Quienes me conocen saben que actúo en la vida movido por dos sentimientos básicos: uno es el rencor y el otro si me ven por la calle se lo explico. El rencor. Soy una persona rencorosa y que tardaré lo que sea necesario en hacer pagar la afrenta, pero la pago. Yo vi en una campaña elecotoral reciente al compañero Willy Toledo apoyar a una formación rival y muy digna, bajo la excusa de que eran verdaderamente rupturistas y que bla bla y que aquí en Catalunya él votaría a tal porque eran mucho más molones que los que supuestamente son los suyos aquí, que somos nosotros. Nosotros, como siempre, aquí no molamos. Es nuestro sino.
Yo no pido a los actores, a los artistas, que sean consecuentes con su forma de pensar. Hay que vivir, hay que comer, hay que tirar para adelante. Pepe Sacristán era muy de izquierdas, hizo películas que harían llorar al niño Jesús. Bien. No pasa nada. No he visto, sin embargo, a Pepe Sacristán, José Sacristán, hacer alardes. El hombre, muy prudente, no se mete en jardines, actúa, hace películas, cada vez más dignas y mejores y, supongo, se puede permitir el lujo de elegir.
Sea como sea, digo que lo que escribo ahora lo hago desde el rencor. El sábado compré mi entrada para ver a Willy Toledo actuar en la obra llamada Cremats en el Teatre Sagarra. Ni idea del argumento ni de nada. Willy Toledo en una obra en mi ciudad. Voy a verlo. Porque Willy Toledo es un personaje comprometido con tal y con cual y mira, si en las elecciones apoyó a este o a el otro, pues mira... buena voluntad.
La obra va de lo siguiente: Un matrimonio, el marido que es Toledo, llama por teléfono a la mujer para decirle que la deja. Bueno. La deja por una alumna de 23 años. Bien. La mujer entra en cólera y el marido habla con la amante para arreglar una especie de atraco que tiene que hacer nosequién en su casa y así... el atracador va a la casa, resulta ser hermano de la amante, tiene que sonsacar a la mujer dónde está una póliza, pero además es un pistolas y se pone tonto con la mujer y la mujer se pone tonta con él y tracatrán.
A partir de ahí, un enredo de puertas que se abren y puertas que se cierran. Lo normal, te estás tirando a la mujer de otro que es tal, y que su padre era nosequién y que tú no lo sabes pero él no es quién tú te piensas y la madre del Willy Toledo es también parte del ajo y también es amante del otro y bueno. Eso. Gente que va caliente, mujeres que ven una buena desta y ya se abren de tal, todo muy moderno y muy así. O sea, todo como muy de ahora, muy mensaje, muy contenido y propuesta, muy rupturista. Teatro de ponerte a pensar. Dos opciones. O ponerte a pensar o ponerte a dormir. Hubo risas, las hubo, gente que se rió, sí. Pero gente que también se quedó grogui a media obra, pues también. Y hacer volar tu imaginación hacia... hacia un sitio calentito. Abrigadito. Porque en el Sagarra, en el teatro de nuestro pueblo, yo cojo frío. Igual es algo personal, pero yo cogí frío. Ya el día anterior, en lo del Spoken Word, se me cogió un refrescor que me tuvo toda la noche con más mocos que una oveja, pero al día siguiente constaté que en ese Teatro hace frío, hay corriente o algo. No tengo constancia de que esto se lo lea mucha gente, pero si alguien puede hacer llegar a donde sea que se miren lo del fresquito porque llega el invierno y no estamos para sustos, pues eso.
Y nada, La obra, pues mira, más antigua en chistes y gracietas que la polka, pero bueno. No vas a traer aquí un Ricardo III, total, si esto es Santa Coloma ¿no? ¿Y dice usted, caballero, que esta obra lleva tres meses en cartel en Barcelona? Supongo que la gente espera que Willy Toledo diga algo subversivo y revolucionario en el escenario, pero no. Se lo pueden ahorrar. Si le vieron en El otro lado de la cama, quédense con ese recuerdo maravilloso y ni se les ocurra picar en esto.
15 napos en Atrápalo. Tirados en el arroyo inmundo del 'dárselas uno de rojo yendo a ver a un compañero que actúa'. Otro día me lo pienso un poquito más.
Willy Toledo, ya me has visto.
Ostras, ahora que veo esa foto, qué viejo está Willy Toledo, no?
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