jueves, 13 de abril de 2023
Los Planetas - Una semana en el motor de un autobús
¿Se puede hacer una crítica de un disco sin haber escuchado el disco entero, aunque este disco tenga ya 25 años? Se puede, porque la voy a hacer ahora mismo. ¿Realmente no he escuchado este disco entero nunca? Es posible que lo haya hecho. ¿Sabría identificar de carrerilla las canciones de este disco? Todas no. Me pasa habitualmente en los conciertos de Los Planetas que hay un conjunto de canciones que no sé de que disco son. Que me pase a mí que soy un obseso de las listas, las canciones, los discos, los créditos y todo eso, ya es un indicador de algo. Indicador de que este disco es el primero de una serie de discos de Los Planetas que no son el mismo disco pero se parecen. Y cuesta identificar una canción y la otra y la de más allá. Hablamos de Una semana en el motor de un autobús porque se cumplen 25 años de su publicación. 25 años, tendría yo entonces 22 añitos. Yo ya conocía a Los Planetas. Sonaban en Radio 3, eran uno de esos grupos de la hornada de grupos indies de los que me gustaban algunos pero no todos y no diré pocos porque tampoco es verdad. Los Planetas me gustaban porque había canciones que me gustaban pero no me había subido a su carro, como sí me había subido al carro de Nirvana o de Sonic Youth, por ejemplo. ¿Escuchaba yo a Sonic Youth entonces? Yo creo que sí. Claro que sí. La memoria. ¿Porqué este disco es especial? Porque comienza con Segundo Premio. Y tengo una historia. Recuerdo una noche, ya se había acostado todo el mundo y en los conciertos de Radio 3 iban a salir Los Planetas, que sacaban nuevo disco, que tenían formación nueva, pues lo veré. Y comenzaron a tocar Segundo Premio. No comenzaron a tocar Segundo Premio, me refiero a que cuando comenzaron a tocar Segundo Premio, ojito. Creo que yo ya los había visto, con el Abel supongo y con mi hermano, en algún BAM. El caso es que empezaron a tocar Segundo Premio y amigo. Amigo. Ahí comienza y se acaba (que no es verdad) mi historia con este disco. Luego me enteré que la canción quizás no fuera todo lo suya que pareciere, pero eso es muy después. Segundo Premio y la letra de segundo premio, Segundo Premio y el Erik atizándole a la batería. Y si esto que ha pasado, va a pasarnos otra vez, y si todo ha sido en vano, no tienes que volver. Y si esto te hace daño, si te puedo hacer sufrir, ha servido para algo, al menos para mí. Amigo. Epifanía. El copón. Ahí, de noche, 22 añitos, el futuro más perdido que el barco del arroz, ninguna expectativa, nada que hacer, pelo larguito, todo a favor. Segundo Premio. Todo el resto del disco se me hacía nebulosa, no es que no me interesara, no es que no me haya interesado, lo escucho y lo puedo escuchar y me gusta, pero es que Segundo Premio. Me acuerdo que me llevé a casa un single de la radio, salía Segundo Premio y creo que salía La Playa. O era el Segundo Premio y otro era La Playa. La Playa era otra grandiosa canción. El verano que estuviste en la playa. No sé porque esa canción siempre me recordaba a Robin. Robin Chico. Algo que me había contado, algo parecido. Un verano que fue una pesadilla, si me acuerdo me duele todavía. Brutal. Y Cumpleaños Total, claro. Todos los cumpleaños, ese cumpleaños. No será peor, seguro que es mejor. Esas tres canciones. En conciertos han sonado todas las demás pero esas canciones a mí ya no me importan. Porque si me importaran mucho podría caer en la trampa de los Planetas, la trampa mortal de Los Planetas, esa trampa que se ha llevado por delante la vida y esperanzas de tantos. No es mi caso. Yo solo fui damnificado por esas tres canciones y aquí estoy. Con la frente despejada y la mirada clara con confianza en un mañana mejor.
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