miércoles, 7 de octubre de 2020
Karpov
La típica situación en la que estás en casa de unos amigos y se lía. Me gusta quedar con gente para desconectar. No me gusta estar todo el día pensando en ajedrez. No me gusta estar todo el día pensando. Pero pienso. Y pienso en ajedrez. Todo el rato. Por eso de vez en cuando me gusta cambiar de aires. Me dijeron que fuera a una casa. De unos amigos. Estábamos en un torneo en Las Palmas. Hacía buen tiempo. Me lo dijo Tal. No tendría que haberle hecho caso. En qué casa de qué amigos de Tal iba a haber gente que me ayudara a desconectar. El caso es que en principio todo iba bien. Todo parecía transcurrir por los cauces normales. Había amigos que conocía de los torneos, pero no eran jugadores. Organizadores, gente de los hoteles, incluso uno de los conductores. Una mujer estaba muy interesada en la vida en la Unión Soviética. Me preguntaba por mi vida allí. Si estaba contento. Que siempre me veía triste. Yo le dije que estaba bien. que en todas partes... y entonces llegó el tipo este. El tipo que empezó a decirme que si los rusos, que si la mafia, que si Fischer. Que si título regalado. Que si comprando. Que si robando. Saca el tablero ya payaso que te voy a crujir. Me calentó. Mira que no me gusta. Mira que intento por todos los medios no hacer el idiota. Pero me calentó. Porqué me calienta así la gente. Soy frío. Soy El Gélido Tolya. Por qué. No lo entiendo. Y ahí me veo. Nervioso, sudando. Encima alguien, desde algún sitio de la casa, alguien dijo 'puto abusón'. Y parecía que éramos todos amigos. Amigos una mierda. A ese alguien se le une otro que dice 'qué cabrón'. 'El puto ruso'. 'Ya me parecía raro que viniera, si solo hace que pensar en ajedrez'. 'Menudo cabrón'. 'Es un mierda, mira que ponerse a jugar contra una persona que encima se nota que está borracha'. 'Y encima luego vendrá con la carita de bueno'. 'Estos rusos son todos unos cabrones'. 'A mí el queme caía bien era el Fischer'. 'Dicen que hay otro, un chavalito así con el pelo rizado, que ese se ve que le da pero bien y además es muy simpático'. No sé lo que duró la partida. Igual no duró ni cinco minutos. Tal me pasó la mano por la espalda. Me dijo que nos fuéramos a dar un paseo. Le dije que no. Pero me fui.
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