Seis meses después de que nos dejase Gal Costa, ahora es la reina de los Mutantes, la simpar Rita Lee la que abandona la sala. Un cáncer, que ya la tuvo ahí ahí hace unas semanas, finalmente ha terminado con la vida física de la grandiosa Rita Lee. Porqué es grandiosa. Es grandiosa porque hizo lo que le dio la gana y estuvo como le dio la gana hasta el final. Y porque buena parte de lo que hacía, lo tendré guardado aquí en un rinconcito de donde sea, para siempre. Rita Lee fue parte integrante e importante de una banda que posiblemente habría quedado en el olvido de no ser porque, como siempre, un anglo la puso en órbita. Recuerdo haberme comprado el cd 'Everything is possible' cuando trabajaba en el 1004. Un día leyendo El País de las Tentaciones, leí un artículo sobre la banda en el que decían que David Byrne había preparado una recopilación de éxitos desde su sello. Describían el sonido de la banda brasileña de los hermanos Baptista y Rita Lee como 'psicodelia ratonera'. Yo ya no necesitaba más. De ahí a introducirme como fuera en el sonido de Muntantes y de paso entrar en la Tropicalia y descubrir a Caetano Veloso, Gil, Gal Costa, etc., todo fue uno. Pero todo empezó con Os Mutantes y con los primeros discos de Rita Lee en solitario y con los primeros discos de Rita Lee con Tutti Frutti, una banda de rock donde ella se erigió como la Bowie... la Rita Lee. Rita Lee en un vídeo demoledor cantando Splish Splash en su época Cilibrinas do Eden. Este vídeo ya no está en circulación pero mientras lo estuvo fue toda una revelación, porque Rita Lee ya no parecía la chica inquieta y pizpireta de Mutantes, sino que era absolutamente una bestia en el escenario. De hecho en el vídeo canta poco porque la canción tiene poco que cantar y buena parte de la interpretación es ella moviéndose por el escenario. Bestial. Mucha gente conoció a Rita Lee por persona interpuesta, como con la canción Lança Perfume. Otra gente la conoció cuando ya en la madurez hizo sus discos de homenaje a los Beatles con Bossa. Y mucha gente no sabrá de quién narices le estamos hablando. Rita Lee. No sé la de tiempo que fue mi fondo de pantalla. Cualquiera que haya pasado algún tiempo en mi vida sabe la veneración que le tengo a Rita Lee, mi fascinación por este ciclón que hasta el final estuvo comprometida con una forma de hacer y de ser que la alejaban de los convencionalismos, de la vida recta, de lo que se espera de uno. A veces para bien, también para mal. Pero todo lo llevó para delante. Y sobre todo, con música. Escuchen sus discos con Mutantes, sus maravillosos discos en solitario, sus discos con Tutti Frutti, el disco perdido de las Cilibrinas do Eden, déjense llevar por este ciclón y conviértanse también en Mutantes para siempre.
Para finalizar, su epitafio que es el de todos y todas. 'No fue un buen ejemplo, pero fue buena gente'. Amén.
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