Gente que se habla a gritos, gente que incluso para decirse 'está usted muy apuesto Rokurota', pone una voz que parece que le esté pegando una bulla de mil siglos. Gente que se pasa la película entre llorando, gritando, gruñendo, quejándose, riéndose, quejándose otra vez, riñéndose, pasando muchas fatigas, luego parece que no, luego más fatigas, más gritos, más peleas, otra vez rodando por el suelo, otra vez de barro hasta los ojos, ahora se me cae el arroz por el barranco, más piedras, ahora llueve y parece que no va a parar de llover nunca... es una película mítica, una obra cumbre del cine japonés y mundial, una obra nada menos que de Akira Kurosawa y uno la pretende ver con la mejor intención pero... pero algo falla. Y es que soy mayor y hay un momento de la noche en el que ya no me aguanto los pedos y me duermo. Me duermo irremediablemente. Me duermo de manera total y completa. Nada, cerrar los ojos, al principio no te enteras, pero lo sabes. Y de repente te despiertas y no sabes cuánto tiempo ha pasado. Y esto no me pasaba antes. Antes. Un tiempo que ya no sabría concretar. Antes de antes. Antes de algo. Ahora llego agotado a muchos tramos del día. Y me quedo roque. Rokurota.
Esta película de Kurosawa, antes de nada, al parecer y sin el parecer, ha servido de inspiración a George Lucas para La Guerra de Las Galaxias. Tanto para copiar algunas escenas, o al menos, inspirarse, como para algunos personajes, como para algunos recursos técnicos. No se puede decir, porque ves la peli y ves que no, que la peli sea un remake, como sí que lo es Los siete magníficos de Los siete samurais, o Por un puñado de dólares de Yojimbo, pero las similitudes están. La princesa Yuki puede pasar por la princesa Leia, bueno, no sé. Pero que el personaje de la princesa Yuki te deja con la boca abierta todo el rato, pues también. Y que Toshiro Mifune es Toshiro Mifune te pongas como te pongas pues más.
Y que hablan a gritos, y que la sensación de esos soldados con esas canillas y ese porte y ese aire que tienen que llega uno con una lanza y se abren todos y no se le enfrentan en la escena final es que dices, pero bueno esto qué es y estás todo el rato pendiente de esas caras de pena, de estar haciéndose la púa unos a otros todo el rato, de ahora te voy a tangar y ahora madre mía perdóname que ya no lo voy a volver a hacer y que somos amigos y Matashichi amigo mío que te quiero más que todo eres un ladrón y te voy a matar y dame mi oro y me dijiste que era a medias y no es a medias y la princesa mirando con cara como de esta peña qué hace y son dos horas y pico atravesando reinos y cantando y peleándose y con barro hasta los ojos y cavando y ahora arriba y ahora abajo.
Y que me dormí, vale. Pero llegué para ver la canción de la fiesta del fuego. Vive la vida plenamente. Después de todo, ese es el mensaje. Gracias Filmin.
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