miércoles, 6 de septiembre de 2023

Crónica de la Festa Major de Santa Coloma 2023. Nuestra fiesta.


Nuestra Festa Major es una fiesta callejera y multitudinaria. De multitudes. Ríos de gente invaden las calles de Santa Coloma año tras año cuando llega la Festa Major de Septiembre en un fenómeno que supone el reencuentro de quienes se han ido y vuelto, la despedida del verano vacacional como tal, la última fiesta antes de la reincorporación mental al trabajo y rutina diaria, el recuerdo de las fiestas vividas en otros lugares durante los meses de julio y agosto, en definitiva, los y las colomenses a los que se dirige la programación de las fiestas, se vuelcan en ellas con total entrega y bien que hacen, que la vida luego son dos días y el que te pasas en casa mano sobre mano parece que no cuenta. Aunque, ya os lo digo ahora, la inacción tampoco está pasada de moda. O la desgana. O la inercia. Solo hay que ver cómo el mismo Ajuntament que se esfuerza en mantener un programa festivo a troche y moche para cuatro días de jarana sin fin, luego es perezoso a la hora de prodigar que los espacios de la fiesta tengan, al menos, un mínimo de conexión con los tiempos en los que vivimos. Y luego hablaremos de los modelos de la fiesta. Por ejemplo, la gestión de residuos. Un espacio como la Fira d'Entitats sin containers amarillos hasta el segundo día, que dirás, qué pesados con lo del reciclaje, pues sí, ya nos ponemos nosotros pesados con lo del reciclaje ya que no lo vas a decir tú. O bien el Punto Lila, el espacio con menos gracia del mundo en el que dos chicas a oscuras pasan las horas en unas condiciones que te hacen dudar si estamos viviendo en la ciudad con la alcaldesa más feminista o con la más ahorradora. Una cutrez, con todas las letras. Fira d'Entitats, como Tolstoi, hablaré de lo que conozco y es que nuevamente mi vida durante la Festa casi se ha limitado a la caseta y a la Fira d'Entitats, con esporádicas visitas a las Alternatives y al Sintonizza. Comienzo pues con el relato. Montaje de la caseta efectuado en esta ocasión con una celeridad que da cuenta de la coordinación y de la ilusión por hacer las cosas que tenemos en la organización. Sí, nos gusta montar caseta, y sí, nos gusta el trabajo en la caseta. Nos gusta conectar con nuestra gente y con quien no es nuestra gente, con quien viene a por el bocadillo de morcilla de manera insospechada para mí porque la morcilla me sienta como el desto. Pero al resto del mundo no. Y la morcilla se vende y mucho. Nos gusta que venga la gente a tomarse una cervecita, que no te va a pasar nada, no te vas a convertir en yolander, ni comuner, ni colauer, ni nada por venir y tomarte una birra, como a mi no me pasa nada por tomarme una birra revolucionaria en el PCPC o con los compañeros de Esquerra o por pasar la noche en las Alternatives. Nos gusta hacer la paella y ver que siempre nos quedamos con la sensación de que podríamos hacerla más grande, para más gente, y vendría aún más gente y no se nos quedarían fuera personas a las que queremos mucho y que mira, la planificación. La primera noche fue estupenda, nos dimos un palizón de hacer bocadillos y poner birras y cuando llegaron las doce y pico y comenzó a bajar el tema decidimos no hacer más el indio y cerrar. Porque después de según que horas a lo que te dedicas es a poner cubatas. Y no sabes a quién se lo estás poniendo. Así que la mejor manera de evitar riesgos, es cerrar. Y no pasa nada. Modelos de la Fira d'Entitats. Vamos a un modelo de discoteca a cielo abierto. Nuestro modelo, el de bocatas, cerveza y algunas actividades programadas para... va quedando relegado o no se asume por parte de casetas más grandes, que han decidido hacer de su caseta un espacio para la fiesta de jóvenes y con mucho éxito por cierto. Así, si se hace un vistazo a grosso modo de la fiesta mayor, uno tiene la sensación y no es uno solo, que es más gente, de que la fiesta se basa básicamente en beber y bailar. Pistolas de agua aparte. Beber a través de las casetas y de las múltiples barras de bar, de los corretapas y correbares. Paseo por las atracciones, los conciertos y vasos de plástico en el suelo. Una fiesta que se deja por el camino a una parte sustancial de la población colomense, si es que la consideramos como tal o bien la queremos considerar parte de quienes merecen tener algún tipo de participación o implicación o representación en la fiesta mayor. Barrios enteros sin fiestas, comunidades culturales sin visibilidad, pero esto ya lo denunciamos el año pasado y no merece la pena extenderse más en ello. Todo lo que hace nuestro Equipo de Gobierno eterno y omnisciente está bien y bien lo reconoce la población que les vota, por lo que bien estará que las fiestas sean así y así las tengamos que disfrutar y al que no le guste pues será porque es raro o algo o un soso o está en contra de que la gente no se lo pase bien. ¿Tú no quieres pasártelo bien? Yo me lo pasé bien cuando cerramos el primer día en las Alternativas. Había música de esa moderna que ya no tiene ningún vínculo con el ritmo ni con nada y un dj que alternaba cosas jamaicanas con cosas populistas y cosas modernas. Este año las Alternativas han cambiado de ubicacion, en la misma acera pero más encajonadas hacia el Puig Castellar, una decisión creo que desacertada porque les quita amplitud y así creo que no he visto a tanta gente así a lo bestia como otros años. Paradójicamente, igual la competencia de las discotecas a cielo abierto de las casetas de la fira d'Entitats ha supuesto un golpe para un modelo de fiesta que busca la fiesta y la lucha a manos de quien solo busca la fiesta. El cierre del paso por Víctor Hugo para evitar aglomeraciones se ha visto como una treta del Ajuntament para que las fiestas alternativas fracasen, salir por Víctor Hugo se podía y entrar se podía haciendo una sencilla pirula por un montículo adyacente, pero ahí está el hecho. En las Alternativas, amigos y familia y el pie que no me ha dejado vivir solicitando regresar al domicilio, que la fiesta es muy larga. Al día siguiente, Corretapas, su ratito de caseta y Sintonizza. Su ratito de corretapas nos deja una impresión de un evento que es todo un éxito. Colas enormes por los bares del centro de la ciudad, aglomeraciones de gente, paciencia, pistolas de agua, camisetas de peñas, y tras una vuelta de 360 grados, volvemos al Gaudir donde estaba pinchando temazos el Marcos para tomarnos esa cerveza que no nos hemos podido tomar en ningún otro sitio. Descanso breve y a la caseta a ayudar un ratito y para el Sintonizza. Veo cuatro grupos cuatro. Voy a ver principalmente a los Doctor Explosion. Los Chicos son una banda de ritmamblus competente, el bajista resulta ser un camarada de Madrid, el concierto se hace ameno y uno es que ya va con el espíritu ameno de querer pasárselo bien. El siguiente grupo son los Chicken nosequé y van así bien vestiditos de rocker modoso y molan también. El cantante y saxofonista no puede evitar el parecido a Buddy Holly y también se entretiene uno. Colegas, amigos y amigas, nos lo estamos pasando bien. Con Doctor Explosión tengo alguna duda, porque de aquellos Doctor Explosión de hace mil años que vinieron al Sintonizza a estos Doctor Explosión pueden haber pasado mil mundos, pero resulta que no. Y nada más empezar con Basura ya uno se pone a tono y la cara de felicidad es tal que yo que sé. Muy bien todo el concierto. Nos metemos dentro del backstage y desde allí vemos Grande Amore, que son como unos Sleaford Mods de Galicia y claro, Galicia. Y terminan con la canción más famosa que tienen y claro, eran ellos, Grande Amore eran estos. Ahora te cojo, amigo. El Juanra no cabiendo en todo el Parc Europa. Para casa después de departir amigablemente con propios y extraños y para casa que al día siguiente está la paella y más. La paella de En Comú Podem y antes la visita a Coloristes, con ese cuerpo de domingo por la mañana, con los incansables divulgadores de la cultura colomense, cuna de tantos y tantas dibujantes y pintoras y escultoras que siguen ahí, en la brecha. Y el recuerdo de mi padre ahí esos domingos por la mañana hablando con tanta gente y orgulloso de su obra y de que la gente le preguntara... ese pueblo cuál es. La paella, nuevamente vegetariana, sale estupenda y se incorporan paelleros nuevos y todo es armonía y nos visitan de fuera y de fuera y todo muy bien y el domingo por la tarde resulta que viene a pinchar el Xavi Villena y oye, nos traen un equipo para competir con los sonidos brutales de otras casetas y la cosa funciona. Si el Villena se lo pasa bien, nosotros nos lo pasamos bien. Y así tras otra jornada de bocadillos a dojo, nos vamos para casa y a esperar el lunes que llegan los fuegos. Y antes de los fuegos otro momento de éxtasis bocadillil y agotamos las existencias y nos ponemos a ver los fuegos y en cuanto acaban, fin de feísta, digo de fiesta, a recoger y a dejarlo todo ordenadito para el día siguiente...

Fiesta Mayor, me he dejado el seguici inaugural, que creo que nunca había ido por el rollo de la caseta y oiga, muy bonito y mucha gente, ya sé dónde os metíais. Una Festa Major que nuevamente vivo en un espacio muy concreto y no he visto al Baute ni mucho menos a La Guardia que me daban una rabia que me moría o La Frontera, grupo que nunca entendí. ¿Revolver ha venido ya? Porque la secuencia lógica es que vengan ya. No vi a la Vico ni a Lil Dummi que también me da un poco de rabiunsia. En fin. tampoco vi a los compañeros raperos de Periferia 5... 

Una Feria más y una Fiesta menos. Lo dicho, el modelo de fiestas, el piloto automático, quién es Santa Coloma y todo eso. Nuestra fiesta. 

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