock siguiera pensando que era lo que era, luchando por hacer algo que ya ni siquiera le gustaba, pero al menos entretenido. Encerrado en su casa, pensando que fuera el mundo le creía vivo, no supo de la parafernalia preparada sobre su propia muerte. Él se pensaba vivo, pero en realidad estaba muerto. Hace años que estaba muerto.
Y así, consideró que las visitas a su casa en Graceland eran cosa de un repunte de fanatismo y de devoción o bien porque algún tema de su extenso repertorio había vuelto a pegar en las listas. Así hasta que, o bien murió a principios de los años 2000 o bien sigue vivo en su mansión, con un pequeño servicio automatizado que le facilita la vida y mantiene viva la ilusión.
Él está vivo y nosotros tan tranquilos.'
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