En la Guerra del Chaco:
- Cúbrete un poco, hombre, que parece que estés buscando que te den...
- Pues a lo mejor estoy buscando que me den...
- Venga. Ya está el tontito haciéndose la víctima. Venga hombre, ponte así detrás del parapeto que vamos a tener un susto.
- Qué susto ni qué nada, si aquí llevamos ya dos semanas sin escuchar un sólo disparo.
- Pero basta que te pongas así para que haya una desgracia. Va, ponte bien. Cúbrete.
- Que no, que así estoy bien.
- Mira que eres tonto. No ves que nos estás preocupando a todos...
- Joder, que no pasa nada, que me pongo así un rato y ensayo un poco esta posición de tiro. Que no hay ningún peligro, que no pasa nada.
- De verdad, que te pones de una manera a veces que no sabe uno si es que eres tonto, si eres muy tonto, o es que eres el más tonto.
- Pues a lo mejor soy el más tonto. ¿Y qué?
- Pues qué va a pasar, nada. Que te van a dar mucho por el culo un día y entonces a vas a ver qué bien. Va, ponte en condiciones que va a venir el Sargento Orueta y te va a meter un puro que verás. Y eso sí que no te va a gustar.
- Que no. Que no va a venir, que me han dicho que ayer le dieron y está en la enfermería.
- ¿Ves? ¿Ves? Así que le han dado, pues ya te puedes poner bien, porque si a él le dieron a ti te pueden dar igual.
- Pero es que a él le dieron en otro sitio. Se ve que fue a un boliche, se le calentó la boca, quiso aprovecharse de la mujer del patrón y acabó la cosa a tiros. Uno de ellos le dio en el brazo. No está para morirse, pero hoy no puede venir.
- Desde luego es que vaya banda de gilipollas.
- Pues si te parecemos gilipollas nosotros, no sepas lo que pensamos nosotros de ti.
- Ah, ¿si? Y qué pensáis de mi...
- Pues que eres muy listo. Que eres muy listo, que sabes de todo, que todo lo haces muy bien y que nos cansas. Que nos aburres. Que te podrían dar el tiro a ti.
- Gilipollas.
- Gilipollas tú.
- Va, ponte bien, va. No me hagas esto.
- Que no, que me dejes.
- Mira, te lo pido por favor. No ves que estás ahí que te está viendo todo el mundo tumbado, que te ven desde Asunción por lo menos, va, venga. No me hagas sufrir más.
- Yo no te hago sufrir, ni nada. Yo estoy así bien. Tú haz lo que tengas que hacer.
- Es que mira que eres gilipollas.
- Gilipollas tú.
Suena un disparo.
Me temo lo peor, aunque por estos lares nunca se sabe.
ResponderEliminarFeliz comienzo de semana.
Bisous