viernes, 18 de febrero de 2022

Podría ser


¿Es esta ilustración una ilustración de Yenan o quizás es de otro Yenan? ¿Cuál es el Yenan de verdad? ¿el que pensamos que es el único de verdad o el otro? Da igual porque los dos son de verdad y los dos son. Es decir, que lo que venía a ser el motivo de este texto que era nada más que hacer suposiciones ya comienza de manera un poco mustia. Yo quería hacer una nueva enumeración de cosas que podrían ser y que a lo mejor ni son ni lo van a ser nunca. Puede que ni siquiera hayan sido. Iba a decir por ejemplo que, viendo las noticias sobre Rusia y Ucrania, pudiera ser que nada de lo que nos cuenten esté pasando. Que Rusia ya haya invadido a Ucrania. Que Rusia haya sido derrotada ya y que estemos viviendo una ficción. Que no se atreven a decir que Rusia no existe, por ejemplo. Que jamás han habido rusos. Pudiera ser que todo lo que está pasando en torno al tema de Madrid y el PP en Madrid, no fuera más que una pantomima y que esto en realidad fuera una cosa de acaparar la atención y así con el conflicto y la refriega dejar a un lado cualquier otra consideración. Esta teoría no es mía, es de mi amigo M. Yo no soy tan así, soy más convencional y todavía pienso que esto será más bien una pelea por el negocio. Pero no me atrevo a decir qué pasará. No me atreví ayer, aunque en realidad lo hice y dije que la Ayuso tenía cara de barra. Pero eso fue ayer y total, lo que escribí ayer es fácilmente desmentible y no queda constancia y la palabra desmentible tampoco existe y la estoy utilizando y qué pasa. En realidad qué pasa un poco con todo. Qué pasa con la vida que es viernes y pudiera ser que todo volviera de repente a un martes sin fin. A un miércoles vacío. Podría ser que nada de lo que estuvieras leyendo en este momento fuera más que un texto de miércoles. Un texto escrito para un estado de ánimo de día sin perspectiva y no para una gloriosa tarde de viernes. Viernes por la tarde. Seis de la tarde. Quizás el momento más excitante de la vida de cualquier ser humano que pueda disfrutar de un viernes por la tarde, claro. Antes, cuando eras joven. Antes, cuando los viernes por la tarde eran la puerta de algo. Qué podemos decir que no ya se haya dicho, inventado, sin que parezca una copia. Ahora mismo estoy intentando luchar de manera denodada contra la tentación de estar escribiendo un texto inspirado por una conversación de miércoles por la tarde. Una conversación en torno a unas lecturas, a un libro, a una manera de contar y no quisiera estar intentando hacer como que aquello pasó pero tampoco como que ya voy. Ahora mismo. Podría ser que buena parte de este texto no sea para nada salvable. Hay una posibilidad entre mil de que este texto se vaya a la mierda. Como un cuento ruso falso, como una película que no sabes contar, como cualquier otra cosa. 

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