Presento aquí el
Informe ante el plenario de la Asamblea 10ª que recoge el curso de los
acontecimientos y el grado de cumplimiento de pan y pimiento de los objetivos
trazados hace dos años ya y que voy a ir desgranando de manera fiel y rigurosa.
En primer lugar
constato que la Asamblea 10ª ha visto reducido su número de los tres o cuatro
colegas y los adheridos varios a otro compañero y yo. El resto de la Asamblea
10ª orgullosamente ha abandonado la organización y se ha posicionado
visceralmente en contra del mantenimiento de ésta organizándose a su vez en dos
o tres asambleas más a las que saludamos fraternalmente al mismo tiempo que
condenamos su existencia como parte de una estrategia que combina el
faccionalismo con el revisionismo con el alpinismo con el constructivismo y que
no conduce a otra salida que la eterna gloria de la Asamblea 10ª. Estamos aquí,
pues, el tal compañero y yo, pero hace ya unos seis meses que no tenemos
contacto el uno con el otro dado que el otro compañero ha iniciado una deriva que
le lleva inexorablemente a no quererme ver y yo tampoco me voy a doblegar ante
su ausencia de cariño hacia mí y hasta que él no me diga algo yo no le voy a
decir nada a él. Seguimos aquí, sin embargo y como aquí seguimos y considero
que si no dice nada sigue aquí él también, y doy así por finalizado el repaso
de las altas y las bajas.
Quisiera comenzar
apuntando además que, el abandono de muy buena parte de los integrantes de la
Asamblea 10ª, ha supuesto una merma importante en el número de revistas, publicaciones
y libros a los que antes teníamos acceso, por lo que el caudal teórico con el
que contábamos se ha reducido de tal manera que nos impide articular ninguna
respuesta con contenido político asumible sobre lo que sucede en nuestros días.
Sucesos que, como es natural, nos importan un pimiento y medio porque el
presente es traidor y el futuro una trampa que el sistema nos tiende para
ilusionarnos con brillitos y colores vistosos y nosotros no vamos a caer en la
trampa jamás. Contra el tiempo y su transcurso, siempre. Hemos perdido las
obras completas de Kremer, pero de memoria seguimos afirmando que el tiempo es
un enemigo de clase y seguimos enviándolo al pimiento.
Esta merma de
referentes nos hecho, como digo, tirar de memoria y de cierta capacidad de
emulación de experiencias previas, lo que nos ha hecho si no calcar sí medio
medio asemejar lo que pensamos a lo que se pensaba. Y nos satisface considerar
que seguimos pensando que no sabemos cómo puede ser que la gente sea tan boba y
no vea tan claramente que todo va a mucho peor y que así no se puede seguir y
que la única solución posible es considerar algo. Hemos convenido en
considerar, sin embargo, que lo que conocíamos como sujeto de la acción
revolucionaria se nos ha perdido en el tiempo y en el espacio. La gente ha
dejado de ser la gente que conocíamos por voluntad de algo que no logramos
definir pero que podemos catalogar como el régimen y es el momento de decir que
a lo largo de este tiempo, para ahorrarnos tiempo y dinero hemos decidido cumplir
la amenaza que llevamos a cabo en el Manifiesto Constituyente y hemos asumido
como propias las tesis de ‘pues un día vamos a dejar de pensar en vosotros y os
vais a joder de verdad’. Así, nos hemos dedicado a una reflexión y un trabajo
para el interior y aunque nuestro cariño y anhelo de justicia para con el
género humano es más grande que un pimiento, nuestra actividad ha sido hacia
adentro, teniendo guardado así un caudal desbordante de simiente con el que el
día que nos dé la gana a nosotros la vamos a liar ad calendas graecas. Como
quiera que una compañera se llevó el diccionario de latín, vamos un poco
perdidos con los significados y los significantes. Pero no renunciamos al latín
como símbolo de una unidad de clase en la que todos hablaban uno y trinum.
El cumplimiento
del tercer punto no merece discusión y de todo lo que vino aseverando y se ha
venido pensando y teorizando sobre diversos temas, nosotros ya lo dijimos.
Seguimos con un altísimo índice de aciertos en todo lo que iba a pasar y está
pasando y seguimos reclamando, como es de recibo, que la sociedad y el resto de
actores se postren a nuestros pies para rendirnos honores y regalarnos los
oídos con un ‘teníais razón’ que debería ser la divisa que luciera en las tan
cacareadas camisetas revolucionarias que algunos compañeros se empeñan en
llevar y que, a decir verdad, nos han servido para suplir nuestra ausencia que
sabe a beso. Así, hemos pasado de Kremer a Fruit of the loom y hasta la
victoria siempre, antifa, no es bcn, la revolución es… y lo que vamos pillando
de aquí y de allí, pero que eso, que prácticamente en todo estábamos ahí antes
ya.
Respecto al
cuarto punto debemos expresar que ya no estamos a favor de la unidad popular.
Sí que estamos a favor de que la gente se una, pero no de una manera popular.
El término popular, después de una reflexión pormenorizada, tiene connotaciones
no demasiado claras y es por eso que preferimos la unidad a secas. Visto que el
resto de actores está empecinado en unirse y en despojarse de atributos para conformar
un espacio que no hemos conseguido entender, consideramos que la unidad ha de
pasar primero por un proceso de autocrítica que ha de iniciarse desde las
revueltas de los hermanos Graco hasta hoy. Y ese proceso ha de durar a lo largo
de una semana por año desde aquel año. Lo vamos viendo, pero que se vayan
autocriticando desde ya para no hacer tarde.
El quinto punto
ha sido sobradamente cumplido ya que estamos considerando la inacción como
parte de la nueva vanguardia. La gente no merece nuestro esfuerzo, y es mejor
que sea así. Por lo que estudiaremos no estudiar este punto más.
La comisión,
pues, queda formalmente sustituida y se constituye una nueva comisión que
velará por que la comisión no se reúna ni adopte acuerdo alguno. Esta comisión
puede reunirse los días en los que no pueda reunirse la comisión y así no habrá
problema alguno y si lo hay nos importa un pimiento. Me viene mal casi todas
las tardes, ya lo digo ahora.
Sobre la estúpida
consideración de si somos o no somos, queremos decir que a lo largo de estos
dos años hemos destilado de tal manera el debate y hemos conseguido tal grado
de excelencia teórica en el mismo que hemos alcanzado una posición ciertamente
deslumbrante. Recogiendo un buen número de aportaciones y con diversas cartas
llegadas de delegaciones extranjeras. Una posición digna de ser recordada. Pero
dejé la libreta en la mochila de un amigo y este amigo se fue con otra amiga y
ya no le he vuelto a ver porque a mí la amiga me gustaba y ahora tenemos un
desencuentro que en nada afecta a la Asamblea 10ª, pero al final todo afecta.
El nombre, en
tanto que ha sido depurada y ha huido buena parte de la militancia pasa a ser
Asamblea 10ª (r) siendo la r en cuestión la inicial de reducido por si alguien
quiere hacerse el listo con lo de reconstituido o lo de renovador. Y no. Es de
reducido porque es en lo pequeño donde está la esencia del combate. Lo pequeño
es mejor y más operativo. Siendo menos somos más. Siendo menos estamos más de
acuerdo.
El noveno punto
carece de sentido en tanto en cuanto que. Si no me dices nada, no podemos
quedar. Y así.
El décimo punto
vuelve a hacer un llamamiento pero esta vez en sentido que, siguiendo a Kremer
discute al propio Kremer. No nos acordamos de lo que decía Kremer exactamente.
Te llevaste los dos libros.
Quisiéramos no
pasar por alto el momento que se vive en el entorno en el que vivimos, en
nuestra tierra catalana para fijar una posición sobre lo que ocurre. No teniendo
ahora mismo los referentes en la mano y con los libros de Kremer que te los
llevaste, decimos que un payaso fue a Madrid con un moco en la nariz. Verdad que
sí.
En cuanto al aniversario
de la Revolución que nos da vida y sentido, lo estamos mirando.
Seguís estando
equivocados! Viva el pueblo!
Casa. 27-07-2017
(por desgracia)
pd. llámame o dime algo.
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