martes, 2 de abril de 2024
Américo Vespucio. Relato de un error histórico - Stefan Zweig
Es muy sencillo. Lo dice la contratapa y lo dice el propio Zweig en la parte final de este librito la mar de interesante. Es un resumen que vale para este caso pero vale para todo. Y uno cree que quizás se ha utilizado toda la historia por parte de Zweig para llegar a la parte final y decir esto. En ocasiones, en muchas ocasiones, es más importante aquel que cuenta un hecho que el que ha protagonizado el hecho en sí. El caso de Américo Vespucio. Cristóbal Colon 'descubre' un territorio nuevo, pero él no lo sabía y se murió sin reconocerlo. Él creyó que estaba en la India. Sin embargo, el primero en saber reconocer que lo que se acaba de 'descubrir' no era tierra conocida sino desconocida, fue Américo Vespucio. Y Vespucio no era nadie. Era un simple piloto de uno de los barcos que intentó reconocer esa tierra nueva y que, efectivamente, supo ver y supo escribir, sobre todo, que era un mundo nuevo. Más allá de la idoneidad del verbo 'descubrir', del papel de esos navegantes y descubridores y su legado, o de cómo pudo ser que un personaje en principio sin la envergadura de otros marineros, etc., pudo darle el nombre a un continente, de lo que se trata aquí es de reconocer que un hecho en sí, puede no tener importancia si uno no lo cuenta. Emisor, receptor, mensaje. Saber contar es más importante que hacer. Una vez más.
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