Nos habíamos creído el cuento de que con el aumento de la espectativa de voto de Ciudadanos, venía a visitarnos un tipo de derecha que no conocíamos demasiado por aquí. Ciudadanos, se acuerdan de ciudadanos ¿no? los de lo naranja, esta gente joven y mayor a la vez que iban a... que igual lo hacen pero... bueno. Hablemos de lo que importa. Nos creíamos que Ciudadanos, con su política de derechas pero liberal, más agresiva a la hora de salir del círculo vicioso del Estado como ente generador de todo y más en la línea de lo que se está llevando fuera, lo iba a petar. Pero no, el sistema es muy bueno.
Los que gobiernan el sistema, la peña que controla, vacaciones en la costa Cántabra, unos días en un pazo gallego, jugando al mus en Valladolid o tocando la guitarra en la Costa Brava, lo tienen todo controlado. Ante la posibilidad de que Ciudadanos de verdad se petase a los populares, la jugada es quitarse de encima al muerto de Rajoy y empezar a construir alternativa. Y al mismo tiempo volver a crear el enemigo de siempre, el PSOE. Todo junto. Nos petamos a todo lo otro y adiós.
Este finde Pablo Casado ha sido elegido sheriff del Condado pepero. Ha ganado el candidato que dicen es más de derechas y que representa una derecha diferente a la del marianismo, más conservadora (la de rajoy). La derecha conservadora, la que no hace nada para que nada cambie, es la que más habitualmente gobierna en este país. Derecha de orden, de vivir del Estado y todo eso.
Y bueno, más o menos lo que ha sucedido, desde lo poco que leo y me imagino (la imaginación al poder) es que el PP adopta los principios que han hecho triunfar a Ciudadanos. Es decir, bandera, liberalismo agresivo y menos pendiente del Estado al menos de boquilla y leña a la izquierda de cualquier tipo y condición. Aznarismo, dirían algunos.
Supongo que para muchos esta decisión del PP y sus compromisarios será objeto de bufa. Lo de siempre, los de izquierdas somos muy listos y los de derechas muy tontos. Y es un carca que habla de Dios, de patria, de lo de las ideologías de género, contra el feminismo, contra todo, vaya tocho. Un tío de derechas y jovencito, que tiene pinta de meter la pata cada vez que habla.
Pero miremos a unos meses atrás. El anterior presidente no hablaba, no decía nada, nadie sabía qué pensaba. Y ganaba las elecciones. No sabemos si las volvería a ganar otra vez. Yo era de los que pensaba que Soraya ganaría unas elecciones de calle, pero ya veo que no. Que me equivoco. Que el que puede ser el nuevo paladín del IBEX 35 será el tal Casado. Que a Rivera se le ha agotado la broma. Que si el invento ya estaba creado para qué crear una cosa nueva.
Me he ido un poco pero vuelvo. La izquierda. Como siempre, el de derechas no sabe nada, es caspa, tiene problemas judiciales, es un duro y los duros nos vienen bien porque así polarizamos el voto... no sé.
Si se ha decidido que sea este buen señor el que gane, será por algo. No me acaba de gustar. Vienen tiempos chungos, porque las derechas europeas y mundiales se quitan las pocas ataduras que les iban quedando. Salvo los movimientos tipo Macron, que lo que hacen es derechizar la poca izquierda moderada que quedaba, el resto ya es a lo bestia. Derecha a lo bestia.
Y eso, aunque Aznar asomara la patita, no lo habíamos visto por aquí. Derecha liberal, pero liberal de cargarse el poco Estado que quede, de mucha bandera, de palos, de dureza. Y eso a mucha gente le viene bien. Salvo si se les ocurre ganar unas elecciones. Y entonces...
El PP ya era de derechas. No nos vamos a engañar. Y muy de derechas. Pero que digan que dentro de lo chungo este es un chungo... ojo.
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