martes, 3 de julio de 2018

Comuns en marcha

Aunque en la foto aparecemos sentados, nos estamos moviendo. Ayer, por fin, nos constituimos como Comuns. Como cuando te dan el marchamo de calidad, como cuando te dejan pertenecer a un club. Así es. Ya somos oficialmente Comuns. Ahora, a partir de ahora, no me llames por mi nombre, que soy otro. Pero otro de verdad, eso espero. Y no es que empecemos de cero, ni mucho menos. Desde hace tiempo que venimos trabajando juntos para que esto no nos pille por sorpresa. Quizás por devoción, quizás por necesidad.
Comuns de Santa Coloma. Escenario difícil, pero soluciones que se dan porque se tienen que dar. Así y no de otra manera. Escenario como siempre particular. Porque Santa Coloma es particular. Mientras en el resto de ciudades de nuestro entorno los gobiernos municipales sufrieron cambios muy reseñables, aquí todo sigue igual. Veamos. El PSC local parece vivir al margen de todos los partidos socialistas. No tienen que ver con nada. Ni con el PSC de Iceta, ni con el PSC de Badalona, ni con el PSC de la sociovergencia que gobierna en la Dipu, ni con nada. Un oasis. Mucha información, mucha propaganda, pero vacío. Un vacío rentable ya que con muy poco, su electorado se conforma. Al menos hasta ahora. Ciudadanos. Hace un mes mis temores con el efecto naranja eran fundados, hoy creo que se han tornado vanos. Un partido que ha perdido la comba del poder y todos los que vieron en él la oportunidad de medrar o apuntarse al caballo ganador, se lo pensarán dos veces. Si se reanuda la fiesta nacionalista, tendrán algo que rascar, sino, todos los que hoy te dan palmaditas en la espalda, se las volverán a dar a los de siempre. Esquerra Republicana y su perspectiva de entrar en el consistorio por primera vez. Un voto al calor del procés, de las movilizaciones y de un movimiento tectónico dentro del magma indepe, hacia la moderación sin perder el glamour izquierdoso aunque sea de manera nominal y creciendo. Y en el lado de Som. Pues a pugnar para que no les identifiquen con la Cup y a volver a ser Gent de Gramenet, aprovechando una estructura muy organizada y militante.
Un escenario como vemos en el que o nos juntamos y nos dejamos de pavadas o las amenazas son ciertas y más que ciertas, reales. Y lo sabemos porque lo vemos, porque vamos por la calle y la gente lo que quiere es que nos aclaremos, que nos dejemos de juegos y que vayamos todos a una. Y eso llevamos haciendo desde hace tiempo ya, que no es de ahora.
De hecho creo que no es el primer artículo que escribo con el 'ya somos comuns'. Como el cuento de pedro y el lobo, cuando vengamos igual la gente no se lo cree.
El caso es que ya hemos hecho lo que se llama el formalismo, la paperassa, los documentos, los papeles. Y tenemos un Grup Motor. Y estar en el grupo motor parece que es mucho. Yo estoy en el grupo motor y lo único que tengo meritorio es escribir deprisa.
Lo que creo que tendría que ser esto. Una organización horizontal, donde todo el mundo tenga algo que hacer y no dependamos de la voz de la sabiduría que baje de las montañas con las tablas de la ley. Que lo propongamos todo de la manera más amplia posible y sin que haya más caras visibles que centralicen la cosa. Aunque yo haya sido el primero en apostar por liderazgos fuertes, acabamos siempre necesitando de algo más que un aglutinador. Por una vez que podemos intentarlo, intentémoslo. Y que cada uno de los que se sientan 'comuns' se lo curre a su modo. Que haga su particular campaña, programación de actividades, comerle la oreja a la peña. Cultura de Club. Clubbiness. Cultura de partido. Que todos nos sintamos parte de algo, no tres partes repartiéndose algo. Que la gente nos vea como uno. Como uno que es diverso, donde pueda sentirse representado todo aquel que no se sienta llamado por los partidos de más arriba. Que quiera un cambio de sistema, un cambio real y no de la mano ni de los de siempre ni de la derecha.
Y como siempre, necesitamos de gente. Gente que crea que aquí puede aportar algo, que puede aprender algo, que puede enseñar algo, que se sienta cómoda y no en una pugna por algo que no conduce a nada. Que se divierta, que discuta, que actúe. Que proponga cosas y que las haga. Que escriba cosas, que las cuente, que reparta, que pegue carteles, que hable con la peña y les diga, no, es que nosotros pensamos que... que pueda decir a boca abierta que con los Comuns hay esperanza de que esto se mueva.
Porque en Santa Coloma llevamos mucho camino ganado, pero también tenemos mucho terreno por ganar. Porque no puede ser que las mismas políticas lleven haciendo lo mismo durante 25 años sin tener una enmienda a la totalidad. Que la alternativa no puede ser la misma política naranja que llevó a Santa Coloma a ser ciudad del fango. Que la alternativa no pueden ser opciones que nos vendan el cambio por la banderita y la república unicornial con Quim Torra o Puigdemont.
Y por enésima vez, nos ponemos en marcha. Seguimos en marcha.

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