Todavía temblando de la emoción porque los Kansas City Chiefs hayan ganado la Superbowl, creo que es preciso detenerse un momento en un asunto. No queremos a nadie. No nos gusta nadie. O nos gusta quien nos dicen que nos tiene que gustar. Ayer, en mitad del marasmo sobre el coronavirus y cuando, al parecer, se da una ola de desconfianza hacia 'lo chino', porque prácticamente todos los chinos son sospechosos de algo, de estar enfermos, de no ser de fiar, de quitarnos los bares, de ser chinos, ayer, digo, ayer mismo, en TV3, con esa perspicacia que nos caracteriza, convinieron emitir un reportaje sobre los uigures y la represión china.
¿Porqué no? Porqué no seguir agrandando el estigma, creando más prejuicios, poniendo más presión sobre 'los chinos'. Este viernes, dando una vuelta por el Fondo, me fijé en los faroles chinos. Están de celebración del año nuevo chino, en Barcelona han suspendido los actos en solidaridad por lo que está ocurriendo en China, la propia comunidad china lo ha hecho. Pero automáticamente se crea la desconfianza. El miedo.
Cuidado con los chinos. Los chinos nos comen, los chinos nos invaden, los chinos otra vez. Todos los bares son de 'la chinita'. Todos los todo a cien los llevan chinos y chinas jóvenes que no estudian. Qué raro ayer ver a una familia china acompañando a su hijo al partido de fútbol en las Oliveras, no estaban en la tienda.
Dicen que el coronavirus tiene una mortandad menor que la gripe. Nosotros, aunque estén dando en la tele noticias constantes sobre el tema, no nos enteramos de nada. El otro día, un programa se dedicó a seguir el trayecto de un avión que venía de Londres. Nos ponían cómo el avión estaba atravesando Francia. Era entretenido. Me extraña que no haya un canal de televisión únicamente dedicado a seguir aviones. Aunque estuvieran dando en la tele por un canal exclusivo noticias del coronavirus no sabríamos nada del coronavirus. Solo sabríamos que ojo con los chinos.
Los chinos. Fascistas con Hong Kong. Los chinos construyendo hospitales en dos días. Los chinos construyendo islas artificiales en el Mar de China. Los chinos reprimiendo a todas las poblaciones del mundo. Los chinos contagiando enfermedades. Los chinos comiendo murciélagos.
Vivimos en una mierda de mundo. De vez en cuando, nos dicen a quien tenemos que amar y a quien tenemos que odiar para que estemos entretenidos. Para que no nos odiemos a nosotros mismos. Hay momentos en los que nos dicen que nos odiemos a nosotros mismos también. Esos días.
Vivimos en un mundo maravilloso. Mi madre, cuando nació la nieta de la María del Moreira, le hizo una botella de esas que hace con fotos, con la foto de la nieta.
La mayoría de la gente sigue yendo a los bares. Porque el mundo es una mierda, pero nos importa una mierda también.
He flipado cuando he leído por ahí que a asiáticos en España les han dicho gilipolleces y referencias al virus, por la cara literalmente. ¿Tan imbéciles estamos, en serio? Yo pensaba que no, pero debe ser que como llevo tanto tiempo fuera ya no me entero de nada.
ResponderEliminaraquí de tontos siempre hemos tenido un buen surtido, ya lo sabes.
Eliminar