- Nos estábamos enredando en una discusión que no sabíamos ni cuando comenzó ni cómo debía terminar, cuando el Gerito se calentó y dijo que se iba a su casa 'pero ahora mismo' a buscar un libro que se había leído hace tiempo, en el que decía que lo que nosotros pensábamos era ya no un error, si no, como sólo el alcohol era capaz de decir: una mierda así de grande.
Bien. Cogió su chaqueta y se fue para casa. No vivía muy lejos, pero al menos entre ir y venir, calculamos que media hora o más tendríamos que estar esperándole. Así que para matar el tiempo, le preguntamos a Polda sobre cómo le iba en el teatro, que si estaba funcionando la obra que estaban representando y que qué tal le iba con los compañeros. Vamos, que diese conversación. Y Polda nos dijo que la obra estaba yendo un poco así. Que mientras la estaban ensayando y tal, que todos se habían encontrado muy a gusto y como que había funcionado una extraña química entre todos los miembros de la compañía. Incluso con el ruso, Rasim, que tenía fama de vivalavirgen, la cosa había ido bien, y todo el mundo estaba colaborando perfectamente. Y no era fácil, porque ya de por sí la obra se las traía. Estaban adaptando unos relatos de un dramaturgo húngaro, un tal Fenosz Bulyko o Bulyko Fenosz, en los que el protagonista no existía, tenían que buscarlo. 'Es decir', nos dijo Polda, que con la lengua suelta empieza y no para, 'que en cada relato, el protagonista se había ido a mitad de la acción y todos nos quedábamos esperándole, creando una tensión en el espectador que no sabía qué pasaba hasta que finalmente todos íbamos abandonando el escenario, ponemos una música para separar cada fase y empezamos con un nuevo cuento, en el que inevitablemente vuelve a pasar lo mismo, cuando parece que el protagonista consigue ponerlo todo en orden, le llaman y sale de la escena, pasa un cuarto de hora y recogemos y nos vamos'.
Eso, en los ensayos había sido maravilloso de ver. Porque todos se metían en el papel del que espera y espera y se creaba un climax que era 'como estar en trance', según Polda. ¿Y qué ocurría una vez que la empezaron a representar? Pues que el público, aunque en su mayoría estaba avezado en contemplar las mayores tropelías escénicas, y ya hoy en día nadie se asusta de nada, no le veía la gracia al asunto. Y no es que no hubiera entre la platea gente que inmediatamente sacase una conclusión sobre el asunto, buscando explicaciones, paralelismos, metalenguajes, intrahistorias, símiles, bucles y el copón. Porque listos en este mundo hay muchos. Y gente con morro más. Simplemente es que para el grueso de los espectadores, aquello, gracia, gracia, no tenía. Y como suele ocurrir, el viajado, el cosmopolita, aquel que se precia de saber más que nadie, aventuró que algo parecido 'ya lo había visto en Edimburgo'. Claro.
Vamos, que tenían contratado un mes, pero que igual con tres semanas iban más que serviditos. Y claro, habían empezado a surgir ciertas disensiones. No por parte de Rasim, por ejemplo, que parecía como sedado o drogado, porque estaba de un tranquilón que asustaba. Polda ponía voz de ruso y decía 'Yo no quiero problemas, vosotros decir y todo bien'. Pero algunos actores, sobre todo Josealbertito, que hacía el protagonista, pedía que si eso, que en algún cuento, podían hacer volver al actor y así el público. Pero no. El director, el señor Aurelio, decía que nada de nada, y Polda ponía voz engolada y decía 'el respetoooo, el autooor, nooooo, nooooo'. Y así.
Ya lanzada, nos dijo que 'que no salga de aquí, pero me está empezando a gustar el ruso, y yo creo que le gusto a él también'. Y quisimos sonsacarle más cosas, que si había pasado algo, que cómo era eso, que ella siempre había dicho que Rasim era un tío poco de fíar, pero que ella le veía ahora cambiado y eso. Vamos. Ver para creer.
- ¿Y Gerito?
- ¿Gerito? Gerito se quedó en casa dormido y no volvió.
Això també ho va fer l'alcohol, que li va dir que millor es quedava a casa dormint... :)
ResponderEliminarptns!
Ah, mire, aquí era al revés que con Pirandello: van todos en busca del personaje, en lugar del personaje en busca de autor. Pero claro, es que Fenosz es húngaro. Gerito no sé, pero tengo mi pálpito. A mí me parece de Santaco.
ResponderEliminarMonsieur, feliz estreno. El público se acostumbrará a los húngaros, seguro.
Bisous
¿Ha visto Tolya? el blogger está lleno de gente. Y qué amplitud. Ya sé que me repito pero es que estoy entusiasmada con el nuevo espacio.
ResponderEliminarAy, siempre hay algo parecido visto anteriormente... La creatividad pura se da raras veces.
Encantada de pasar por su blog y de hacerme seguidora Barón. Le recuerdo de haber compartido relato:-)
ResponderEliminarUn saludo