Una película que solo se ve en Netflix y que es de los Coen y a la que no le has hecho ni caso. Y cuando la quieres ver es muy tarde y solo puedes ver el primero de los seis cuentos o episodios de los que se compone. Y ese primer episodio es directamente un disparate. Pero un disparate de película de mucha risa y mucho vale todo. La película se llama The Ballad of Buster Scruggs y comienza como digo con una historia sobre un pistolero que canta y que es infalible con el tiro. Un sobrado divertido que encuentra la horma de su zapato y que reúne en un solo episodio todo lo más disparatado de los Coen. Y si te vas a guiar por esa historia quizás pienses que se les ha ido la pinza y que ya no se lo toman en serio. Te vas a reír, pero no sé, igual la película...
Pues no. Me ha parecido un películón. O seis cortos estupendos. Cada uno con lo suyo y todos ambientados en el Oeste, en el Lejano Oeste, en el típico y tópico lejano oeste, con sus caravanas, sus atracos a bancos, sus indios atacando sin saber, sus ahorcados, sus buscadores de oro, su diligencia. Todo en una sola peli. Y todos los temas posibles. El drama, la comedia, el amor, lo trágico. Sobre todo lo trágico. Las historias en las que no pasa nada, en las que pasa lo que tiene que pasar y no esperes que pase otra cosa, porque a veces lo más sorprendente es lo más normal. Y lo más cruel.
La historia del ahorcado. La historia del buscador de oro y cómo nos cargamos la naturaleza por buscar cuatro piedracos de oro. La historia de la chica de la caravana y esa cara que pone cuando el guaperas de la caravana le pide matrimonio. Esa cara, vale por toda la película. Una cara de vamos no me jodas vaya potra que me dices que me case contigo yo que mírame que yo... joder. Pues esa cara, solo saber hacer que alguien ponga esa cara, ya merece la pena.
Y la historia del tipo que va contando historias por los pueblos, paseado por 'su amo', con el que no habla. Cuenta historias, recita poemas, lleva cultura, alta cultura a los pueblos del Oeste. Pero un día, el amo ve como poco a poco el negocio va descendiendo. Hasta que en un pueblo ve que la gente se vuelve loca con una gallina que... con una gallina. Compra la gallina y con el tipo que cuenta historias. Es una tremenda metáfora de la sociedad. La cultura, la alta cultura, y lo que se ofrece a la gente. Lo que ve la gente. Y cómo sacrificamos la cultura por dinero.
Son mucha películas de los Coen. Uno piensa que gente como los Coen derrama su arte de manera ocasional, de vez en cuando, pero acaba dándose cuenta de que son gente que lleva un cerro de años y un cerro de películas a cuestas y con muchas, pero muchas muchas, muy buenas.
Quizás esta no sea de las más emblemáticas ni la que vaya a recordar más gente. Pero tiene esos momentos de las películas de los Coen que te fascinan. Y esa manera a veces de contar nada o de contarlo todo de una manera personal. Desde el ciervo bebiendo en el río a las canciones que se cantan en la diligencia o mientras estás subiendo al cielo. Todo puede pasar.
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