Yo no quiero ahora venir a darle lecciones a nadie, pero es posible que tengamos que ver lo que pasa en otros países para intentar, no digo que lo vayamos a hacer ahora todo así deprisa y corriendo, digo simplemente que tendríamos que mirar a ver qué pasa en otros países y ver de qué manera en lugar de estar mirando cómo pasa en otros países sin pensar que esto vaya a pasarnos aquí, pues intentar poner alguna cosa de nuestra parte. Estaríamos hablando de esa gente. Esa gente que parece que no está, que no cuenta, que no existe, que no participa ni en esto ni en nada y que no entiende ni lo que le decimos ni porqué lo decimos. Esa gente que parece que no espera nada, puede que esté esperando algo y ese algo puede llevar una motosierra o puede llevar el pelo ese que nos da mucha risa o puede que viva en un pueblo catalán al pie de la montaña y no lo parezca pero lo es y lo es mucho. Y puede que todo consista en saber detectar qué espera esa gente y de qué manera, rápida y eficazmente, podamos lanzar una propuesta que ponga en valor nuestros valores y que conecte de una manera muy loca eso y lo otro. Las dos cosas a la vez. No hablo de rojipardear como en Alemania, no, ni mucho menos. Hablo de que en este paisito pequeño que tenemos tenemos al menos una propuesta que está ahí y que ya no existe en ningún otro país de nuestro entorno y que deberíamos estar pensando, que ya lo hacemos pero no por eso no voy a ponerme pesado con el tema, digo que deberíamos estar pensando en cómo hacemos para que esa propuesta se consolide y crezca y sepa conectar con toda esa gente que un día, cuando toque, decida que ya no conecta con nada o que quiere conectar con algo por primera vez y ese algo no sea una fascistada como un castillo de grande. Y por eso, creo, y que se me entienda claramente, debemos escoger de una manera muy sencilla qué y a quién nos estamos dirigiendo y en una localidad como la de nuestra Santa Coloma de nuestra alma querida, debemos saber muy bien qué es lo que estamos defendiendo y a quién estamos defendiendo. Creo que se me entiende cuando digo que Santa Coloma de Gramenet es una localidad de 120mil habitantes de los cuales una porción muy importante tiene problemas severos para llevar esa vida que parece que normalizamos como la vida y que se enfrenta a una precariedad constante. Constante y que debemos entender como prioritaria. Prioritaria y que no deberíamos equiparar a otras situaciones que no están relacionadas con salvo de una manera tangencial. Es el mismo balón pero es otro deporte. Y hay movidas, cosas, momentos, escenarios, con lo que es muy posible que no conecte prácticamente nadie en esta ciudad. Nadie. Absolutamente. Nadie. Movidas. Nadie. Y junto a esa gran porción de población hay otra porción todavía más numerosa que vive y que está y que tiene unas espectativas y unas perspectivas y cosas que ya tiene y que ha conseguido y que disfruta de una manera que generaciones anteriores jamás pudieron que no podemos olvidar. Esa gente y la otra gente, son esa gente que conforman prácticamente la totalidad de nuestra población colomense de Santa Coloma y es esa gente a la que le debemos enviar alguna propuesta. Si es que queremos enviar alguna propuesta, que también existe la opción de no enviar nada alternativo y simplemente mimetizarnos con lo que ya es la opción preferida de los colomenses y las colomenses y dedicarnos a hacernos fotos por la ciudad como si estuviéramos pasando cuatro años en Santa Coloma haciendo turismo y disfrutando de las cosas que pasan en la ciudad sin ningún tipo de intención de crítica, reivindicación o alternatividad sino asumiendo que lo mejor que nos puede pasar es que nos confundan con lo que tiene 17 regidores y convertirnos todos en Equipo de Gobierno voluntario o mocito feliz. Y como se viene el puente y las fiestas, no quisiera despedirme sin desearos a todos y a todas una feliz entrada de año.
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