lunes, 26 de septiembre de 2016

Elecciones gallegas y vascas, todo en orden. Orden y progreso.


El asalto a los cielos… el retintín. Sale Arnaldo Otegui en la tele y los primeros puyazos que suelta son para los que para él suponen la principal amenaza: Elkarrekin Podemos. El asalto a los cielos. Comienzan las valoraciones en la tele y bueno, parece que hay ganas de decir que el fenómeno se estanca, que no era para tanto y que, según la acera desde la que se opina, se ensalza un triunfador u otro. Las elecciones en Galicia dejan al PP como fuerza hiperdominante, En Marea (los nuestros) consiguen quedar por delante del PSdG en número de votos, pero no en escaños, el PSdG queda empatado con nosotros y pierde cinco escaños más, el BNG pierde un escaño que hoy he escuchado en la radio (en según qué radio…), que es un excelente resultado. En Euskadi el PNV aumenta su ventaja y podrá elegir con quién gobernar sin apelar a ningún mensaje revolucionario ni a nada estrambótico. Un poco como el PP a nivel nacional, proponiendo un ‘esto es lo que hay y tampoco merece la pena hacer mucho más’, tiene suficiente. EH Bildu queda en segundo lugar. Debían estar preocupados con la irrupción de Podemos porque ayer cargaban mucho las tintas diciendo que ellos seguían allí y que no se habían ido. Pero han perdido escaños. Terceros Elkarrekin Podemos, los nuestros (IU está en la casa). Supongo que nos pasa un poco lo mismo siempre. Nos flipamos, nos lo creemos, pensamos que lo petamos, nos damos un pequeño coscorrón en forma de ‘todo el mundo no nos vota’ y luego vemos las cosas con algo más de calma. No es petarlo, pero no está mal. Se supone que, si has ganado las elecciones en las generales (ojo aquí) en las autonómicas lo tienes que petar, pero no. Petarlo. El Partido Socialista de Euskadi queda en cuarto lugar, nueve diputados, su peor resultado… pero se consuelan pensando que a lo mejor les necesitan para formar gobierno… en fin. Y el PP que pierde uno pero a ellos parece que les da igual. Ciudadanos desaparece. Si Ciudadanos desaparece, o no aparece, es que alguien ha vuelto a votar lo que debía. Es decir, salvo en Catalunya, donde el voto de Ciutadans viene de dónde viene, parece que fuera vuelven a casa.
La gente de orden, gente que no quiere sobresaltos, que 'con esto ya está bien', sabe en quién tiene que confiar. Quienes han confiado en el mensaje de 'lo que hay es lo que se puede hacer', saben a quien tienen que votar. Los que quieren algo distinto, en cambio, lo tienen más repartido. Los que piensan que 'la derecha' solo se vence con un PSOE fuerte... los que piensan que el 'marxem' va antes que el 'para qué marxem'... o los que pensamos que se puede hacer otra cosa, de otra manera, ya que lo de antes no ha funcionado. Todo lo de antes. 
En fin. Qué podemos decir. Pues que esto va para largo. Que lo importante es participar e ir consolidando espacios. Que este país no es revolucionario (todavía), que no es de asaltar los cielos, al menos así de golpe. Ni este cielo ni otros. Ojo. Pensar que en cada elección nos lo jugamos todo, que en cada contienda electoral nos va la vida y si no conseguimos lo que nos pensamos que tenemos que conseguir, entrar en catarsis. Pues no. Siempre acabo pensando lo mismo, los que estamos acostumbrados a ostiones más gordos, estar frustrados por no ser directamente los más más, no nos quita el sueño. Ser parte de una alternativa capaz de ir relegando poco a poco al PS a un rincón, capaz de plantar cara y de ser vistos como la principal fuerza de cambio, me parece un logro impensable hace unos cuantos años. Así que, si no nos pegamos un tiro en el pie, vamos bien.
Pero, ay. Somos especialistas en pegarnos el tiro en el pie. ¿Verdad? Sí que se puede. Vienen tiempos extraños. Después de todo lo que pasó ayer, no sé si iremos a terceras elecciones. Ayer en la tele decían que Sánchez, líder del PsOE, se lo tendrá que pensar. No lo sé. Lo que yo pensaba que era una estrategia para mantener la marca a flote, no le ha salido bien. Hemos quedado por delante. Pero por poco. Si hubiera sido de otra manera, dejando gobernar a Rajoy, no sé qué les hubiera pasado. Así que me parece que cambiará poco la cosa. El PSOE supongo que está obligado a hacernos la prueba. Todo el mundo dice que (como Unidos Podemos o como En Comú Podem), estamos destinados a hundirnos. Pero no acaba de pasar. Que el fenómeno ‘podemos’ (al que ya, nos guste o no, estamos asociados) no se desinfla. Tendrá problemas, choques, idas de pinza, pero ya está ahí y hay gente que lo prefiere a lo de siempre, a lo fiable, a lo de lo mismo, a la oferta de estabilidad eterna de nada que son los socialistas. Estamos ahí y tenemos que estar ahí.
En Catalunya toca construir algo nuevo, con todos, intentando no hacernos daño porque nos conocemos, y preparar una alternativa real, de Gobierno, de calle, a lo que se nos ofrece. Algo capaz de movilizar a la gente que se moviliza en las generales y no en las autonómicas. Una cosa. Viendo la tele ayer, TV3, da la impresión de que en Catalunya no hay una derecha conservadora nacionalista, como en Galicia y Euskadi. Que el referente es Bildu. Luego en Twitter o en según que articulistas te das cuenta de que sí, que sí que hay derechistas. Y muy potentes. ¿Quién les representa? ¿De verdad son todos de ERC? ¿De la CUP? Viendo la tele, da la impresión de que aquí todo es antisistema. Y no lo es. No sé lo que durará la historia y hasta cuando la derecha nacionalista va a seguir por este camino de sonrisas revolucionarias. Por eso, desde la izquierda (glups ¿he dicho izquierda?) nos deberíamos preparar. Somos la alternativa. Ayer el retintín era que ‘se hunden’, ‘no han llegado a lo que…’. Vamos llegando, poco a poco.
Pero deberíamos ser más tranquilos, menos cabras, menos pendientes de quién sale en la foto. Tenemos una foto, debemos tener un proyecto que sea capaz de hacer creíble no solo que podemos, sino que sabemos. Que lo demás es lo mismo de siempre, que la gente de izquierdas, que quiere otra cosa, sepa que estamos nosotros y que los socialistas son conservadores. Y ya nos dan suficientes palos fuera como para no querernos entre nosotros. Si ya somos capaces de aparecer como la alternativa real, seamos capaces de… bla bla bla.

Yo que sé. ¿Y lo de Parlon qué? ¿Cómo va? 

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