Yo mismo pienso
que es pesado escribir otra vez más o menos algo que ya has escrito. Yo mismo
lo pienso. Pero pienso. Pienso que después de un fin de semana iba a cambiar
algo. Que a alguien, alguien, alguno o alguna, iba a ver cómo se removía algo
en su interior, en algún interior, en alguna parte de su interior e iba a
pensar, quizás incluso en mi inocencia pensé que alguien iba a actuar de otra
manera, que hasta aquí, que por aquí sí que no iban a pasar.
Ya no era
cuestión de unos tweets, o de alguna línea suelta. Es cuestión de un
pensamiento, de un modelo de país. Ya no es una cosa de una mala tarde. Es una
línea de pensamiento. Hay catalanes y catalanas, hay españoles nacidos en
Catalunya. Hay ideas, ideologías, formas de comportarse, de hablar, de pensar,
de actuar, de manifestarte, que son catalanas. Catalanas de verdad. Otras ideas
no. Otra gente no. Esto, cuando pasa en otros países, es terrible. Cuando hay
gente de otros países que apoya estas ideas, las consideramos ultraderecha,
fascistas, nos manifestamos en la plaza de la Vila contra ellas, pensamos
incluso en imprimir panfletos en comisiones antifascistas para advertir a la
población. Ojo, no les votes, son fascistas. Pero no.
'No lo entiendes, es lo que más jode al PP y Ciudadanos y al PSOE'.
Lo verdaderamente
penoso no es que este nuevo President de la Generalitat tenga estas ideas, se
presente a unas elecciones y sea votado, que no es ni siquiera el caso. No es
que siendo de derechas, muy de derechas, ultraliberal, xenófobo, etc., y seas
President no tengas derecho a serlo porque la gente te puede elegir y ya está. Y no es que eso no sea preocupante. Que lo es cuando pasa en otros
países, que lo es cuando en Hungría arrasan en las elecciones, que lo es cuando
en Polonia arrasan en las elecciones, que lo es cuando en Francia amenazan y
condicionan toda la política que se hace, en Inglaterra, en Alemania, en
Holanda. Lo peligroso es otra cosa.
Lo peligroso es
que quien debería oponerse frontalmente a él, votar en su contra, no
justificarlo, no taparlo, no poner parches, no lo hace. Lo que verdaderamente
da miedo es que quien tiene la obligación de oponerse, porque es su contrario,
porque no representa a los mismos, porque va contra lo que se supone que es su
motivo de existencia… no lo hace. No se opone. Lo justifica. Evita
confrontarse. Lo apoya. Piensa que no es tan malo, que como es de aquí, no es
malo.
Fuera son peores.
Fuera está Rajoy,
Aznar, el Rey Juan Carlos, Ciudadanos, Felipe González. ¿Es eso lo que quieres?
Ayer de todos los
momentos que me hicieron saltar el corazón por la boca fue ver a Vidal Aragonés
de la Cup, justificar lo injustificable. ‘Parece supremacista’, llegó a decir.
No lo entiendo. Sindicalistas que se reclaman herederos de la CNT, que
participan en las movidas de los CDR… ¿en serio? ¿Apoyando o justificando a
alguien que reclama la figura de quien, precisamente, perseguía a los
anarquistas y consideraba sus ideas foráneas? ¿Y hay que justificarlo? ¿Y sale
al estrado a citar a Seguí, Carles Riera? ¿De verdad? ¿Me abstengo de votar en
contra de Le Pen porque… es de mi pueblo? Y no digo nada de ERC porque a fin de
cuentas están perdidos desde hace mucho tiempo. Y no sé porqué pierdo el tiempo
con tanta historia por la CUP, como si fuera la primera vez. Pero lo de ayer de
Vidal Aragonés, una vez más, no tenía explicación. Y ni una lección, decía.
Antifascistas.
Ya sabe todo el
mundo de pie calzo. No voy a escribir mucho más sobre el tema. No soy de
derechas. En las elecciones voto siempre a la misma izquierda, milito donde
milito, todo el mundo lo sabe. Elecciones españolas: no voto a la derecha.
Elecciones catalanas: no voto a la derecha. Es sencillo. Objetivos,
confluencias, alianzas. No soy muy de hacer cosas con PSC, por ejemplo. Otras
cosas ni me las planteo. Ni me las planteo, porque con la derecha, no. Con la derecha, no. Y es sencillo.
Había una
línea durante todo este tiempo que estaba ahí y que no sabíamos si se cruzaba o
no. Un miedo. Miedo a que un día alguien considerara, de verdad, no de
tapadillo, en tweets, en textos escritos en webs oscuras, que el pueblo catalán
es uno y no todo. Y esa línea ya se ha tocado. Y ahora le tenemos de President.
Y pide disculpas, no lo volverá a hacer. Pero ahí está.
Y el candidato de
ERC en Santa Coloma lanza un tweet en el que habla de que los colomenses serán
los que hagan de la República… pero qué colomenses. ¿Quiénes son colomenses
para Torra, President gracias a los votos de ERC como si con ellos no fuera?
¿Yo soy colomense? ¿Lo eres tú que lees esto? ¿O eres un español o marroquí o
ecuatoriano nacido en Santa Coloma?
Ya nos llamaron
traidores una vez. Nos lo llaman continuamente. Ahora ya tenemos a un President
que ni siquiera considera que seamos traidores. No somos catalanes. Da igual
que nos pida disculpas. Nuestras ideas, socialistas, comunistas, anarquistas,
son de fuera.
Lo grave es que
hay mucha gente, socialistas, comunistas, anarquistas, que lo justifican. Lo
grave es justificar a Torra con una camiseta de Santako Antifeixista. Qué pena
y qué miedo. Hoy la izquierda solo tiene un espacio, como ha dicho Xavi
Domènech, la Catalunya real, la popular, solo tiene un portavoz. Lo demás es
todo diferentes caras del mismo verdugo.
Contra el fascismo, ni aquí, ni
enlloc.
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