Esto que voy a hacer ahora, quizás sea la última vez que lo haga en la vida. Ya soy famoso. Mi imagen se busca y es publicitada en medios de comunicación, entre autoridades y personajes públicos, lo más granado de la sociedad local quiere tener una foto mía, soy una celebridad. Dicho esto, como digo, esto de escribir y hacer crónicas ya no me pega, mi papel ahora es otro. Comer almendritas saladas mientras bebo un culín de whisky y veo algún partido de fútbol junto a algún político o empresario local si los hubiere. Ni siquiera he ido a ver a los Barrankillos, no lo necesito. Mi mundo ya es otro.
Vosotros, ustedes, quizás esperéis las fiestas con el muy sano deseo de pasar unos días divertidos, relajados, agradables, haciendo colas interminables para tomarte una cervecita en vaso de plástico y una sabrosa croqueta, y os envídio. Envidio que la felicidad, el relajo, la capacidad de diversión y el tiempo disponible para ello, os permita pasar estos días de Feria y Fiestas Mayores deambulando por las calles de Santa Coloma como si no hubiera un mañana ataviados con vuestro pañuelito que demuestre fidelidad a la patria, yendo a conciertos de sabor añejo como los de los Mojinos o los Celtas, y disfrutando de las últimas novedades musicales, como las de Guadalupe Plata o Lichis, o haciendo gala de un sentimiento de implicación en la lucha final en las Alternativas, quizás acompañando a la alcaldesa en algún acto, quizás disfrutando del Cristo que ha pintado el Boronat para los Coloristas. Redentor, qué lindo.
Bueno. Os envidio, digo, os envídio tanto que pondría una tilde en la í de envídio y me quedaría tan ancho. Os envidio porque yo me lo paso bien. Sufrir, padecer, trabajar, remordimientos de conciencia, sentimiento de culpa, mal cuerpo.
El viernes teníamos concierto en el Cortocircuit. Qué ganas teníamos de concierto. Qué ganas de tocar en un escenario molón, con un equipo molón, con un público molón. Qué ganas de hacerlo bien, de pasarlo bien. No tenía que llevar el coche, por lo que podía beber y despreocuparme un tanto de las incomodidades de la logística musical. Pero, ay, Tlaloc, dios de la lluvia, no mira y tuvo a bien descargar agua a manta desde por la mañana y poner en riesgo el festival y nuestro entusiasmo por la música y el rock en particular. Una mierda que nos comamos. No vamos a tocar, vamos a irnos para casa, todo a la mierda. Investigamos, detectamos el problema, miles de personas mirando el móvil para saber si iba a llover o no, y nosotros, gracias a nuestra fe en lo sobrenatural, adivinamos el asunto: es la Carol. La Carol, camarera del Punticoma, camarera del Cinc, lleva una de las barras. Dice que es gafe. Que ya el año pasado... hay que hacer algo. Distracción, que no piense en la lluvia, habla, habla, toca. Se despeja el cielo y tocamos. Concierto muy bonito, vino mucha gente, nos hacen fotos, nos graban vídeos. Incluso hay quien dice que tenemos canciones bonitas. A., lo dice, Críticas muy positivas y nuestra imagen y autoestima, muy reforzada, la verdad. Deltanoise tocan también, se les escucha muy bien, pero son muy exigentes y siempre quedan descontentos. Pero muy bien. El grupo estrella eran Thirteen, que cantan muy bien y terminan muy pronto, llevándose digamos lo que es el público fetén. Nuestro mundo es otro.
A las cinco de la mañana y con más frío que en la guerra, se da por clausurada la jornada. Hay que hacer carteles al día siguiente para lo de Catalunya Sí que es pot. Sí, amigos, aquí no hemos venido a disfrutar ni a pasárnoslo bien. Tanto politiqueo, mover los brazos ya, coño, ha dicho hoy un joven currante. Me cago en la puta. Cortando cartulinas, pegando con cola, trabajos manuales. Cualquiera que me vea. Pues ahí estamos De cortar cartulinas y hacer plafones, a la expo de Can Sisteré. Son 25 o 20 años o 30, yo que sé de arte. Llegamos justitos pero llegamos. Mi señor padre, el Molina que pinta, pone dos cuadros. Ya se imaginan cuál puede ser uno de ellos. El otro es del mercado Segarra. Es un resumen de exposiciones y obra local principalmente. Mola el jarrón de la Lusesita, lo de la Mihoko y mola la charla con el Miguel Ángel Para. Trabajar, pintar, vivir. El arte y el trabajo. El genio y el trabajo. Charlas muy así con gente que se para pensar, que piensa, que igual no hace, pero lo está pensando. Y lo hace. Eso mola. A preparar el segundo concierto.
Este segundo concierto en la caseta es liberador. Las Jazzmaster Sessions. Si el concierto del Cortocircuit fue bonito, comedido, medido y marcado, el de la caseta de EUiA es atronador. Queremos desquitarnos por la autoimpuesta moderación. Empezamos con Interestellar Overdrive y limpiamos a la mitad del público. No somos una banda de caseta y ya está. Las casetas. Gente que en sus casetas lo tiene claro, rumbita, chumba chumba, reggae. Nosotros no. Nosotros podemos poner lo que pongamos que no. Y ya está. Y no vamos a poner rumbita, ni chumba chumba. Y tendrá que pasar. Y yo ahora podría decir que no nos importa que la gente se vaya de nuestro concierto, importa, lo entendemos y lo compartimos, pero a nosotros nos gusta hacer mucho ruido, ser muy pesados y no pararnos a pensar en las cosas. La caseta. Acaba el concierto, pinchan Solysombra, no puedo con las... pero ahí estamos. No voy a las Alternativas, no voy a ninguna parte. Ni al Sintonizza si quiera. Las Alternativas son la nueva Plaza de la Vila. Nos vemos en las Alternativas. Han ganado. Es el momento para que la maquinaria institucional lo vuelva a hacer, lo capte, lo haga suyo, lo degluta, demuestre quién es quién. Quién manda aquí. Lo de siempre. Presenta la alternativa, presenta el proyecto, presenta la propuesta, este grupo, este escritor, es mío. Lo tengo.
¿Qué pasó el domingo? Paella y Coloristes. No por este orden. Coloristes en la Plaça Manent. Al que le parezca que el precio es alto, que se vaya al Ikea. Cristo Redentor del Boronat, siete cuadros de mi padre de temas eclécticos con pueblos eclécticos. A la paella. Comiendo en la mesa de la Gacela y la Tere Adame, una ventolera hace que me salte el plato de ensalada con el vinagrazo en la cara. Momentazo. Si ya ha pasado eso, nada puede ir peor. Y no va a peor. Todo va a mejor. Un muy buen domingo, una comida muy agradable, una charla muy interesante, con la Gacela, con su madre, con la A., con los jóvenes de Junts pel sí, el Salva y el Josep Miquel, y con los Ciutadans, el Machi, el Dimas... quizás eso es lo que no mola, como me dicen, que hablemos demasiado con demasiada gente. Muy bien los Puteados del Sistema, pero que muy bien. A la una y pico para casa otra vez. La caseta, las casetas. Bocatas de pinchos, bocata de chorizo infernal.
El lunes más fuegos. Como todos los años, quedo con el joven molinaguer, elpako de eltoni, elpako & elchristian para hacer la ruta de los bocatas revolucionarios, Nos falta el del Pcpc, porque no da tiempo a nada más. Más carga, más descarga. Le sirvo los bocatas al Fermín y a la Fe. Qué servicial y qué majo.
En fin. La caseta. El taxi. El martillo justo al ladito para que no nos olvidemos que nos han puesto justo al ladito del martillo. El ovni ese que gira y se suben los chavales y no están locos ni enfermos, pero se suben y uno piensa... la vida. Ni corretapa, ni correbars, ni nada. Así puedo ir a la caseta. Si ponen tantas cosas a mediodía la tropa se castiga y no puede venir a la caseta. La caseta. Voy a la caseta, vengo de la caseta, estoy en la caseta, no estoy haciendo nada en la caseta pero tengo que ir a la caseta, voy a tener que ir, no es mi turno, no me he apuntado a ningún turno, pero estoy y voy, o estoy pero no sé qué hago. Bulto. Ayudo. Estorbo. Conspiro contra el régimen. Me despido de la Feria y Fiesta en la caseta de los Diables, que ponen un musicón jamaicano de la ostia, pero es tarde, soy viejo, los hay más viejos que yo allí pero yo soy un vendido al capital, mientras que el capital os puede comprar a vosotros y saltar como si no hubiera un mañana. Esto ya lo he repetido antes. Ya da igual, ahora que soy famoso, todo me va a dar lo mismo.
Habéis sido un público maravilloso. Os echaré de menos cuando me vaya a una casita del centro o a una casita en el Singuerlin alto. Nombro a mucha gente, favor que os hago. Pero bueno, es la vida.
Si me dejo algo, me lo decís y encuentro a alguien que os lo escriba. Gracias.
Oiga, menudas jornadas agitadas las suyas. No sale de una movida más que para meterse en otra, y claro, así se explica que casi ni le veamos el pelo por aquí.
ResponderEliminarFeliz tarde
Bisous