Antes de comenzar a relatar hechos o sensaciones, un dato. Al parecer, según un estudio a bulto que ha hecho Daniel Bernabé en Twitter, esta noticia de los muertos de Melilla no ha sido de las diez más vistas en los diarios digitales. Sigamos adelante.
37 muertos que no le importan demasiado a la gente, pero que nos importan a quienes queremos ver a un presidente del Gobierno de un gobierno de coalición que hemos dado en llamar al menos más progresista que lo que se ha visto por este país decir algo que no sea la cosa sin sentido habitual y mucho menos la cosa hiriente que dice a las claras que lo que se ha hecho ha sido ejemplar y que ha sido un asunto bien resuelto. 37 muertos que se resuelven bien y que ya están muertos y que no pasarán y que no podrán ser utilizados por las mafias para... para qué. Para entrar en nuestro país y hacer qué. Para buscarse la vida, supongo, hecho horrible, terrorífico, ampliar un horizonte vital más allá de morirse de hambre o de un tiro en la cabeza en alguna de esas guerras de mierda que tampoco ocupan ningún ranking de popularidad en las guerras. 37 muertos que no le van a quitar el sueño a nadie, mas que a unos cuantos que considerarán que para esta mierda, para estar junto a esto, para dar la cara por esto, para seguir justificando que es necesario estar aquí, no sé si vale la pena. Y tener que dar la cara una y otra vez explicando que nosotros no somos eso, que nosotros no estamos ahí, que nosotros no podemos dar validez a unas palabras que suenan a una realidad tan alejada de la vida, una vida tan alejada de la muerte, que no sé si podemos tener algo en común.
Qué necesidad hay. Qué es lo que pensamos de la vida y de la vida de según quien. En Tv3 hoy han comentado que los refugiados ucranianos tienen problemas con el idioma y que no encuentran trabajo. Los refugiados de las guerras de otros países. No les llamamos refugiados, les llamamos asaltantes a la valla. Y encima decimos que bueno, que es que las mafias son las responsables. Y es mejor callarnos y no decir nada. Pero todo esto va a tener un precio.
Lo de Andalucía ha sido un aviso. Gente del PSOE votando al PP y gente nuestra quedándose en casa. Y la solución no es copiar una y otra vez lo que pensamos que diría el PP, que ni siquiera el PP diría.
Es igual. Es indignante. Es repugnante. Y es lo que hay. Así de sencillo. Y de perverso a la vez.
Avanzando hacia la valla.
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