jueves, 26 de enero de 2023

Contra el fascismo


Aplastemos el fascismo. ¿Quién va a estar contra eso? Sabemos quién está contra eso, sabemos que hoy mismo en Santa Coloma una parada de Vox ha hecho propaganda de su ideología reaccionaria disfrazada de lenguaje común y llano, viril y valiente, pero no son más que los lacayos de quienes siempre han buscado... esto lo tenemos todos claro. No nos gusta el fascismo, en Santa Coloma no queremos fascistas. Eso es evidente. Pero qué son los fascistas. Claro, esta pregunta parece sencilla, evidente, pero desde que el término se acuñó calificar de fascistas a diestro y siniestro se ha convertido en un deporte peligroso. La frase que dice 'si todo es fascismo, nada es fascismo', parece que cobra realidad cuando todo el mundo nos parece fascista o nazi. Todos son nazis menos yo. Soy tan así que te llamo nazi o fascista porque así yo me sitúo en un extremo en el cual... vamos a ver. Si el otro día nuestra alcaldesa del alma salió por peteneras y calificó como fascistas a los okupas de La Kasa, en el carrer Padró, dónde está el límite. Por mucho que uno pueda estar en contra de las actividades que se lleven a cabo en la CSOA, que puede ser, por mucho que uno pueda estar en contra del estado de dejadez en el que se encuentra el barrio del Centre y que poco tiene que ver con la acción de los okupas y mucho con la inacción del equipo de gobierno, calificar de fascistas a un colectivo que, insisto, puede estar en las antípodas del modo, estilo, manera, sentido de la vida de muchos de ustedes e incluso de mí mismo a día de hoy, pienso que habría que haber escogido otra manera para descalificar desde la institución más alta de la ciudad a un colectivo concreto. Cuando vengan los fascistas de verdad, porque ya han venido (han tenido regidores en nuestro consistorio ¿no se acuerdan de PXC?), qué les diremos. Bien, como digo, dónde está el límite. El límite se lo han saltado a la torera 'animus iocandi' en el programa Zona Franca. Un programa que basa su humor en pensar que la audiencia de una televisión pública es su grupo de colegas, que deben pensar todos más o menos lo mismo sobre la vida, España y la cerveza y el Barça, claro y que se ha tenido a bien situar en la franja de noche extrema. Diversas 'bromas' y 'comentarios' pueden resultar ofensivos para una parte de la audiencia que no tiene porqué compartir su ideología, porque es ideología y no humor lo que se imparte, pero otra cosa es otra cosa. Otra cosa es llamar en el programa de ayer 'nazis' a los votantes del PSC. Que saquen la cara por los socialistas los socialistas, que aquí en Santa Coloma van llamando fascistas a la peña ¿no? pues sí, que lo hagan. Pero eso no quita que no sea grave que la tele pública considere fetén que a los votantes del primer partido de Catalunya en número de votos se les considere nazis por que apoyan el cuarto cinturón, la ampliación del aeroport o el casino de Tarragona. Tres cosas que me parecen lamentables y propias de un proyecto de derechas disfrazado de un falso progreso económico que... ¿pero nazis?

¿De verdad el PSC es un partido capaz de gasear a los judíos, a los gitanos, a los comunistas, a los homosexuales? ¿En serio es normal llamar nazis así a la brava a la gente que vota diferente que tú, que no quiere la independencia, que... yo que sé? Ahora que me llamen tabarnio o me llamen españolista o que me llamen lo que les de la gana, pero no salgo de mi asombro. O que me llamen okupa, radical o que me ponga a trabajar, vago, quienes sigan a pies juntillas lo que mi alcaldesa socialista considera que es la verdad en mi ciudad. 

Me da igual. A mí lo que me parece es que cuando vengan los fascistas de verdad, no nos va a hacer tanta gracia. Estos días van a tener lugar diversos actos para recordar la entrada de los fascistas en Santa Coloma en 1939. Actos donde haremos proclamas antifascistas, donde nos declararemos antifascistas, donde diremos que la unidad, que la acción, que el combate... pero así estamos.  

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