Contaba el señor Sangré una historia sobre su amigo Tonet Pipalau. O era una historia que contaba su amigo Tonet Pipalau. O era una historia que su amigo Tonet Pipalau contaba sobre el señor Sangré y el señor Sangré la contaba después. Al parecer los dos fueron una vez, antes de casarse a comer a un pueblo cerca del Montseny. Hicieron una pequeña excursión y se pararon en una masía a desayunar, almorzar comer. Los dos se metieron entre pecho y espalda los manjares más duros de la comarca y probaron las bebidas más tal. Se echaron una siesta de dos horas y pico y a las seis de la tarde enfilaron el camino para casa. Todo esto lo contaban entre risas y con comentarios sin editar por el director de la obra.
En otra ocasión, Tonet Pipalau y el señor Sangré, también solteros entonces, fueron a las fiestas de un pueblo cerca del pantano de Susqueda. Era verano y bailaron mucho con las orquestas del pueblo. Bailaron con algunas chicas del pueblo. Luego estuvieron tomando algo en el casino del pueblo, hablaron con los prohombres del pueblo, comentaron la actualidad, rieron y se volvieron al pueblo.
Otra vez, se fueron de vacaciones a un pueblo de Andalucía, en la costa. Tonet Pipalau tenía un coche muy moderno para su época y fueron escuchando la radio y cintas de música. A Tonet Pipalau le gustaba la canción moderna pop. Al señor Sangré le desagradaba la música y se pasó el viaje durmiendo. Llegaron al pueblo y fueron a la playa. Al señor Sangré no le gustaba el sol y a Tonet Pipalau enseguida se le ponía la cara como de marinero de Calella. Al señor Sangré le dio por pasear por las calles del pueblo, pero hacía mucho calor. Se metió en un bar y pidió un licor. No tenían, tenían otra variante y no le gustó. Pasaron todos esos días separados. El señor Sangré no lo pasó muy bien. El señor Sangré contaba que viajar estaba bien, pero había que saber elegir el sitio. El señor Sangré nunca había salido de Barcelona tanto como cuando conoció a Tonet Pipalau. Tonet Pipalau era una persona excelente. A todo el mundo le caía bien. Era hijo de un amigo de los Sangré. Y el señor Sangré recordaba a Tonet Pipalau de vez en cuando. Y el señor Sangré decía que Tonet Pipalau era una persona excelente. Y Tonet Pipalau se casó con una hermana del señor Sangré. Y el señor Sangré no sabía que Tonet Pipalau estaba enamorado de la hermana del señor Sangré. Y el señor Sangré se enfadó con su hermana y con Tonet Pipalau. Y el señor Sangré siempre hablaba bien de Tonet Pipalau. Tonet Pipalau murió antes que la hermana del señor Sangré.
La hermana del señor Sangré veía de vez en cuando a su hermano en alguna reunión de la empresa de los señores Sangré. El señor Sangré no hablaba con su hermana. El señor Sangré y la hermana del señor Sangré se evitaban en esas reuniones. El señor Sangré, cuando estaba con amigos, hablaba siempre bien de Tonet Pipalau. Y contaba cómo se fueron a ese pueblo de Andalucía. De cómo se durmió en el coche. De aquellos bailes de antes. De lo excelente persona que era Tonet Pipalau. De la piel tostada de Tonet Pipalau y de la pinta de marinero que se le ponía en cuanto estaba al sol.
La hermana del señor Sangré se llamaba Ifigènia y al señor Sangré le gustaba llamarla If.
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