jueves, 15 de diciembre de 2022
La mentira
El otro día lo leí en un artículo y me dio que pensar. Realmente qué es verdad. Hoy tenemos a nuestra disposición la máxima cantidad de recursos que jamás se conocieron para poder saber. Y sin embargo, es precisamente hoy cuando tenemos la información más opaca, más manipulada, incluso más silenciada. Lo vemos, lo tenemos ahí, lo estamos conociendo casi al instante y sin embargo, no somos capaces de entender qué pasa. No somos o no soy. Porque lo que sí que hay es una mayor destrucción de la capacidad de razonar, de pensar, para movernos a través de lo que sentimos. Sabemos lo que pasa incluso antes de que nadie nos diga nada, porque nuestro esquema mental ya está predispuesto a que las cosas son como tienen que ser, como nos vienen bien, y cuando eso falla, cuando lo que antes era un mundo de buenos y malos hoy se basa en un mundo de muchos malos con algunos que van intentando poner algo de calma, de sentido común, de alguna manera, suave, tenue, sin aspavientos. Pero no. No lo sabemos. Sabemos que ha pasado algo en Perú, por ejemplo. Pero podemos quedarnos con la explicación evidente, la de un golpe de estado contra el presidente legítimamente votado o podemos quedarnos con que al presidente legítimamente votado se le ha ido y lo han tenido que destituir y entonces nos quedamos con el esquema aprendido de siempre y no somos capaces de saber, realmente, qué pasa. Sabemos lo que queremos saber. Ucrania y Rusia son los ejemplos que más me tienen el seso comido. No sabemos realmente qué está pasando. Quién se está muriendo, quién está matando, qué está pasando, quién está retrocediendo o quién está ganando. Sabemos que cada día pasan cosas, que lo que ayer parecía una cosa hoy parece que es otra, pero no conocemos datos fehacientes sobre nada. O sí. O sí los conocemos y nos negamos a pararnos a entender qué ocurre. O los esquemas nos hacen ver las cosas que queremos ver y que no queremos reconocer. Qué es cierto. Ha pasado algo. Se han petado por ejemplo un tubo por donde pasaba el gas, no sabemos qué ha pasado, qué ha ocurrido ciertamente, quién ha sido. En 2022 ya, que conocen cada paso que damos aunque no queramos, que el movil nos escucha las conversaciones, que yo que sé, pues parece que yo que sé no, que no sabemos tantas cosas. Sabemos que las cosas están ahí, pero no sabemos ni siquiera qué cosas son. Sabemos que hay procesos en marcha, que se hacen políticas, que se alcanzan acuerdos, pero no sabríamos decir qué está pasando. Sabemos que hay una polémica con lo del Sí es Sí, pero no sabemos explicar de qué va esa polémica. No sabemos qué ocurre y se supone que ya estamos preparados para entender. Y no lo sabemos explicar. Lo vemos en la tele, nos lo explican, no lo sabemos reproducir. Y yo que sé. En esas y otras cosas se nos va yendo la historia.
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