Y entonces llegó allí y estaban todos fuera y no quiso hablar con nadie y se metió dentro y una vez dentro empezó a observar que estaba solo, quiso salir fuera pero ya se iba a notar mucho. Y entonces estaba fuera con la gente y no se encontraba cómodo y decidió irse a tomar un café a otro sitio, pero cuando se fue, estando allí sentado solo, echó de menos a la gente. Y entonces cogió su caballo y vió que era un caballo grande y que no lo podía dominar, porque nunca había tenido un caballo y no tenía nada y estaba robando como siempre ideas y caballos de otros que luego no sabía utilizar. Y entonces sugirió una cosa y el mismo de siempre le dijo que no y cuando el otro dijo otra cosa él mismo dijo que no y así pasaban los días y los años y las décadas y los siglos y lo que venga luego. Y entonces aparecieron en la sala tres mujeres que vociferaron contra todo y más y él se sintió reconfortado al saber que hay en el mundo gente con ganas de hacer cosas. Y entonces aparecieron en la sala tres policías y sacaron sus pistolas y detuvieron a las tres mujeres y se sintió reconfortado porque siempre es bueno que el orden prevalezca. Y entonces llegué a la conclusión de que tú y yo no estábamos echos para eso, estábamos echos para otra cosa, para qué, quién sabe. Y entonces me pregunté qué era lo que tú querrías hacer aquel día que te enfadaste y todavía no he llegado a ninguna conclusión. Y entonces puse aquel disco y no hiciste caso. Y entonces salieron en estampida un montón de cebras y de ñúes que saltaron el río y pasaron al otro lado y uno de los ñúes se giró y miró triste al otro lado y la cámara cogió el primer plano del animal y justo cuando iba a hablar se fue a otra cosa, a una cebra que se había puesto a bailar loca de contenta. Y entonces me preguntaste por una dirección y no tenía mapa y le pregunté a otra persona y tú te enamoraste de esa persona. Y entonces nos empezaste a contar una historia que te había sucedido hace tiempo y yo quise identificarme con alguno de los papeles que ibas describiendo pero la verdad es que no y me sentí bien, porque yo soy yo. Y entonces el rey convocó a los ministros y les dijo que iba a abdicar y que iba a proclamarse la república y todos empezaron a reírse y abandonar la sala y a mirar los móviles y a comentar el partido de fútbol del día anterior. Y entonces el Madrid perdió. Y entonces cogió el baló y se paró tres o cuatro veces hasta que consiguió articular el pensamiento por el que consideró correcto dar el centro al segundo palo y entró De Marcos y remató. Y entonces se tomó otro café y tenía la tensión mínima alta y se tomó otro café y sabes que no y sabes que no y te tomas otro café. Y entonces habló con unos y con otros y con todos llegó a la misma conclusió, solo sabía hablar con unos y con otros. Y entonces miró aquella mesa, vacía, y pensó en todas las veces en las que había estado en aquella mesa vacía pensando en qu estaba solo y que nadie le haría nunca caso y le dio una propina al violinista. Y entonces cogió el coche, fue a visitar al cliente aquel a Parets y volvió porque había quedado para comer y luego echó otro ratito y por la tarde se tomó algo con los colegas. Y entonces tuvieron una reunión acalorada y él le dijo que se marchaba, que ya no aguantaba más, y cuando volvió cenaron. Y entonces se paró el mundo. Y entonces todos miraron a la luna. Y entonces entró y pidió un solysombra. Y entonces el camarero le preguntó que qué era un solysombra. Y entonces él preguntó qué era un camarero. Y entonces es todo como así. Y entonces volvió a salir fuera para ver si entraban y se perdió el comienzo de todo.
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