Ernesto Guevara, Ché, más. Más que el Ché. No sé ni porqué he puesto la imagen del Ché cuando tendríamos que haber puesto la tuya. El Ché, no, más. Más que el Ché, más que Lenin. Más que todos ellos. Mucho más. Con una wifi buena eres capaz de todo. Más que el Ché. Más que Durruti. Mucho más. Más, mucho más. Más. De la punta alante. Con una wifi buena y con los enlaces a todos los diarios que cuentan realmente La Verdad. Esos diarios. La verdad. Estamos al servicio de la clase trabajadora y de los jóvenes y de las mujeres y te vamos a contar la verdad. Absolutamente la verdad y nada más. Ni el Ché te alcanza. Si no fuera porque ahora citar a La Polla está fuera de onda, sería como citar a La Polla cada dos por tres. Pero ya no. Ya no se puede. Pero estás más allá del Ché, que murió en Bolivia y era argentino y cubano, soldadito de bolivia soldadito boliviano. Eres mucho más que eso. A ti, a ti, que has sido todo y más, que gracias a ti y a tu esfuerzo denodado hemos conseguido absolutamente nada, a ti, a ti y a los que como tú se esfuerzan en nada y hacen absolutamente cero, a ti, gracias a ti, vamos a conseguir la nada peor, la nada de verdad, el cero negativo, la barbarie.
Sí, a ti, que ni tienes nombre ni tienes apellido y que tienes el rostro de la verdad y de la lucha, que has comprobado lo que es tener razón de manera inmisericorde y que con nadie estás de acuerdo siempre que no sean nadies como tú. A ti, nada de nada, nada en absoluto, nada de toda la vida. De los nada de siempre, de los nadie que siempre han estado ahí para recordarnos que de nadas ha habido en todas partes pero que a nosotros nos suelen tocar los más nadas del mercado. A ti. Y a ti también, que tienes la tentación de pensar que siendo nada se es mejor, que siendo absolutamente al margen y que sin tragar sapos se vive de fábula y nos haces vivir de fábula a todos y a todas, a ti, a ti también se te queda corto el traje de Ché. El Ché Guevara, Ernesto, que murió por ti y por todos tus compañeros y que mira cómo te bajas aplicaciones para ver vídeos más rápido.
Ay, quién fuera argentino y cubano o bien como tú y tuviera el don de estar siempre en el sitio donde estás solo.
Hay un jugador argentino del Atalanta, y con esto acabo, que contaba ayer en un diario, que desarrolló la habilidad de estar solo y desmarcado poniéndose siempre al lado del árbitro. Siempre el árbitro está solo en un campo de fútbol y él encontró una manera nueva del desmarque.
Esa es tu manera.
Al final siempre estás solo y siempre estás al lado del árbitro. Buscando los cuatro likes de cuatro solos como tú. Buscando el cero. Buscando sumar a ninguno. Auténtico. Nada. Sigue escarbando. El pozo, este pozo, no tiene chapa al final.
No hay comentarios:
Publicar un comentario