miércoles, 31 de octubre de 2018

El miedo. El terror.

El miedo. El terror. Un día. Llegas a casa después de deambular por la calle. Has salido a dar un paseo. No haces nada en casa. Tienes que salir de casa y te vas a dar una vuelta. Callejeas. Paseas por calles por las que no sueles ir nunca. Quieres entrar en una tienda. No puedes entrar en una tienda. Miras las cosas por fuera. Los escaparates. Das alguna vuelta sobre tus pasos para ver mejor algo. No lo ves. Sigues caminando. Llueve. Te pones bajo cubierto. Tu pase se centra en buscar balcones, árboles, bajo los que cobijarte. Has salido mentalizado de hacer alguna cosa. Con un propósito. Cuando llegas de nuevo a las inmediaciones de tu casa, te das cuenta de que no lo has hecho. Pero ya te da igual. Llegas a casa. Abres la puerta. No hay nadie. Estás solo.
El terror. Estás esperando el autobús. Tienes que llegar. Tienes que ir a ese sitio. Tienes que hacerlo. El autobús no llega. Palpas tu bolsillo. Palpas el monedero. Tienes las monedas, pero no has mirado. Sabes que te quedan pocos viajes en la targeta. Sabes que te quedan pocos viajes. El autobús viene tarde. Porqué has tenido que elegir el autobús. Viene tarde. Crees que tienes dinero. El autobús llega. No te metes los dedos en el monedero. No has mirado la tarjeta. Sacas la tarjeta. Haces cola. La tarjeta no sale. La tarjeta. No la tienes. La encuentras. Metes la tarjeta. No hay viajes. Sacas las monedas.
El miedo. Vamos a ir. Vamos a ir. Estamos yendo. No vamos a ir. No vamos a ir. No vamos a ir. Vamos a ir. Ya estamos yendo. Ya estamos yendo. Qué habrá. Quién será esa gente. Quiénes son. Qué me van a dar de comer. Qué son. Quiénes son. Estamos yendo. No íbamos a ir y estamos yendo. Vamos a ir. Quiénes son. Porqué vamos. Porqué estamos yendo. No quiero ir. No quiero ir. Vamos a ir. Estamos yendo. Estamos yendo. Vamos. Hola.
El terror. Tienes que llamar. Tienes que llamar. Le ha pasado algo y tienes que llamar. Y hace tiempo que le pasó y no has llamado. Y tienes que llamar. Y no has llamado. Y no has llamado y ha pasado ya tiempo. Y porqué no has llamado. No has llamado y ha pasado mucho tiempo. Y no has llamado y tendrías que haber llamado. Porque te habría llamado. Seguro que te habría llamado. Y habría venido a verte. Y tú no has llamado. No has ido. No has llamado. No lo has hecho.
El miedo. Pregunta. Llama. Pregunta. Llama. Pregunta a ver. Pregunta y mira a ver qué se necesita. Mira a ver qué hay que llevar. Qué tienes que hacer. Mira y pregunta. Qué se necesita. Lo necesitas. Es tu trabajo. Lo necesitas. Tienes que llamar para quedar. Llama, tienes que ir, tienes que ir, llama. Habla. Pregunta. Lo va a notar. Lo va a notar. Seguro que lo nota. Tienes que preguntar y llamar. Tienes que llamar y preguntar. Lo va a notar. Tienes que llamar. No lo has llamado.
El terror. No va a venir.
El miedo. Esa carta.
El terror. Un sueño. En ese sueño pasa algo. Está pasando. Estás solo en casa.
El miedo. Meter la tarjeta de crédito en el cajero.
El terror. Hay alguien dormido en el suelo del cajero.
El miedo. La ronda de dalt.
El terror.

1 comentario:

  1. Hombre, Tolya, montar un guión de terror en torno a una tarjeta de transporte y una llamada que no sucede como meollo de la cuestión tiene su mérito. Porque eso normalmente, mido, lo que se dice mucho miedo, no da. Ya cuando se mete en el cajero sí, porque lo de los bancos siempre es terrorífico.

    Feliz domingo.

    Bisous

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