Yo no entiendo
mucho de estas cosas. Si encima llego tarde a los sitios, poco favor me hago
como cronista y poco servicio le hago a mis miles de lectores. A todos esos
lectores que desean leer la verdad. Es verdad anhelada por el ciudadano que
quiere que le expliquen realmente qué pasa en los sitios. Que no se conforma
con la adulación del poderoso y el maniqueísmo de buenos y malos, de mis amigos
y de mis enemigos. Yo, como digo, y empezar con el yo por delante ya dice mucho
del tono del texto de hoy, no sé de casi nada. El Pleno de ayer, consistía en
la aprobación de lo que se llama el cartapacio municipal. Cartapacio. Esa
palabra, ese concepto. El cómo y el quién. Después de mes y pico, dos meses
prácticamente desde que el PSC ganara ampliamente las elecciones y después del
discurso revolucionario, puerta de entrada de una nueva era de luz fraternal
entre los pueblos, de la alcaldesa, todo era nada. Lo mismo de siempre, la info
llega cuando llega, juego con la gente, aquí hago esto y entonces tú piensas lo
otro, te toco a este, le digo a tal, voy hablando sin que nadie se entere,
podrías haber preguntado y te lo hubiera dicho. Yo no entiendo de estas cosas,
si supiera no estaría aquí sentado, estaría en otra parte. Y para colmo llego
tarde. Y me tengo que sentar fuera justo cuando la portavoz de los nuestros, la
Sevilla está hablando del nuevo modelo de funcionamiento, que no es ni mucho ni
poco ni nada nuevo. Y el pleno está lleno. Ha venido mucha gente de Podemos,
por ejemplo, que no habían venido antes. De la misma manera que la vieja
política lucha por parecer nueva política, haciendo más desmarques que Neymar,
la nueva política también hace alardes de vieja política, con discursos
formales, con candidatos apareciendo en el pleno, saludos, política en
definitiva. Ciudadanos a título individual, convertidos en políticos, con su
séquito y todo. También se ve a gente de Ciutadans, que tampoco se hacían muy
presentes en otros tiempos. Tener representación e interesarse por la política
municipal, todo en el mismo día. Otra gente ya no está. Y nadie les echa de
menos. Nadie. Ni siquiera quienes les estaban esperando siempre con la escopeta
cargada para enfadarse, enrabietarse, indignarse. Así que me quedo fuera y
escucho. Y la cantinela es la siguiente: nos vamos a reír mucho, porque ahora
toca reírse porque somos divertidos y te tienes que reír. Y si no te hacen
gracia los chistes, debes ser de derechas. Nosotros vamos a estar escuchando
durante cuatro años, que hace cuatro años molábamos más y no teníamos tantos
remilgos. Y así con cada intervención. Y con este modelo antes no decías nada,
aquello lo votaste, y ji ji, y ja ja. Som quiere hacer el papel de oposición
alternativa y seria a la vez. Pero a los concejales se les escapa la risa
cuando escuchan según qué cosas y el esfuerzo por ser una fuerza seria, se les
va. Los del PP lo miran todo como pensando ‘¿qué mierda es esta?’ con gesto de
haber venido de Eton y encontrarse con… Nosotros quisiéramos ser una fuerza
seria, esa fuerza, pero a la alcaldesa se le olvida darnos la palabra alguna
que otra vez y no podemos demostrarlo. Nadie hablará de nosotras cuando hayamos
muerto, vale, pero no estamos muertos. Estamos aquí. ¿no nos ven? Si, hombre,
si los chistes, los candidatos, los cargos de confianza, somos nosotros. Nos
ven, pero de una manera atravesada. El otro día me dijeron que los textos eran
muy largos. Escribo mucho para matar el tiempo, no se apuren. Buena parte de lo
que escribo es relleno. El intento, quiero creer que no premeditado, por hacer
de alguna manera iguales a los c’s con la extrema derecha, bueno, pues un poco
cogido por los pelos, tan cogido por los pelos, que uno hasta tiene que decir
que el portavoz de c’s estuvo bastante bien. Que no salga de aquí. Sobre otros
temas del pleno, no tengo mucho que decir. Es que llegué tarde y se me fue. Som
renuncia al cargo de cap de la oposición. Cargos bilingües. Nuevo canto a la
igualdad entre los grupos y a la donación de fondos a entidades sociales. Nada
nuevo, pero ahora Som son más, y se les escucha mejor. Nosotros hablamos de
postureo, de que el nuevo modelo propuesto es copia de BcnEnComú, que la nueva
táctica es parecer nuevo y desmarcarse. El giro a la izquierda sin la
izquierda, o haciendo pesca de arrastre con conceptos, gentes y tal. El tal no
sé qué es, pero queda bien. No es muy largo el texto, llevo menos de una página
y unas setecientas palabras. Voy bien. Creo. Sigo. No es buena idea esa de
ignorarnos, de hacer como si no, cuando saben que somos los que contestamos. Igual
es por eso. La gente se da cuenta y nos mira con simpatía. La gente siempre
mira con simpatía al que es el muñeco de los golpes, se apiada del que recibe
los golpes. La gente, esa gente, no hace como el chiste de Gila, no van a por el
que está en el suelo. No toda la gente. Nosotros somos los de Ada Colau, no
somos amigos personales de Ada Colau, pero somos los de. Somos los de Barcelona
en Comú, no copiamos su organización, pero llevamos el mismo sello cuando nos
presentamos en las elecciones. Somos nosotros. Cuatro años de esto. De levantar
la mano, que me toca, que esto no está bien, que esto no va bien. Cuatro años
de reírnos nerviosamente cuando se ríen, no vaya a ser que no pillemos la
gracia. Cuatro años y llevamos dos meses. Al salir del pleno, buen rollo. Con
los nuevos compañeros de Podemos, con el regidor de Turismo, no puedo saludar a
mucha gente más, colegas de profesión, etc. Pero, en fin, imagino que ya
tendremos tiempo de irnos conociendo. O no, yo que sé. Que esto igual se hace
muy largo y me tengo que dedicar a trabajar y todo. No he explicado cómo queda
el cartapacio y cómo se distribuyen los cargos y eso, pero ahora es tarde. Ya
digo que no lo he entendido y que explicándolo podría ser peor. La información
es poder. Podría estar hasta mañana contando sandeces. Os llevo a todos en mi
pecho. Santa Coloma es un gran país. Yo hace mucho que no veo mundo. La
alcaldesa tiene tantas ganas de plegar que se iba a comer medio pleno que
ventilamos en un periquete. Todos olemos ya a aftersun y nos molesta la arena
de la playa en la ingle. Queremos irnos a casa a quitarnos el salitre y vernos
el moreno reflejado en el espejo. Va. Ir terminando que nos vamos. Cuatro años respondiendo y contestando. No os queda nada.
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