Buscando la imagen para ilustrar el artículo he encontrado una en la que decía una leyenda impresa sobre la foto ¿porqué querría la burguesía hacer una película sobre Marx? No voy a contestar yo. No sé quién querría contestar. De reciente estreno, la película El Joven Marx narra los años de la década de 1840 en los que Marx y Engels se conocen y van fraguando el nacimiento de la Liga de los Comunistas. Una película sobre uno de los personajes más influyentes de la historia de la humanidad y al que nos cuesta ver corriendo, huyendo, discutiendo e incluso cardando, como si fuera Tom Cruise en Misión Imposible. Nos cuesta ver a un personaje totémico, rígido, santificado, actuando como una persona. Y a Engels. Y a la compañera de Marx, Jenny. O a la compañera de Engels, Mary Burns. De hecho, la película es tanto la vida de Marx como sobre todo la de Engles y sus compañeras. De hecho, uno al final de la peli piensa que, si no es por las compañeras, ahí cabeza y algo de realidad... había poco. Teoría, la que quieras y más. Pero sentido práctico y teórico a la vez, pues eso.
Marx y Engels y las compañeras de Marx y Engels. Solo Mary Burns es una obrera, una trabajadora. Engels, Jenny y Marx, por muchas penurias que sufrieran y mucha escasez y persecución, provienen de ambientes que no son los de la obrera del telar. Lo digo porque lo digo. Porque luego resulta que nadie representa a los obreros y a las trabajadoras y somos todos burgueses y antiobreros pero resulta que el bueno de Engels es el hijo del amo, y Jenny es hija del amo. Y ahí vamos. Y no pasa absolutamente nada.
La película está muy bien. Quizás la primera parte es un poco difícil de asumir y recolocar todo ese volumen de datos sobre Marx y su conformación como ideólogo, casi en contraposición con otros teóricos que iban lanzando ideas y proyectos ante la situación que se vive en Europa en esos años. Socialistas utópicos, anarquistas, etc. Proudhon parece ser el teórico que más influye, para bien y para mal en Marx y Engels. Y Bakunin sale como un tarambana más.
Y van apareciendo las diferentes vicisitudes, expulsiones, acciones que van marcando la forma de actuar y de concebir la acción de Marx, que acaba cristalizando en el golpe de mano asambleario en el que Marx y Engels se cargan la Liga de los Justos y forman la Liga de los Comunistas.
Una historia que es historia y que como todas las historias nos sirven para aprender y hacer las lógicas comparaciones. Cómo se forman los grupos políticos, cómo cristalizan, cómo para hacer una cosa tienes que separarte de otras, etc.
La película está bien. Esas escenas de Marx y Engels jugando al ajedrez, mientras Jenny está en casa cuidando a la prole... bien. Momentos como en los que Marx se da cuenta de que no vasta con interpretar la realidad sino que hay que actuar sobre ella. Los discursos tremendos del iluminado Wilhem Weitling, uno de esos primeros piquitos de oro que tanto bien nos hacen.
Como digo, la peli sirve para hablar de Marx, para humanizar la figura del ilustre pensador y activista, para ponerle cara y ojos, para reivindicar la figura de Engels también como persona con los pies en el suelo, para saber de dónde viene todo lo que sabemos y lo que deberíamos saber y a quién nos gustaría parecernos. Y para saber también no repetir errores. Que es algo que nos gusta mucho y por lo que sentimos pasión.
¿Por qué querría la burguesía hacer una película sobre Marx? Digo más, ¿porqué un trabajador no debería ver una película sobre Marx? Yo que sé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario