Te subes en un tren en marcha y te adaptas a lo que hay. Puedes decidir cosas y puedes cabrearte, adaptarte, medrar. O puedes participar en la creación de algo nuevo. Con todo lo que eso conlleva. Si decimos que es algo nuevo, que está por hacer, quizás la gente piense que no es de fiar. Muchos querrán algo que ya está. Subirse al tren en marcha. Puede ser más emocionante construir el tren. Hacerlo tú. Cómo quieres que funcione.
Hoy hemos tenido un taller de organización de Catalunya en Comú. No es lo que mejor se me da, organizarme. No sabría decir. Pero es interesante, es estimulante, es ilusionante saber que estás participando en algo nuevo, el algo que se está haciendo. Quizás para no repetir los errores del pasado, para no repetir dinámicas del pasado, para recuperar todo lo bueno del pasado. Hacerlo de nuevo, parecido a, sin nada que ver. Pero diciendo lo que te parece. Que te pregunten.
Qué es un militante. Porqué hay que llamarle militante. Mejor llamarle activista. Cómo pagamos la bombona de butano que calienta la reunión. ¿Se hacen más cosas de manera presencial, yendo a los sitios, acudiendo a las reuniones, soltando una chapa en una asamblea, o de manera virtual? ¿Cómo decidimos? ¿Quién lo decide? ¿Es mejor un líder elegido por todos en torno al que se cree un equipo? ¿Es mejor que no haya líder? ¿Es mejor dos que uno? ¿Es mejor que los cargos electos estén al margen de la vida del partido? ¿Quién vigila al vigilante? ¿Somos un partido o somos una organización? ¿Tenemos claro que a partir de ya somos todos compañeros? ¿Es lo mismo ser eficiente que eficaz? ¿Tiene que ser eficaz una organización? ¿Es todo un desastre si no se hace como a mí me parece o como yo recuerdo que se hizo en un tiempo mítico? ¿Funciona? ¿Todo el mundo es igual? ¿Cómo nos organizamos? ¿Aquí somos libres de decidir quiénes son nuestros aliados y quiénes son nuestros adversarios? ¿Tenemos claro que nos queda un año para las municipales? ¿Cuál es el horizonte? ¿Es demasiado electoralista? ¿Cómo solucionamos los conflictos? ¿Qué es un conflicto? ¿Quién paga todo esto? ¿Cómo se paga? ¿Cómo elegimos la dirección? ¿Tiene que haber una dirección? ¿Cuántos somos? ¿Me puedo llamar activista? ¿Qué es el activismo? ¿Deben pervivir la organizaciones previas? ¿Qué es la transparencia? ¿Qué significa que todo el mundo sepa lo que hacemos? ¿Debería estar escribiendo esto? ¿Sabemos lo que pasa en otros sitios? ¿Le interesa esto a alguien?
Son preguntas que han salido o que no han salido. Pero que nos hacemos. Porque estamos haciéndolo desde el principio. Y casi es mejor hacerlo desde el principio que acostumbrarnos a la comodidad de lo que había. Aunque muchos prefieran estar cómodos con lo de siempre, para hacer lo mismo, vistiéndolo de nuevo. Aquí lo estamos haciendo nosotros. Sabiendo mucho o sabiendo poco. Desde tu casa o yendo al Mas Fonollar un sábado por la mañana. Con gente de Badalona, de Barcelona, de Taradell o del Bages. Da lo mismo. Los mayores y los jóvenes. Los mayores jóvenes y los jóvenes viejos. Todos y todas. Portavoces y portavozas.
Y lo estamos haciendo. Y hace ilusión pensar que cuando esto salga, cuando se ponga en marcha, caminará porque lo hacemos entre todos y todas. Y lo hacemos porque esto, lo que hay, no nos gusta. Las cosas no se hacen por arte de magia. En mi casa se dice eso de que si quieres saber quién trae el agua, derrámala. Y ya estamos en marcha.
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