jueves, 5 de abril de 2018

Viaje a Can Ruti

¿Con qué sueñas? Con aparcamientos vacíos. Con vivir en las películas americanas donde siempre aparcan en la puerta. Con que la visita a Can Ruti sea temprano. Hoy la visita era a las doce menos cuarto. Hemos quedado a las once y cuarto en el parking. A esa hora, mi padre estaba limpiando un poco el morro del coche, el capó, por encima, con un trapillo. No lo ve limpio nunca. Nos hemos montado. El viaje a Can Ruti comienza por la calle Cultura. Subir la rampa del parking, mirar en el espejo si viene alguien por la derecha, no viene nadie. Cuidado con el morro porque el tranco es... salvados. Semáforo en rojo siempre cuando sales por la Cultura a encontrarte con la Avenida Santa Coloma. Cruzas la Avenida Santa Coloma y sigues hacia arriba hasta que llega la Calle Sant Carles. Durante ese tramo, un ciclista se pone delante del coche y nos ralentiza la marca. Es un señor mayor. Giras a la izquierda y avanzas dirección a la plaza de la Vila. Subes el pequeño badén para que aminores la marcha en el colegio, bajas el pequeño badén, cruzas la calle Francesc Moragas, algo irregular ahí el asfalto, sigues hacia delante y ves el semáforo verde, no aceleras, llegas de sobra, cuando estás a la altura del Pepe, un señor mayor con un bastón hace ademán de cruzar incluso con el semáforo en rojo para él, verde para mí. Mira pero ha comenzado la operación y cruza sin más. Como un gato. Otro tranco para no pasar rápido, salvado, giro a la izquierda y vamos por el Passeig Lorenç Serra y cuando dejan de haber taxis y coches aparcados en el carril, coges el carril para girar a la derecha y vamos a torcer por la Francesc Macià. Y encontramos todos los semáforos en verde, vamos, vamos y llegamos de manera rápida y sencilla a la Avinguda Pallaresa, antes de llegar, como siempre, la duda de si coger el carril bus o no es un carril bus. Así que haces un tramo medio medio. Y vas por la avinguda, por delante del antiguo Massip, casi por mitad, entre los dos carriles. Bueno.
Giras por la Pallaresa, a la derecha. Ahí la probabilidad de encontrarlo todo en verde es menor. El primer semáforo en rojo. El segundo y el tercero ya en verde. Cruzas la Baleares, llegas al Juan XXIII y entras en el carril de entrada de la B-20. Y va. Acuérdate de encender las luces. Un coche no te deja entrar, finalmente se cambia de carril. Todo correcto. El túnel, no te salgas en la de Montigalá, es la siguiente. Esa. Cambio de carril. Entras otra vez en ciudad. Los semáforos en rampa. Mi condenación.
Mi mayo miedo. ¿Con qué sueñas? Con el llano. Con que el semáforo se ponga verde y yo ya haya pasado la cuesta. El primer semáforo está en verde. El segundo ya está en rojo, pero he quedado bastante arriba por lo que la cuesta no me la como. Puedo arrancar sin hacer el ridículo. Siempre temiendo que el coche se me venga abajo. Menos mal. Ya, a girar a la izquierda, a cruzar el puente y entrar en la carreterita que va hacia Can Ruti. En el semáforo, el cartel con la foto de Xavi Domènech de En Comú Podem, ahí puesto desde diciembre. Semáforo en rojo como siempre. Un ratito y venga.
La carreterita que sube, que es la misma que la que baja, tiene creo menos baches para subir que para bajar. Pero tiene muchos baches. Muchos bases. Muchos baches. Voy esquivando baches. No voy muy deprisa. Los coches me adelantan como si fuera un vehículo lento. Soy un vehículo lento. El semáforo que siempre está en rojo y hoy está en verde, a la izquierda. Más baches, baches. Pasas por delante de la Guttmann, sigues adelante.
Llegas a Can Ruti. Giras a la izquierda. Hay un de eso que ponen en el suelo para que no corras. Hay un coche aparcado en doble fila y un aparcamiento vacío. Ni me lo planteo. Sigues adelante. Dejo a mi padre y mi madre en el cruce. A buscar aparcamiento.
Entro en el parking.
Hay dos coches delante mío dando vueltas. La primera vuelta de reconocimiento es absolutamente infructuosa. Me planteo, como siempre, pasar al otro sector de aparcamientos, pero hoy no tengo ganas de perder el tiempo. A ver si suena la flauta. Sigo buscando. Cumpliendo la primera vuelta de reconocimiento. Creo que voy tan despacio que los coches de delante ya han ido y han vuelto a casa. Ni un aparcamiento. Comienzo de nuevo la gira mundial. Cuando estoy llegando al Kiosko, una familia cruza la calle. Son ellos mismos los que me dicen que van a salir. Ole con ole. Hoy no me quedo en el coche escuchando la radio. Ni doy media hora de vueltas. Ole con ole.
Aparco. Fin.
Me he dicho de hacer una foto del parking. No me he acordado luego. La foto es de un día a las siete de la mañana.
Ahora sí. Fin.

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