Soy una persona muy sensible a la crítica. Desde siempre, el más mínimo input negativo me ha hundido en la miseria. Me vengo muy abajo si se me reconviene, si se me riñe, si se me pone en falta. Lo llevo fatal. Cuando la comandancia superior, el ministro, la virgen, el copón, me llamaron al orden por mi gravísimo incidente en la base espacial MIR, por haberme cagado en Chovanek, me sentí fatal. No es que me sintiera simplemente fatal, es que pensaba que tenían razón. No es simplemente que uno sienta que fíjate tú que me han tenido que llamar la atención, no, es que siempre pienso que cuando se me riñe, hay razón. Que el otro tiene razón. Y me deshago en disculpas, perdones y demás. Así, como un tonto, fui a Chovanek y le pedí perdón. Y lo quise hacer delante de todos los compañeros de la base, que me miraban como diciendo... tío, que no hace falta, que es un cabrón, que no te tienes que rebajar... pero de verdad que me sentía muy mal. No me gusta que me llamen la atención y que fuera además toda esa gente tan importante, estando yo en una misión tan importante, tan lejos de mi patria representando a mi patria justamente. Me sentí embargado de una responsabilidad tremenda, sentí de repente, como digo, el peso de todo un país que había puesto sus esperanzas en mi persona.
Dicho esto y con toda ese mal cuerpo, reuní a los compañeros y esperé a que llegara Chovanek y les dije lo siguiente. 'Compañeros y compañeras de la misión, quiero pediros perdón por el incidente del otro día. Es una falta muy grave por mi parte haberme comportado de esa manera y haberle faltado el respeto a un compañero como es Chovanek. Quiero pediros perdón a todos, pero muy especialmente a Chovanek, porque sé que es muy duro estar aquí, tan lejos del hogar, de casa y de los seres queridos, y en lugar de ayudar y de ser un amigo y un compañero, lo que he hecho ha sido enturbiar el ambiente de esta misión. Quiero ofrecerme ahora mismo, Chovanek, para lo que haga falta. Si tienes algún problema, si quieres hablar, si nos podemos sincerar el uno con el otro de alguna manera para terminar de pulir las aristas que hayan podido surgir entre nosotros. Soy una persona que no guarda rencor y que tiene a gala intentar siempre, siempre, que haya al menos una relación cordial con todas las personas a las que haya podido ofender en algún momento. Por favor, Chovanek, acepta mis disculpas y comencemos de cero. Y a todos vosotros, os pido que no olvidéis ese incidente, sino que lo tengáis muy presente para que no vuelva a suceder. Por favor, aceptar mis disculpas y a trabajar por el bien de la misión'.
No sé, cómo lo dije o qué entendieron, porque lo dije en un inglés emocionado, pero aplaudieron al acabar y la rusa y el italiano vinieron a abrazarme y todo. El sueco, pasmao, se acercó a mí y me dió así como un estirón del brazo que supongo que era su manera de decirme que 'muy bien'. La alemana me dio un beso en la mejilla y se aguantaba una lagrimilla para no llorar. Madre mía qué emoción. Y Chovanek...
Chovanek miraba con el ceño fruncido. Como si no hubiera entendido nada. De hecho dijo en su alemán extraño 'Supongo que estabas hablando de mí, porque he oído mi nombre, ya me dirán en el informe del día qué ha pasado... y ahora XXX (dirigiéndose a la rusa), si puedes venir un momento, tengo que comentarte una cosa'.
Yo lo hubiera matado allí mismo. Pero el italiano...
No hay comentarios:
Publicar un comentario